Sirios celebran la caída de Al-Assad mientras EE. UU. busca una transición política pacífica

Por Estela Hernandez
14 de diciembre de 2024 2:42 PM Actualizado: 14 de diciembre de 2024 2:42 PM

Miles de sirios se reunieron en la plaza principal de Damasco y en una mezquita histórica para asistir a las primeras oraciones musulmanas del viernes desde la destitución del expresidente Bashar al-Assad, marcando un momento simbólico en el cambio dramático de poder en el país. Los rebeldes trabajan ahora en establecer la seguridad y comenzar una transición política tras tomar la capital el domingo.

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, realizó una visita sorpresa a Irak el viernes, continuando con los esfuerzos para unificar a las naciones de Medio Oriente en apoyo de una transición política pacífica en Siria. Este viaje es parte de su duodécima visita a la región desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás el año pasado en Gaza, pero es su primera desde la caída de Al-Assad.

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken (2.º desde la derecha), asiste a una reunión informativa con el mayor general del Ejército de EE. UU., Kevin Leahy (derecha), comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada–Operación Resolución Inherente, en la sede de la Embajada de EE. UU. en Bagdad, Irak, el 13 de diciembre de 2024. (Andrew Caballero-Reynolds/Pool/AFP vía Getty Images)

Blinken llegó a Irak tras mantener conversaciones en Jordania y Turquía, país que respalda a algunas de las facciones insurgentes sirias. Hasta ahora, los funcionarios estadounidenses no han mencionado reuniones directas con los nuevos gobernantes de Siria.

La principal fuerza insurgente, el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ha trabajado para establecer seguridad y comenzar una transición política tras tomar Damasco el domingo por la mañana. El grupo ha intentado tranquilizar a una población sorprendida por la caída de Assad y preocupada por la presencia de yihadistas extremistas entre los rebeldes.

Los líderes insurgentes afirman que el grupo ha roto con su pasado extremista, aunque HTS sigue siendo catalogado como organización terrorista por Estados Unidos y países europeos.

El líder de HTS, Ahmad al-Sharaa, anteriormente conocido como Abu Mohammed al-Golani, apareció en un mensaje en video el viernes felicitando «al gran pueblo sirio por la victoria de la bendita revolución.»

“Los invito a salir a las plazas para expresar su felicidad sin disparar balas ni asustar a la gente”, dijo. “Y después trabajaremos para reconstruir este país”.

Sirios celebran en Damasco
Enormes multitudes, incluidos algunos insurgentes, llenaron la histórica Mezquita de los Omeyas en la ciudad vieja de la capital, muchos ondeando la bandera de la oposición rebelde, con sus tres estrellas rojas, que rápidamente ha reemplazado la bandera de la era de Assad, con sus dos estrellas verdes.

A pocas cuadras, en la mayor rotonda de Damasco, conocida como la Plaza de los Omeyas, se congregaron miles de personas, incluidas muchas familias con niños pequeños, un indicio de que, al menos hasta ahora, la transformación del país no ha causado una inestabilidad violenta.

«Una Siria unida para construir Siria», coreaba la multitud.

Un hombre en la multitud, Khaled Abu Chahine, de 51 años y originario de la provincia sureña de Daraa—donde estalló el levantamiento de 2011—dijo que esperaba «libertad y convivencia entre todos los sirios: alauitas, sunitas, chiítas y drusos».

El primer ministro interino, al-Bashir, había sido el líder de una administración de facto creada por HTS en Idlib, el enclave opositor en el noroeste de Siria. Los rebeldes estuvieron acorralados en Idlib durante años antes de que los combatientes lanzaran una ofensiva sorpresiva, atravesando Siria en 10 días.

Escenas similares de alegría se vivieron en otras ciudades importantes, como Alepo, Homs, Hama, Latakia y Raqqa.

EE.UU. y aliados buscan influir en una Siria que cambia rápidamente
Al-Sharaa, líder de HTS, ha prometido establecer un gobierno pluralista en Siria, intentando disipar los temores de muchos sirios, especialmente de las numerosas comunidades minoritarias, de que los insurgentes impongan un régimen extremista y radical.

Otro factor clave será obtener el reconocimiento internacional para un nuevo gobierno en un país donde múltiples potencias extranjeras tienen intereses en juego.

Los insurgentes árabes sunitas que derrocaron a Assad contaron con la ayuda vital de Turquía, un antiguo enemigo de los kurdos respaldados por EE.UU. Turquía controla una franja de territorio sirio a lo largo de la frontera compartida y respalda a una facción insurgente aliada con reservas a HTS, oponiéndose firmemente a cualquier avance de los kurdos sirios.

En otros acontecimientos, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, anunció que la embajada de Turquía en Damasco reabrirá el sábado por primera vez desde 2012, cuando cerró debido a la guerra civil siria.

Estados Unidos tiene tropas en el este de Siria para combatir los remanentes del grupo terrorista ISIS y respalda a combatientes liderados por kurdos que controlan gran parte del este del país. Desde la caída de Assad, Israel ha bombardeado sitios en toda Siria, argumentando que busca evitar que armas caigan en manos extremistas. También ha tomado el control de una franja del sur de Siria, cerca de la frontera con los Altos del Golán, denominándola una zona de amortiguamiento.

Tras conversaciones con Fidan, Blinken dijo que existe un “amplio acuerdo” entre Turquía y Estados Unidos sobre lo que les gustaría ver en Siria.

Esto incluye “un gobierno interino en Siria, inclusivo y no sectario, que proteja los derechos de las minorías y las mujeres” y que no “represente una amenaza para los vecinos de Siria”, explicó Blinken.

Por su parte, Fidan señaló que la prioridad es “establecer la estabilidad en Siria lo antes posible, evitar que el terrorismo gane terreno y garantizar que ni ISIS ni el PKK sean dominantes”, refiriéndose al grupo terrorista ISIS y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán.

Ankara considera al PKK dentro de sus fronteras un grupo terrorista, al igual que a las fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos en Siria.

En Bagdad, Blinken se reunió con el primer ministro iraquí Mohammed al-Sudani, señalando que ambos países quieren asegurarse de que ISIS—también conocido por su acrónimo árabe Daesh—no aproveche la transición en Siria para resurgir.

“Habiendo vuelto a encerrar a Daesh, no podemos permitir que salga, y estamos decididos a asegurarnos de que eso no ocurra”, afirmó Blinken.

Un funcionario estadounidense que informó a los medios dijo que Blinken enfatizó a al-Sudani la importancia de que Irak ejerza plena soberanía sobre su territorio y espacio aéreo para evitar que Irán transporte armas y equipos a Siria, ya sea para los seguidores de Assad o para el grupo terrorista Hezbolá en el Líbano.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.