Las operaciones de espionaje de la China comunista, incluido el robo de propiedad intelectual en tecnología y otros secretos comerciales, plantean amenazas significativas para Occidente y «no tienen precedentes en la historia de la humanidad», advirtieron los jefes de inteligencia de la alianza Five Eyes.
En una entrevista con «60 Minutes» de CBS News el 22 de octubre, los líderes de inteligencia de la alianza Five Eyes compartieron sus preocupaciones sobre las amenazas del Partido Comunista Chino (PCCh), lo que significa para las democracias, así como el mensaje que quieren enviar a Beijing.
La alianza Five Eyes se fundó después de la Segunda Guerra Mundial como una alianza de inteligencia compuesta por Australia, Canadá, el Reino Unido, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
El régimen chino «es la amenaza que define a esta generación… No hay ningún país que represente una amenaza más amplia y completa a nuestras ideas, nuestra innovación, nuestra seguridad económica y, en última instancia, nuestra seguridad nacional», dijo el director del FBI, Christopher Wray.
El jefe del FBI dijo que las operaciones de espionaje del PCCh podían verse en muchos campos, incluidos la agricultura, la aviación, la biotecnología, la atención médica, la robótica y la investigación académica. Además, el robo de tecnología por parte de Beijing no se limita a las grandes empresas, como las compañías Fortune 100, sino que se extiende a empresas emergentes más pequeñas.
«Probablemente tengamos alrededor de 2000 investigaciones activas que están simplemente relacionadas con el esfuerzo del gobierno chino por robar información», dijo Wray.
“Sin precedentes en la historia de la humanidad”
El régimen chino utiliza muchas herramientas para sus operaciones de espionaje, incluida la piratería informática. Wray dijo que el PCCh tiene «el programa de piratería informática más grande del mundo, con diferencia, más grande que el de cualquier otra nación importante combinada… robó más datos personales y corporativos que todas las naciones, grandes o pequeñas, juntas».
En septiembre, el Departamento de Estado reveló que piratas informáticos vinculados al PCCh habían violado en secreto miles de cuentas de correo electrónico de agencias gubernamentales estadounidenses, afectando a funcionarios como la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, el embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns, y el subsecretario de Estado para Asia Oriental, Daniel Kritenbrink.
Mike Burgess, director de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad, enfatizó que la escala de los esfuerzos de espionaje del PCCh «no tiene precedentes».
«Todos los países espían. Nuestros países espían. Todos los gobiernos tienen la necesidad de estar informados de forma encubierta. Todos los países buscan ventajas estratégicas», dijo Burgess. «Pero el comportamiento del que estamos hablando aquí va mucho más allá del espionaje tradicional. Esta escala de robo no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Y es por eso que lo denunciamos».
El jefe de inteligencia canadiense, David Vigneault, habló en «60 Minutes» sobre los riesgos para la seguridad nacional asociados con la compra de tierras o propiedades por parte de empresas chinas cerca de áreas sensibles y estratégicas en Canadá para operaciones de espionaje.
Wray dijo que las empresas chinas también han intentado “adquirir negocios, terrenos, infraestructura… en Estados Unidos de una manera que representa preocupaciones de seguridad nacional”.
En 2022, funcionarios estadounidenses hicieron sonar la alarma cuando una empresa agrícola china y su filial, Fufeng USA, que tiene vínculos con el PCCh, compraron cientos de acres de tierras agrícolas en Grand Forks, Dakota del Norte, cerca de la base de la Fuerza Aérea de Grand Forks.
Desde 2016, Guanghui Energy Co. Ltd., propiedad del multimillonario chino Sun Guangxin, quien supuestamente está relacionado con el PCCh, comenzó a comprar hasta 140,000 acres de tierras agrícolas en la ciudad fronteriza de Del Río, junto a la Base de la Fuerza Aérea Laughlin. La empresa afirmó que utilizaría el terreno para construir turbinas eólicas.
Según Ken McCallum, director general de la agencia de inteligencia del Reino Unido, MI5, el robo por parte del PCCh se produce a través de diversos medios. Los empleados de empresas que son objeto de espías chinos suelen ser manipulados sin su conocimiento.
«Hemos visto, por ejemplo, el uso de sitios de redes profesionales para llegar de manera enmascarada y disfrazada a personas en el Reino Unido, ya sea que tengan autorización de seguridad o que estén trabajando en áreas interesantes de la tecnología», dijo McCallum.
«Hemos visto más de 20,000 ejemplos de ese tipo de enfoque encubierto hacia personas en el Reino Unido que tienen información que el Estado chino desea tener en sus manos», añadió.
Represión transnacional
Los jefes de inteligencia dijeron que la amenaza del PCCh no consiste sólo en campañas de espionaje, sino que también implica atacar a los disidentes chinos que viven en el extranjero. Wray citó un ejemplo del esfuerzo del PCCh por intimidar y reprimir a un candidato al Congreso estadounidense que criticaba a Beijing.
«Los esfuerzos fueron inicialmente para tratar de ver si podían encontrar información indecente sobre el candidato para descarrilar su candidatura. Y luego tratar de inventar información inmunda, sólo ficción, sobre el candidato. Y luego, si eso no funcionaba, Incluso se habló de que el candidato sufriera un horrible accidente», dijo el Sr. Wray.
Ese fue el caso de Xiong Yan, un veterano del ejército estadounidense y aspirante al Congreso en la ciudad de Nueva York, que fue atacado por el PCCh en marzo del año pasado cuando buscaba la nominación demócrata para postularse para el Congreso, en representación de un distrito de Long Island. Durante mucho tiempo había sido blanco del PCCh por su participación como líder estudiantil en las protestas de la Plaza de Tiananmen de 1989 y por su posterior apoyo a las protestas a favor de la democracia en Hong Kong.
El Departamento de Justicia ha acusado a un presunto agente chino que contrató a un investigador privado (IP) en Nueva York para fabricar un escándalo político con la esperanza de socavar la campaña al Congreso del Sr. Xiong. Al no conseguirlo, en agente animó al investigador privado a dañar físicamente a Xiong, golpeándole u obligándole a sufrir un accidente de coche.
El Sr. Wray también mencionó la Operación Fox Hunt del PCCh, que tiene como objetivo perseguir a los disidentes en el extranjero mediante tácticas que implican acoso, intimidación o amenazas a sus familiares en China, con la intención de coaccionar el regreso de estos individuos a China para ser procesados.
En junio de este año, un tribunal federal de Brooklyn condenó a tres personas por intimidar a una familia de Nueva Jersey y presionarla para que regresara a China en nombre del PCCh.
“Amenaza a nuestra forma de vida”
En medio de la creciente preocupación por el robo de tecnología por parte del PCCh, altos funcionarios de inteligencia de la alianza Five Eyes se reunieron en California el 17 de octubre. Mantuvieron conversaciones con 15 ejecutivos de Silicon Valley y la Universidad de Stanford para abordar la amenaza inminente que plantea el régimen chino, con el objetivo de salvaguardar la propiedad intelectual de sus respectivas empresas.
El programa de espionaje chino «es una amenaza a nuestra forma de vida en varios sentidos», advirtió Wray.
«La primera es que cuando la gente habla de robar innovación o propiedad intelectual, eso no es sólo un problema de Wall Street. Es un problema de Main Street. Eso significa empleos estadounidenses, familias estadounidenses, medios de vida estadounidenses y lo mismo para cada uno de nuestros cinco países directamente afectados por ese robo. No es un concepto abstracto. Tiene consecuencias de carne y hueso, en la mesa de la cocina».
Wray tiene un mensaje para el régimen chino: Si quiere «ser una gran nación, es hora de que empiece a actuar como tal».
Andrew Thornebrooke contribuyó a este artículo.
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