UVALDE, Texas. Los tejanos que visitaron Uvalde -el sitio de un tiroteo masivo en el que murieron 19 niños y dos profesoras la semana pasada- señalaron que tenían sentimientos encontrados sobre la visita del presidente Joe Biden a la ciudad.
El domingo, el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden visitaron un monumento improvisado cerca de la Escuela Primaria Robb en Uvalde. La Casa Blanca dijo que se reuniría con las familias y que no daría un discurso público.
Cientos de lugareños y visitantes rodearon lentamente el memorial improvisado en la plaza del pueblo de Uvalde el domingo. Un manto sombrío se cernía sobre la plaza cubierta de hierba, a la sombra de árboles gigantes. La fuente se había convertido en la pieza central del monumento, rodeada de cruces blancas con los nombres de cada víctima. Montones de flores, juguetes para niños, mensajes y velas abrazaban cada cruz.
En un momento, mientras Biden estaba haciendo una aparición pública, sugirió que las medidas de control de armas podrían estar sobre la mesa. Un transeúnte gritó: “Haz algo”, a lo que Biden respondió: “Lo haremos”.
Raúl Nolasco, residente de Uvalde y hermano del alguacil del condado de Uvalde, Rubén Nolasco, le dijo a The Epoch Times que culpa a la disminución de los estándares morales.
“La parte más difícil de ver es el colapso de nuestra cultura. Y la vida ya no es la misma. El cambio en nuestra sociedad es cada vez peor”, dijo. “Como todos podemos ver, no se va en la dirección correcta”.
“Esto sucedió en un pequeño pueblo donde nunca, nunca, nunca pensarás que algo así podría suceder”, dijo Nolasco, quien solía trabajar en la Escuela Secundaria Uvalde como su oficial de ausentismo.
“Es realmente la ruptura de la familia. La estructura social, la célula de la sociedad, es la familia. El problema principal es la falta de una figura paterna. Esto ha sucedido lentamente y es difícil ver cómo comenzó, pero comenzó con la ruptura de la familia”, dijo Nolasco.
Cuando se le preguntó si tenía algún sentimiento sobre la visita de Biden a Uvalde, Nolasco miró su reloj y dijo: ‘¿A qué hora se va?’
“¿Quién está criando a los niños ahora?” preguntó retóricamente. “Así que van a pandillas, juegan [videojuegos]… no es un estilo de vida saludable. Eso no conduce a nada bueno”.
Alex Alvarado, residente de Dallas, estaba de vacaciones con su esposa en San Antonio y decidieron conducir las 90 millas hasta Uvalde ese día para presentar sus respetos.
“Tengo tres hijas. Como padre, lo siento por los padres de esos niños”, dijo Alvarado a The Epoch Times el domingo. “Así que estoy aquí para mostrar mi apoyo, que no están solos. Y cualquier cosa que necesiten como ciudadanos de este gran país, estoy aquí para apoyarlos”.
“Tengo un sentimiento profundo, no puedo explicarlo. No puedo imaginar por lo que esos padres están pasando. Dolor, pena, tristeza, quiero decir que esto no debería haber sucedido”.
Alvarado dijo que no sabía los detalles de la visita del presidente Joe Biden a Uvalde, pero dijo que era bueno que planeara reunirse con las familias de las víctimas asesinadas.
“No estoy en contra de Biden, pero también tengo sentimientos encontrados sobre él”, dijo Alvarado. “No es como si pudiera tomar una varita mágica y arreglarlo todo”.
Víctor González condujo 650 millas desde Benton, Arkansas, hasta Uvalde. Instaló su parrilla en su tienda Tractor Supply el 28 de mayo y cocinó hamburguesas y perritos calientes gratis “hasta que nos quedamos sin comida”.
González dijo que era importante que viniera, “porque como ser humano si no sientes pena y tristeza en tu corazón, algo te pasa”. Dijo que la comida para Uvalde había sido donada por Performance Food Group en Little Rock.
No estaba entusiasmado con la visita de Biden. “Realmente no creo que se trate de Biden en este momento. No se trata de política”, dijo González.
“Veo a mucha gente unida”.
Alyssa Barrientos, de 20 años, se detuvo en cada cruz y colocó una flor, con lágrimas corriendo por su rostro.
También colocó una carta en el memorial de Alexandria Rubio, la hija del ayudante del alguacil de Uvalde, Félix Rubio.
«Solo he dicho que lamento que esto haya sucedido. No debería haber ocurrido. Solo decía que los políticos y los presidentes del futuro deberían resolver este problema en nuestro país», relató Barrientos el contenido de su carta.
«Y solo les dije que, en noviembre, cuando vote aquí en Texas, los tendré en mi mente. Los tendré en mente en cada elección futura en la que vote».
Elise Reyes, de San Antonio, dijo que se alegra de que Biden haya venido hoy a Uvalde.
“Escuché que va a hablar con las familias. Espero que se haga algo”, dijo. “La reforma de las armas debe suceder. Con seguridad. No creo que nadie necesite tener un AR-15”.
“Es una locura que esto haya sucedido. Desde lo que ocurrió en Columbine hasta ahora, han pasado tantos años y no se ha hecho nada. Así que es solo un sentimiento surrealista”.
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