Un grupo de senadores republicanos ha pedido a la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, que entregue el material en el que se basó la última evaluación de su oficina sobre los orígenes del COVID-19.
En una carta del 6 de marzo (pdf), los senadores, encabezados por el senador Roger Marshall (R-Md.), pidieron que Haines proporcionara los “memorandos; correos electrónicos; evaluaciones provisionales y finales proporcionadas por cada IC [comunidad de inteligencia]; y cualquier otra información” que su oficina consideró al desarrollar su evaluación antes del 20 de marzo.
Otros senadores que firmaron la carta fueron Marsha Blackburn (R-Tenn.), Mike Braun (R-Ind.), Susan Collins (R-Maine), Joni Ernst (R-Iowa), Chuck Grassley (R- -Iowa), Rick Scott (R-Fla.) y Roger Wicker (R-Mississippi).
“El Congreso debería poder revisar las evaluaciones independientes sin filtros, ambigüedad o interpretaciones de la inteligencia”, escribieron los legisladores. “Existe un claro apoyo bipartidista en el Congreso para que estas evaluaciones estén disponibles de inmediato en su totalidad, como lo demuestra la aprobación unánime del Senado el 1 de marzo de 2023 de la Ley sobre el origen de COVID-19 para desclasificar la información relacionada con el origen del COVID-19”.
Voto del Senado
El Senado votó la semana pasada para desclasificar toda la información sobre los orígenes del COVID-19 luego de la amplia circulación de un reportaje del Wall Street Journal en el que se informaba que el Departamento de Energía había concluido que la pandemia probablemente se originó a partir de una fuga de laboratorio en el Instituto de Virología de Wuhan, en China: Una conclusión a la que también ha llegado el FBI.
Sin embargo, la Casa Blanca afirmó el 28 de febrero que «no hay consenso» en el gobierno de EE.UU. sobre los orígenes de la pandemia, haciéndose eco del mensaje inconcluso de la evaluación previa (pdf) de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI).
Según la carta del lunes, los senadores recibieron una actualización clasificada de ODNI después de que se publicó el informe del Wall Street Journal, basándose en la evaluación desclasificada (pdf) que la oficina había publicado anteriormente.
Sin embargo, a pesar de esa actualización, los senadores cuestionaron las credenciales de los miembros del personal de la ODNI que habían publicado la evaluación anterior, alegando que la oficina no había sido transparente con el Congreso o el público estadounidense “al estandarizar las conclusiones de la agencia y, por lo tanto, ignorar la amplitud de los conocimientos científicos y otra experiencia en cada agencia”.
“La investigación sobre los orígenes del COVID-19 ha sido ofuscada por la falta de cooperación del gobierno comunista chino”, señalaron. “Nosotros y el público estadounidense esperamos un mejor comportamiento de nuestro propio gobierno”.
Además de los materiales solicitados a la comunidad de inteligencia, los legisladores también pidieron un informe detallado sobre el proceso de ODNI para desarrollar su informe final, incluyendo cómo los registros de los organismos fuera de la comunidad de inteligencia -como los Institutos Nacionales de Salud y Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)- se obtuvieron y utilizaron en el análisis.
“Es hora de que la Administración desclasifique las evaluaciones, ponga la información a disposición del público y comience a reconstruir la confianza del público a través de la transparencia”, sostuvieron los senadores.
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