MINNEAPOLIS —Simone Biles vuelve a los Juegos Olímpicos. Y también algunas de sus amigas.
La superestrella de la gimnasia consiguió un tercer viaje al mayor escenario de su deporte al imponerse en los ensayos olímpicos de Estados Unidos el domingo por la noche, con un total de 117,225 en el concurso completo de los dos días, lo que le valió el único puesto automático en el equipo de cinco mujeres.
Tres años después de los Juegos Olímpicos de Tokio —donde se retiró de varias finales para dar prioridad a su seguridad, y se convirtió en una piedra angular sobre la importancia de la salud mental en el proceso— Biles vuelve a los Juegos tal vez tan bien como siempre a los 27 años.
«Confiando en el proceso y en [mis entrenadores], sabía que volvería», dijo Biles.
Biles no irá sola.
Sunisa Lee, vigente campeona olímpica, Jade Carey, campeona olímpica de suelo en 2020, Jordan Chiles, medalla de plata olímpica en 2020, y Hezly Rivera, de 16 años, fueron nombradas para el equipo de cinco mujeres el domingo por la noche. Joscelyn Roberson y Leanne Wong son las suplentes.
El viaje a Francia nunca ha estado en duda para Biles desde que regresó el verano pasado de una pausa de dos años. Todo lo que ha hecho en los últimos 12 meses ha sido ganar su sexto título mundial de all-around, y sus octavo y noveno campeonatos nacionales —ambos récords— además de consolidar su estatus como la mejor de la historia en su deporte.
Biles será una favorita prohibitiva para revalidar el oro olímpico que ganó en 2016, aunque tiene mucho que trabajar antes de las eliminatorias femeninas del 28 de julio.
Biles retrocedió después de realizar su salto Yurchenko double pike, un testimonio tanto de la dificultad del salto como de la inmensa potencia que genera durante una habilidad que pocos gimnastas masculinos intentan, e incluso menos aterrizan tan limpiamente.
Biles saltó de la viga después de fracasar en su salto lateral, aunque no se sintió tan frustrada como en su descuidada actuación del viernes, en la que pronunció un insulto a la vista de todo el mundo.
Biles terminó con broche de oro el ejercicio de suelo, su prueba estrella. Aunque hubo un pequeño paso fuera de los límites, no faltaron las inigualables volteretas de categoría mundial, que hace poco suscitaron el aplauso de la estrella del pop Taylor Swift, cuya canción «Ready For It» abre la rutina de Biles.
Biles bajó del podio en medio de una gran ovación y se sentó en lo alto de la escalinata para asimilar el momento en la que podría ser su última ronda competitiva en suelo estadounidense durante bastante tiempo.
La próxima parada será París, donde las estadounidenses intentarán volver a lo más alto del podio tras quedar segundas por detrás de Rusia hace tres años.
Sin embargo, la Biles que pisará la pista del Bercy Arena dentro de cuatro semanas no es la misma que salió de Tokio.
Simone Biles se dirige a sus terceros Juegos Olímpicos después de terminar primera en las pruebas olímpicas de Estados Unidos en Minneapolis el 30 de junio de 2024.
Ha tomado medidas intencionadas para asegurarse de que su vida ya no esté definida por su gimnasia. Biles se casó con el safety de los Chicago Bears Jonathan Owens en la primavera de 2023, y ambos están construyendo una casa en los suburbios del norte de Houston a la que esperan mudarse poco después de que Biles regrese de París.
Biles se dirige a Francia como quizás el rostro del movimiento olímpico estadounidense, aunque es muy consciente de que más de unos pocos de los millones de personas que la sintonizarán para verla estarán comprobando si resurgen los demonios que la descarrilaron en Tokio.
Y aunque todavía tiene momentos de ansiedad —incluso en los campeonatos del mundo del año pasado— ha tomado medidas para protegerse. Se reúne con un terapeuta semanalmente, incluso durante la temporada de competición, algo que no hizo en la preparación para los Juegos de 2020.
Biles y las otras cuatro mujeres que la acompañarán en Francia parten como grandes favoritas, sobre todo teniendo en cuenta que Rusia, vigente campeona olímpica, no podrá competir como parte de las secuelas de la guerra en Ucrania.
Las estadounidenses llevarán a los Juegos Olímpicos al equipo femenino más veterano de su historia, ya que la inigualable longevidad de Biles —no ha perdido una competición que haya empezado y terminado desde 2013-—y la flexibilización de las normas sobre nombre, imagen y semejanza a nivel de la NCAA han permitido a Carey (24 años), Chiles (23) y Lee (21) seguir compitiendo y, al mismo tiempo, sacar provecho de su nueva fama.
Se han basado en esa experiencia para volver a este momento durante una competición a veces angustiosa en la que las principales contendientes, Shilese Jones, Skye Blakely y Kayla DiCello, tuvieron que abandonar con lesiones en las piernas que las apartaron de la competición semanas antes de las ceremonias de apertura.
Por Will Graves
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