7 consejos para ser un mejor cónyuge en su matrimonio

Tomar medidas para mantener un matrimonio feliz y sano—empieza por uno mismo

Por Mike Donghia
04 de julio de 2024 7:11 PM Actualizado: 04 de julio de 2024 7:15 PM

Si está casado, su matrimonio es una de las relaciones más importantes de su vida. El éxito de su matrimonio probablemente dictará cómo van las cosas en todas las áreas de su vida, y la satisfacción que sienta de esa relación probablemente influirá en la satisfacción que sienta con su vida en general.

Para tener un matrimonio más fuerte, debe ser un mejor cónyuge. En lugar de intentar cambiar a su cónyuge, cámbiese a usted mismo. No hay mayor acto de persuasión que el ejemplo vivo de alguien que da el primer paso.

Mejorar como cónyuge no es complicado. La siguiente lista le servirá de inspiración, pero es probable que usted mismo pueda elaborar una lista similar. La pregunta es: «¿Hasta qué punto lo desea?». ¿Está dispuesto a hacer la inversión porque ve que los beneficios son grandes? Si es así, no tendrá ningún problema en hacerlo realidad. Debe creer que su matrimonio vale la pena y que el cambio real es posible.

Una vez que haya consolidado esa creencia, es cuestión de elaborar un plan de juego, ejecutarlo cada día y revisar sus progresos de vez en cuando.

Aquí 7 consejos en los que yo mismo estoy trabajando para convertirme en un mejor marido para mi mujer, Mollie:

1. Sienta curiosidad por la vida interior de su cónyuge

Al igual que usted, su cónyuge tiene sueños y temores sobre el futuro, cosas que le encantan y un flujo constante de pensamientos. Al mostrar interés por esta parte de su ser, expresa su deseo de conocer su versión más profunda.

2. Encontrar formas de divertirse juntos

Las amistades suelen forjarse compartiendo intereses, aficiones y pasatiempos, pero éstos pueden desaparecer incluso de los mejores matrimonios cuando otras actividades compiten por nuestro tiempo. Al asociar su tiempo juntos con actividades agradables, llegarán a verse más genuinamente como una fuente de placer y deleite.

3. Compartir metas y objetivos comunes

Si no se están acercando, se están distanciando. No conozco mejor manera de fortalecer una relación que perseguir un sueño común o un logro difícil. Esto infundirá un sentimiento de aventura y compañerismo en su matrimonio y la sensación de que son dos compañeros que se enfrentan juntos al mundo.

4. Crear una vida hogareña cálida y feliz

El afecto, en sus múltiples formas, es la base de un matrimonio sano. Una cosa es tratarse con respeto y tener una relación de pareja productiva, pero un matrimonio afectuoso se construye sobre el cariño mutuo. Puede cultivar estos sentimientos agradables de muchas maneras, incluyendo el contacto físico, las miradas cálidas, las sonrisas compartidas y otros pequeños gestos que demuestren que no sólo quiere a la otra persona, sino que le gusta mucho.

5. Ofrezca palabras que le edifiquen

Cuando uno se acerca a una persona y se siente cómodo con ella, como inevitablemente ocurrirá con su cónyuge, es habitual que baje la guardia con sus palabras. Es más probable que diga exactamente lo que se le ocurra y ofrezca más comentarios y críticas de lo que haría con un desconocido o un amigo al que no ve muy a menudo.

La forma de combatir esta familiaridad es ofrecer intencionalmente palabras para edificar a su cónyuge, señalar sus puntos fuertes y colmarlo de gratitud genuina por las formas ordinarias en que hace que su vida sea mejor.

6. Busque formas de aligerar su carga

Compartir la vida en pareja significa querer lo mejor para su cónyuge. Aunque eso conlleva muchos beneficios, también significa dividir el peso de las responsabilidades para que ninguno de los cónyuges se sienta agobiado. Una regla empírica que tengo para mí es no descansar por la noche hasta que sepa que mi mujer puede descansar también. Hay excepciones, por supuesto, pero en un matrimonio desinteresado, la entrega va en ambos sentidos.

7. Perdonar con rapidez y dejar atrás los malos ratos

Uno de los obstáculos de pasar tanto tiempo juntos y vivir bajo el mismo techo es que uno no puede ocultar fácilmente su mal humor o frustraciones como podría hacerlo con un amigo más ocasional. En mi opinión, un buen cónyuge se esfuerza por evitar la autocompasión y el regodeo en el mal humor. En lugar de eso, aprende a hablar de ello y a encontrar formas sanas de procesar esas emociones sin hundir a su cónyuge.

La inversión aviva el fuego del amor

Convertirse en un mejor cónyuge no ocurrirá de la noche a la mañana. Como cualquier hábito, se necesita tiempo para que estas elecciones se vuelvan sinceras y automáticas. A menudo me doy cuenta de que cuanto más invierto en mi matrimonio, más amor y afecto siento hacia mi esposa. Tenemos una forma curiosa de seguir la corriente de lo que nuestro corazón y nuestra mente nos dicen que es valioso.

Por lo tanto, animaría a cualquier persona casada, o a cualquier persona con un amigo cercano, a empezar a tomar estas medidas incluso antes de sentir que lo necesitan. Los sentimientos seguirán a las acciones.


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