Soldados del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) en camiseta y pantalón corto se dejaron ver en las calles de Hong Kong el 16 de noviembre, ayudando a los residentes a limpiar los escombros dejados por los manifestantes.
La participación de las tropas en la operación de limpieza marcó la primera vez que aparecen soldados chinos sobre el terreno en los más de cinco meses de manifestaciones contra la creciente influencia del régimen comunista chino en la ciudad.
[BREAKING] People’s Liberation Army was deployed to clear roadblocks outside HKBU. It’s the first time PLA directly involves in HK political event. We must stay cautious that it may be China’s salami tactics that China starts using PLA to intervene in HK affairs more directly. pic.twitter.com/Lt1bktRy7A
— Demosistō 香港眾志 ? (@demosisto) 16 de noviembre de 2019
La prensa estatal china ha descrito las protestas en curso como «disturbios» y ha publicado repetidas amenazas mencionando que el EPL podría ser enviado para aplastar al movimiento.
A última hora de la tarde, los lugareños estaban retirando ladrillos y barricadas en una carretera cerca de la Universidad Bautista de Hong Kong en Kowloon Tong, cuando unos 50 soldados del Ejército Popular de Liberación llegaron desde el cuartel cercano con cubos y escobas para limpiar los escombros restantes, según Hong Kong Free Press.
Un cámara que acompañaba a los soldados filmó la operación, según informó el citado medio.
Desde la transferencia de dominio en 1997, las tropas chinas solo han aparecido una vez en las calles de Hong Kong para ayudar a despejar los desperfectos después de un tifón en 2018.
Los legisladores pro-democracia han condenado el incidente, diciendo que las acciones de las tropas del EPL podrían haber violado las leyes de la ciudad que restringen la participación militar china en Hong Kong.
En un comunicado, citaron el artículo 14 de la Ley de Guarnición, que establece que el EPL «no interferirá en los asuntos locales» de Hong Kong y que el gobierno de Hong Kong puede pedir a la guarnición que ayude a «mantener el orden público o el socorro en caso de desastre».
Un portavoz de la ciudad dijo que el gobierno de Hong Kong no pidió ayuda al EPL, sino que los militares iniciaron la operación como una «actividad comunitaria voluntaria».
La guarnición del EPL en Hong Kong dijo que cuando algunos residentes comenzaron a limpiar, algunas tropas «ayudaron a despejar el camino frente a la puerta de la guarnición».
Demosistō, una organización pro-democracia, dijo que la operación de limpieza podría sentar un «grave precedente» para que el gobierno invite al EPL a tratar los problemas internos.
Los legisladores pro-democracia agregaron que las autoridades de Hong Kong y la guarnición han «cooperado para crear excusas», e ignoraron las leyes que restringen las actividades del EPL en Hong Kong.
«Quieren que el pueblo de Hong Kong se acostumbre a las actividades públicas del EPL en Hong Kong y que normalice gradualmente las operaciones del EPL en Hong Kong, bajo el efecto de la rana hirviendo», dijeron.
En agosto, Pekín trasladó a Hong Kong a miles de soldados a través de la frontera, algo que la agencia estatal de noticias Xinhua describió como una rotación periódica. Los enviados extranjeros y los analistas de seguridad estiman que ahora hay hasta 12.000 soldados en todo Hong Kong, más del doble del número habitual de personal militar.
La limpieza del sábado se produjo después de la peor escalada de violencia desde que comenzó el movimiento en junio, cuando el pasado martes la policía asedió la Universidad China de Hong Kong.
Desde entonces, los manifestantes y los estudiantes habían puesto barricadas en al menos cinco campus universitarios, pero al parecer ya habían abandonado los campus a última hora del sábado.
Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes estallaron en el campus de la Universidad Politécnica de Hung Hom a última hora del sábado, cuando la policía lanzó gas lacrimógeno en respuesta a los manifestantes, que lanzaban bombas de gasolina desde un tejado, según informó el South China Morning Post.
Reuters contribuyó a este artículo.
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