Sobreviviente de la masacre de la plaza Tiananmen analiza su experiencia en 1989 comparándola con las protestas actuales que se viven en China.
China vive una serie de protestas desde el 26 de noviembre conocida como la revolución del papel en blanco contra las restricciones draconianas por el COVID-19 impuestas por el Partido Comunista Chino (PCCh) que se desencadenaron tras el incendio de un edificio residencial donde murieron al menos 10 personas donde se estiman incluso un número mayor donde se incluyen niños.
Yang Jianli, ahora radicado en EE. UU. y sobreviviente de la masacre de la plaza Tiananmen en 1989, dijo en una entrevista reciente a NTD en Español, medio afiliado a The Epoch Times, que en las protestas actuales en varias ciudades de la China comunista percibe “un espíritu es similar al de hace 33 años”.
El 4 de junio de 1989, Beijing ordenó a su ejército que dirigiera sus armas y tanques contra sus propios ciudadanos quienes se manifestaban en la plaza Tiananmen de la capital china a favor de la democracia y pidiendo reformas políticas. En ese momento se estimó que el número de muertos fue de al menos 3000 personas, donde se registraron además miles de personas heridas, detenidas, encarceladas y torturadas.
“Como alguien que participó en las protestas de Tiananmen en 1989, no puedo evitar sentir los reflejos de aquel momento con los acontecimientos que están ocurriendo ahora en China”, dijo Jianli. “Y creo que los jóvenes se unen para tener un esfuerzo conjunto tratando de impulsar el cambio”.
Sin embargo, también reconoció que existen diferencias significativas en las protestas actuales que en su mayoría son lideradas por jóvenes estudiantes.
“Una de las diferencias es que los manifestantes de ahora que se han alzado tardaron muy poco en exigir que el líder renuncie”, dijo, y en cambio agregó que “durante nuestra protesta en 1989, no llegamos tan lejos”.
Otra diferencia que encontró en las actuales protestas es la tecnología, que hace tres décadas no existía, lo que consideró “muy importante para el movimiento”.
“Así que el movimiento pudo extenderse muy rápidamente por todo el país–en gran parte gracias a la nueva tecnología, y el mundo se enteró de lo que está pasando, casi simultáneamente”, dijo, agregando que “eso es, muy, muy significativo”.
Tras las protestas pacíficas que se dispersaron rápidamente como pólvora en varias ciudades de China, las restricciones contra el COVID-19 se suavizaron desde el 30 de noviembre en algunas ciudades. Sin embargo, los funcionarios chinos aseguraron que la política de reducción a cero de COVID-19 continuará.
Sobre la flexibilización de las restricciones en varias ciudades de China, Jianli dijo “creo que este es el primer resultado directo de estas protestas—lo cual celebro”. Sin embargo, advirtió al mundo que no se debería subestimar la determinación que tiene el líder chino Xi Jinping y el régimen del PCCh para tomar medidas represivas.
Jianli afirmó que “estas protestas se han reducido por el miedo que la gente tiene a Xi Jinping y al régimen del PCCh. Y con eso reducido, creo que Xi Jinping hará todo lo posible en su poder para reavivar el miedo para afirmar su control”.
El sobreviviente de Tiananmen también consideró que es posible que los funcionarios chinos repriman las protestas, “y Xi Jinping hará uso de todos los recursos a su disposición para rechazar las nuevas protestas”, lo que según dijo, hará que el pueblo chino se confunda, por lo que advirtió no apartar la vista de lo que Xi Jinping pueda hacer.
Jianli sugirió que lo que Xi Jinping está tratando de hacer le recuerda a la película de “La lista de Schindler”, narró que en la película un judío da una sugerencia acertada a un oficial alemán pero su osadía no fue aceptada por el oficial, lo que generó que le dispararan en el momento a pesar de ordenar seguir sus sugerencias. “Así que eso es exactamente lo que Xi Jinping está tratando de hacer”, afirmó.
Respecto al impacto que Jianli percibe a partir de la llamada revolución del papel en blanco en China, dijo que las manifestaciones pudieron haber sorprendido al occidente y a la gente fuera de China, y explicó que “en los últimos años, mucha gente se ha creído la propaganda del PCCh, creyendo erróneamente que el pueblo chino apoya a Xi Jinping y al régimen del PCCh”.
Sin embargo, Jianli aseguró que esa realidad es opuesta.
“La realidad es que el pueblo chino no está satisfecho con Xi Jinping. No apoyan al gobierno y no han renunciado a su búsqueda de libertad y democracia—el hecho revelado por estos manifestantes es muy importante para el mundo”.
Asimismo, apenas unos días atrás—el 30 de noviembre—recorría en el mundo la noticia de la muerte del exlíder chino Jiang Zemin (de 1993 a 2003) quien subió al poder años más tarde de la masacre de la plaza Tiananmen. Jianli dijo que Jiang fue el “mayor beneficiario” de esa masacre, por lo que aseguró su muerte, no es un motivo para celebrar pero tampoco para lamentar.
“Durante su régimen, tuvo un muy, muy mal historial de derechos humanos”, dijo.
“En especial, lanzó una campaña contra los practicantes de Falun Gong, que implicó graves violaciones de los derechos humanos”, recordó sobre la persecución lanzada por Jiang en 1999 a los practicantes de la disciplina espiritual china también conocida como Falun Dafa, que se dio a conocer al público en 1992 y que consiste en enseñanzas morales basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, junto con ejercicios de meditación diarios.
“Pero en cualquier caso, su muerte nos recuerda que los líderes de China, cada uno de ellos en diferentes períodos ha perpetrado graves violaciones de los derechos humanos que no debemos olvidar”, dijo. “Y debemos mantener un registro para el futuro cuando tengamos una justicia transicional. Esta evidencia, este registro histórico, jugará un papel muy importante en el futuro”.
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