A un militar de la Guardia Nacional se le administró la vacuna contra el COVID-19 en lugar de la vacuna antigripal mientras estaba en proceso de solicitar una exención religiosa al mandato de la vacuna contra el COVID-19.
En noviembre de 2021, Matthew Bouchard, especialista de la Guardia Nacional de Maine, que tenía previsto dejar el ejército unos meses más tarde, preguntó a su cadena de mando si se le exigiría vacunarse anualmente contra la gripe.
Le dijeron que tenía que vacunarse contra la gripe y que al mismo tiempo podía rellenar un formulario para rechazar la vacuna contra el COVID-19, ya que solicitaba una exención religiosa del mandato de vacunación contra el COVID-19, declaró Bouchard en una entrevista para el programa «Crossroads» de EpochTV.
Cuando Bouchard entró en la sala de vacunación de la base militar de Maine, había dos filas de espera una al lado de la otra: una para la vacuna contra el COVID-19 y otra para la vacuna de la gripe, dijo.
Bouchard dijo que primero rellenó un formulario de rechazo a la vacuna contra el COVID-19 y se lo entregó a un oficial en la mesa de registro. A continuación rellenó un documento para la vacuna contra la influenza y se puso en la fila para esta vacuna.
Mientras esperaba su turno, el oficial que administraba las vacunas contra el COVID-19 se ofreció a ayudarle para acelerar el proceso de vacunación antigripal, ya que no había nadie esperando para vacunarse contra el COVID-19, explicó Bouchard.
«Me miró y me dijo: ‘Oye, si quieres vacunarte contra la gripe, ponte en esta fila de aquí'», relató Bouchard. «Inmediatamente me preocupé. … Parecía que me iban a aplicar la vacuna accidentalmente si me ponía en esa fila».
Bouchard se puso en la otra fila, pero el oficial que administraba las vacunas COVID-19 cambió repentinamente de opinión. Bouchard recordó que el oficial le dijo: «No importa, voy a hacer otra cosa. Puedes volver a tu fila». Bouchard volvió a su fila de vacunación contra la gripe y recibió la vacuna cuando llegó su turno.
Vacuna equivocada
Después de recibir su vacuna, Bouchard habló con el oficial que administraba las vacunas contra el COVID-19 y le explicó que había solicitado una exención de COVID-19 debido a su fe cristiana. «Me dijeron que, como quería solicitar mi exención religiosa … el suboficial que estaba administrando las vacunas COVID iba a ser la persona con la que tenía que hablar».
Bouchard afirmó que nunca obtuvo respuesta sobre sus anteriores solicitudes de exención religiosa de la vacuna COVID-19. Sin embargo, al día siguiente fue convocado al despacho del comandante, donde se reunió con algunos oficiales de rango superior y con un capellán.
«Ayer fuiste a vacunarte contra la gripe. Esa no era la vacuna de la gripe que te dieron, era una vacuna COVID», relató Bouchard lo que le dijeron en el despacho del comandante. «Inmediatamente, me quedé helado. Estaba en estado de shock».
Bouchard dijo que los oficiales que estaban en la sala le dijeron que era la primera vez que ocurría y que no sabían cómo había sucedido. «La persona que te vacunó se siente mal por ello», recuerda Bouchard que le dijeron los oficiales.
Bouchard dijo que cuando preguntó a los oficiales si estaba planeado, la respuesta fue «no». Un oficial le dijo en privado que se investigaría cómo había sucedido, pero nunca recibió información sobre la investigación, continuó Bouchard.
«En cuanto me lo dijeron [lo del error de la vacuna], desapareció la confianza. Porque se supone que estas personas son como mi segunda familia. Voy a la guerra con ellos, moriría por ellos».
Convertirse en denunciante
Bouchard dijo que dio un paso al frente como denunciante porque quería denunciar lo que le había ocurrido. «Lo triste es que cuando ocurre un error como éste, la mayoría de las veces se tapa y se olvida», dijo.
«Así que cuando me ocurrió a mí, me aseguré de documentarlo. Espero que el hecho de que yo lo haya denunciado sirva para que más personas que se encuentran en una situación similar puedan denunciar lo que les ha ocurrido».
«En este momento, mi gran misión es dar a conocer» lo que le ocurrió no solo a él, sino también a muchas otras personas, dijo Bouchard.
«Nunca me dieron una respuesta sobre la investigación. Quiero una investigación justa, porque quiero saber si fue intencionado», dijo Bouchard. Si fue intencionado, quiere hacerlo público, añadió.
Bouchard dijo que su decisión de alistarse en el ejército un año después de la preparatoria no estuvo motivada por la obtención de ningún beneficio, como la universidad o el seguro médico.
«Solo quería servir a mi país», explicó, «porque quería tener un mejor comienzo en la vida, y quería tener algo que me superara. El ejército ha influido en mi forma de criarme. Me enseñó lo que vale la pena, lo que no vale la pena, hay cosas que son mucho más grandes que mis propios problemas personales».
Cuando los militares introdujeron el mandato de la vacuna COVID-19, «se acabó la moral», dijo Bouchard, y añadió que «muchos de nosotros pensamos lo mismo».
«No importaba cuánto tiempo estuvieras, no importaba lo que hicieras, no importaba dónde te desplegaras, no importaba quién fueras. Era como, si no te pones la vacuna, entonces eres un fantasma para nosotros».
Los que se negaban a vacunarse se enfrentaban a la separación del servicio o a la degradación, y algunos podían perder su empleo, dijo Bouchard.
En una declaración enviada por correo electrónico. El mayor Carl Lamb, oficial de asuntos públicos de la Guardia Nacional de Maine, dijo a The Epoch Times que «tres miembros del servicio recibieron accidentalmente la vacuna COVID durante una clínica para miembros del servicio en la que se estaban administrando vacunas tanto contra la gripe como contra la COVID».
«Se informó a los implicados en cuanto se tuvo conocimiento del error, se llevó a cabo una investigación y se ajustaron los protocolos adecuadamente para garantizar que no se volviera a cometer el mismo error. La investigación determinó que el incidente fue accidental», dijo Lamb.
«La Guardia Nacional de Maine no ha administrado ni administraría nunca a propósito una vacuna COVID en lugar de una vacuna contra la gripe», añadió Lamb.
Implicaciones legales
El abogado R. Davis Younts dijo a «Crossroads» que el producto que se administró a Bouchard —ya fuera por negligencia clara e inexcusable o de forma intencionada— estaba bajo autorización de uso de emergencia, un producto experimental que no está plenamente autorizado o aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos.
«Así pues, los derechos humanos y civiles básicos [de Bouchard] de poder obtener un consentimiento informado y rechazar un tratamiento médico experimental se vieron comprometidos por las acciones de la Guardia Nacional de Maine», afirmó Younts. «Los militares, según la ley federal, tienen que dar su consentimiento informado, como cualquiera de nosotros».
En el caso de Bouchard, inyectarle un producto equivocado, ante todo, ha violado sus creencias religiosas, dijo el abogado.
«He servido en el ejército durante 20 años, nunca he visto una situación como ésta, en la que alguien recibiera una vacuna equivocada porque lo controlan muy de cerca», comentó Younts.
Los militares juran apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos; ése es el punto de partida cuando se entra en el servicio militar, dijo Younts.
Al explicar las implicaciones más amplias de los mandatos de la vacuna contra el COVID-19, el abogado dijo que «parte de lo que está ocurriendo aquí es el poder ejecutivo. La cúpula militar está ignorando el proceso constitucional».
«Están ignorando leyes debidamente aprobadas por el Congreso, como la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa, y como los estatutos federales que impiden a los militares experimentar con miembros del ejército».
«Si no vamos a reconocer que para nuestros miembros militares, toda nuestra sociedad comienza a desmoronarse. Y eso crea una crisis constitucional», dijo Younts.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.