La medallista de oro olímpica, Simone Biles, y docenas de otras mujeres que dicen haber sido agredidas sexualmente por el médico deportivo Larry Nassar pretenden conseguir más de mil millones de dólares del FBI por no haber detenido al acusado cuando la agencia recibió las primeras denuncias en su contra, dijeron sus abogados el 8 de junio.
«Es hora de que el FBI rinda cuentas», dijo Maggie Nichols, gimnasta campeona nacional en Oklahoma entre 2017 y 2019.
Nassar se declaró culpable en 2017 y está cumpliendo décadas en prisión, pero después de que las acusaciones fueran reportadas al FBI, agencia que ha reconocido haber manejado mal el asunto, sus agresiones se prolongaron.
Según la ley federal, una agencia gubernamental tiene seis meses para responder a las reclamaciones por agravio presentadas este miércoles. Dependiendo de la respuesta del FBI, podrían presentarse demandas judiciales. El FBI no respondió a una solicitud de comentarios.
En otro caso, cuando la agencia recibió un aviso unas cinco semanas antes de que 17 personas fueran asesinadas en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida, y nunca lo transmitió a su oficina en el sur de Florida, el gobierno acordó pagar más tarde unos 130 millones de dólares a las familias de los muertos y heridos.
Los aproximadamente 90 demandantes en el nuevo caso incluyen a Biles, Aly Raisman y McKayla Maroney, todas medallistas de oro olímpicas, según Manly, Stewart & Finaldi, un bufete de abogados de California. Otras 13 reclamaciones fueron presentadas en abril.
«Si el FBI se hubiera limitado a hacer su trabajo, Nassar habría sido detenido antes de que tuviera la oportunidad de abusar de cientos de niñas, incluida yo», dijo la exgimnasta de la Universidad de Michigan, Samantha Roy.
Las acusaciones de agresión sexual fueron denunciadas por primera vez al FBI en julio de 2015 por Stephen Penny, un funcionario de USA Gymnastics. Los funcionarios de la organización de gimnasia acudieron después a otra oficina del FBI porque la oficina parecía hacer poco al respecto.
Un informe del inspector general para la investigación del Departamento de Justicia (DOJ) encontró que el FBI no respondió a las acusaciones contra Nassar «con la máxima seriedad y urgencia que las acusaciones merecían y requerían», incluyendo el hecho de no alertar a las autoridades estatales o locales sobre las acusaciones.
Además, dos funcionarios del FBI mintieron durante sus entrevistas para encubrir o minimizar lo sucedido, dijo el inspector general Michael Horowitz.
«El FBI me hizo sentir que mi abuso no contaba», dijo Raisman en una audiencia en el Congreso en 2021.
Christopher Wray, el director del FBI, dijo más tarde en la audiencia que estaba «profundamente apenado por lo que nuestra gente hizo».
«Lamento especialmente que haya habido gente en el FBI que tuvo su propia oportunidad de detener a este monstruo allá en 2015 y falló. Eso es inexcusable», añadió Wray.
El Departamento de Justicia, la agencia matriz del FBI, decidió en dos ocasiones no procesar a los agentes implicados.
La última decisión se anunció en mayo.
«Esta decisión se obtuvo después de múltiples revisiones y análisis de las evidencias reunidas en la investigación de los antiguos agentes y refleja la recomendación de fiscales experimentados. No refleja en modo alguno la opinión de que la investigación sobre Nassar se haya llevado a cabo como debía, ni tampoco refleja en modo alguno la aprobación o el desprecio de la conducta de los antiguos agentes», dijo entonces la agencia.
Uno de los agentes, W. Jay Abbott, se retiró en 2018. El otro, Michael Langeman, fue despedido el año 2021.
Con la contribución de Mimi Nguyen Ly e información de The Associated Press
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