La fiscalía de Michigan pedirá entre 10 y 15 años de cárcel para dos padres cuyo hijo fue responsable de un tiroteo en el que murieron cuatro alumnos del instituto Oxford en 2021.
James y Jennifer Crumbley son los primeros padres en Estados Unidos en ser considerados penalmente responsables de un tiroteo en una escuela. Ambos fueron declarados culpables de homicidio involuntario en juicios separados a principios de este año.
Según un escrito presentado por los fiscales el 3 de abril, la Sra. Crumbley, de 46 años, mostró una «escalofriante falta de remordimiento» por el papel de su hijo en los hechos, mientras que el Sr. Crumbley, de 47 años, «no ejerció ni la más mínima medida de cuidado ordinario» que podría haber evitado las trágicas muertes.
Los alumnos Madisyn Baldwin, de 17 años; Tate Myre, de 16; Hana St. Juliana, de 14; y Justin Shilling, de 17, murieron en el tiroteo.
La pena máxima de prisión impuesta a los padres es de 15 años por los cuatro cargos, cada uno de los cuales representa a uno de los estudiantes asesinados por su hijo Ethan.
Los padres no están acusados de haber tenido conocimiento del plan de su hijo para asesinar a los adolescentes. Sin embargo, los fiscales afirman que no tomaron las medidas adecuadas para guardar bajo llave una pistola en su casa, que se utilizó en los asesinatos, además de haber ignorado señales de advertencia relativas a la salud mental de su hijo.
La sentencia está fijada para el 9 de abril, fecha en la que se determinará si los Crumbley pueden optar por la libertad condicional. Los dos años y medio que los padres pasaron en la cárcel del condado de Oakland se contarán como tiempo cumplido.
Al parecer, ambos progenitores esperan evitar la cárcel, según el documento de la fiscalía. Sin embargo, los fiscales argumentaron que los casos de los padres requerían sentencias que exceden el rango de las directrices de asesoramiento, ya que la «negligencia grave de los padres cambió toda una comunidad para siempre».
«Semejante propuesta de sentencia es una bofetada a la gravedad de la tragedia causada por la grave negligencia de la acusada, a las víctimas y a sus familias», dijo el fiscal adjunto Marc Keast, refiriéndose a la Sra. Crumbley.
Ninguno de los abogados de los padres confirmó aún si apelarán las condenas.
Los Crumbley habían visitado la escuela el día del tiroteo para reunirse con los profesores y funcionarios de la escuela por un dibujo que había hecho su hijo, que entonces tenía 15 años, en el que aparecían una pistola y una bala, así como una figura herida. El dibujo de una tarea de matemáticas también incluía frases como «Los pensamientos no paran» y «Ayúdenme».
Tras la reunión en el colegio, los Crumbley abandonaron el centro sin su hijo y volvieron al trabajo. Pocas horas después, Ethan sacó una pistola Sig Sauer de 9 mm de su mochila y empezó a disparar.
Al parecer, las autoridades escolares aconsejaron a los padres que buscaran ayuda médica para la salud mental de Ethan, pero no siguieron la recomendación de la escuela.
En aquel momento, el personal de la escuela desconocía que el arma utilizada en el tiroteo había sido comprada por su padre pocos días antes y que se parecía a la del dibujo, según revelaron los testimonios del juicio.
Ethan cumple ahora cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Se declaró culpable de asesinato y terrorismo por sus actos.
Además, según su memorando de sentencia, el Sr. Crumbley supuestamente profirió múltiples amenazas cargadas de improperios contra la fiscal Karen McDonald.
En una llamada desde la cárcel antes del juicio, dijo: «Karen McDonald, vas a caer». En otras llamadas, amenazó con represalias.
«Estoy … en furia, Karen. Sí, Karen McDonald. Será mejor que estés… asustada», dijo el 3 de enero, según el Sr. Keast.
Según la NBC, algunas fuentes confirmaron que el Sr. Crumbley supuestamente dijo a su hermana durante varias llamadas telefónicas que su objetivo en la vida iba a ser destruir a la Sra. McDonald. El juez dictaminó más tarde que el Sr. Crumbley no debería tener uso de un teléfono o tableta mientras estuviera en la cárcel.
El memorando de sentencia también muestra que el Sr. Crumbley cree que fue condenado injustamente.
«Me siento fatal por lo que pasó y haría cualquier cosa por poder volver atrás en el tiempo y cambiarlo. Pero no puedo. Y no tuve nada que ver con lo que pasó», escribió James Crumbley, según la nota de la fiscalía. «No sé por qué mi hijo hizo lo que hizo. Él es el único que lo sabe».
Los abogados de los Crumbley no hicieron más comentarios sobre el memorando de sentencia.
Con información de Associated Press.
De NTD News.
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