Una sheriff de Virginia anunció el martes que su oficina ha abandonado su cooperación voluntaria con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
En una carta a varias organizaciones proinmigración, Beth Authur dijo que su oficina dejará de tomar medidas no obligatorias contra los inmigrantes ilegales a partir del 20 de diciembre.
«La ACSO (Oficina del Sheriff del Condado de Arlington) ya no reconocerá ninguna solicitud de ‘acción voluntaria’ del ICE ni colocará la información en nuestro sistema de gestión de registros», escribió. «La oficina del sheriff ya no se pondrá en contacto con ICE para cualquier liberación de nuestras instalaciones, para incluir cargos por delitos graves».
Sin embargo, Arthur dijo que su oficina seguirá cumpliendo la ley de Virginia que exige a los sheriffs de las instalaciones correccionales y cárceles preguntar si una persona nació fuera de Estados Unidos o es ciudadano de un país distinto de Estados Unidos cuando son puestos bajo custodia por un delito grave.
Su oficina también seguirá aplicando las órdenes firmadas judicialmente de ICE, dijo.
La sheriff dijo que hizo los cambios de política después de asistir a un evento comunitario organizado por algunas organizaciones proinmigración, incluyendo La ColectiVa, Legal Aid Justice, y el Proyecto Nacional de Inmigración del Gremio Nacional de Abogados.
«He escuchado las preocupaciones y los impactos con una mente abierta, y también he consultado con mi abogado, y considerado cuidadosamente toda la información que se me dio», dijo en la carta antes de elaborar en los detalles de sus cambios de política.
The Epoch Times se puso en contacto con la oficina del gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, para pedirle comentarios.
Las detenciones en la frontera alcanzan un nivel récord
Los agentes fronterizos estadounidenses detuvieron en noviembre a un número récord de inmigrantes ilegales en la frontera con México.
Los agentes registraron 233,740 aprehensiones y detuvieron a 204,155, batiendo fácilmente los récords anteriores en ambas categorías. Algunos inmigrantes ilegales fueron detenidos varias veces tras cruzar a Estados Unidos.
Las aprehensiones comenzaron a dispararse a principios de 2021, tras la toma de posesión de Biden, y no han disminuido desde entonces. Bajo el mandato de Biden, Estados Unidos ya ha batido récords en cuanto a detenciones en un año natural y en un año fiscal. Y en los dos primeros meses del año fiscal 2023, que incluye noviembre, las cifras son más altas que nunca.
Troy Miller, comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP, por sus siglas en inglés) —en el cargo después de que Biden destituyera al anterior comisionado, Chris Magnus— dijo en un comunicado que las nuevas cifras demuestran que la agencia está trabajando duro.
«La actualización operativa de este mes refleja la dedicada fuerza de trabajo de la CBP que aplica diligentemente nuestras leyes relativas a la inmigración, al mismo tiempo que incauta fentanilo y otros contrabandos, garantiza la seguridad económica de Estados Unidos y facilita los viajes y el comercio», dijo Miller.
El líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), señaló las nuevas cifras, diciendo en un comunicado que la administración «quiere enterrar la historia de nuestra crisis fronteriza cada vez peor con este vertedero de noticias del viernes por la noche, justo antes de Navidad».
Dejan a inmigrantes ilegales cerca de la casa de Harris
El enorme número de cruces fronterizos ilegales ha añadido mucha presión a los estados fronterizos, y algunos gobernadores republicanos, incluidos el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, han estado transportando a los inmigrantes ilegales a ciudades gobernadas por demócratas para trasladar parte de la presión a los políticos del otro partido.
Los destinos elegidos por los republicanos incluyen Nueva York, Filadelfia y el Distrito de Columbia.
Tres autobuses procedentes de Texas dejaron a familias de inmigrantes ilegales cerca de la casa de la vicepresidenta Kamala Harris en Nochebuena.
Los autobuses que llegaron la noche del sábado frente a la residencia de Harris transportaban alrededor de 110 a 130 personas, según Tatiana Laborde, directora gerente de SAMU First Response, una agencia de ayuda que trabaja con la ciudad de Washington para atender a miles de migrantes que han sido trasladados en los últimos meses.
Laborde dijo que los empleados tenían mantas preparadas para las personas que llegaron en Nochebuena y las trasladaron rápidamente a autobuses que esperaban para llevarlas a una iglesia de la zona.
Una cadena local de restaurantes donó la cena y el desayuno.
Con información de Zachary Stieber y Associated Press.
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