Soldados chinos en Hong Kong preparados para desatar guerra tecnológica entre China y EE.UU.

Por Chriss Street
18 de noviembre de 2019 7:45 PM Actualizado: 18 de noviembre de 2019 7:45 PM

Análisis 

La guerra tecnológica sino-estadounidense está a punto de estallar después que soldados del Ejército de Liberación Popular de China (ELP) invadieran las calles de Hong Kong tras varias noches de protestas estudiantiles.

Soldados chinos en formación militar de precisión salieron a principios del 17 de noviembre de la antigua base naval de HMS Tamar en la carretera Lung Wui de Hong Kong en una misión para limpiar las calles después de cuatro días de violencia cada vez más intensa. Mientras el fuego ardía en la puerta de la Universidad Politécnica de Hong Kong, la policía disparó gases lacrimógenos y, en respuesta, los estudiantes que protestaban les lanzaron cócteles Molotov.

El gobierno de Hong Kong reconoció a los periodistas que no solicitaron el despliegue inflamatorio del Ejército de Liberación Popular como una «actividad comunitaria voluntaria», por lo que se espera que la intervención militar aumente aún más la guerra tecnológica sino-estadounidense.

El líder chino Xi Jinping dio a conocer su plan «Made in China 2025» («Hecho en China 2025») en 2015 para mejorar integralmente la base industrial de China a fin de elevar el contenido nacional de los componentes y materiales tecnológicos básicos al 40 por ciento en 2020 y al 70 por ciento en 2025.

La Corporación Rand percibió la declaración de Xi como una amenaza directa para la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos. Su informe «Balanza de poder en evolución entre Estados Unidos y China» reveló que el ELP de China ya se había «transformado de una fuerza grande pero anticuada, en un ejército moderno y capaz». La modernización fue calificada por haber eliminado la ventaja de Estados Unidos en un conflicto militar convencional sobre Taiwán y estar en camino de lograr la dominación de los 1248 kilómetros cuadrados del Mar de China Oriental.

La promesa de la campaña presidencial de Donald Trump de 2016 de detener la tercerización de empleos en Estados Unidos se transformó después de su elección en una guerra tecnológica con la aprobación de la Ley de Reforma del Control de las Exportaciones de 2018. La legislación permite al Departamento de Comercio categorizar que «tecnologías emergentes y fundacionales» chinas son problemáticas para la seguridad de Estados Unidos y sienta las bases para medidas concretas para abordarlas, incluyendo controles de exportación, prohibiciones de importación y límites a las colaboraciones de investigación y desarrollo.

El gigante de las telecomunicaciones de China y líder de 5G, Huawei, fue incluido en una lista negra estadounidense que restringe el acceso de la compañía a la tecnología estadounidense por motivos de seguridad nacional, ya que sus instalaciones de redes podrían ayudar a los esfuerzos de espionaje de Beijing.

Pero la amplitud de la transferencia de tecnología que enfrenta Estados Unidos se amplió el 1 de noviembre cuando el Comité del Tesoro de Estados Unidos sobre Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés) afirmó que la adquisición de la aplicación de redes sociales Musical.ly por parte de TikTok, propiedad de ByteDance Technology, con sede en Beijing, puede representar un riesgo para la seguridad nacional asociado con la capacidad de geolocalización a familiares de líderes militares y tecnológicos del país que posean la aplicación en sus celulares.

Según Geopolitical Futures, los 500 millones de usuarios de TikTok de la Generación Z (los nacidos entre 1996 y 2010, después de los Millenials) que hacen clips de 15 segundos de cosas de la Generación Z, no han sido asociados con aplicaciones de alta tecnología transferibles a campos de batalla como la inteligencia artificial.

Sin embargo, el líder de la minoría del Senado de EE.UU., Chuck Schumer, presionó al Secretario del Ejército el mes pasado para que dejara de usar TikTok como herramienta de reclutamiento, porque TikTok no está permitido en China y actualmente está recolectando una gran cantidad de datos sobre 80 millones de estadounidenses. Chuck enfatizó que la «Ley de Inteligencia Nacional» de China de 2017 establece que los ciudadanos tienen el deber legal de cooperar plenamente con las agencias de inteligencia y seguridad del Estado chino.

Geopolitical Futures sugiere que con tal análisis desdibujando las líneas entre las tecnologías de inteligencia comercial y militar, virtualmente cualquier tecnología china emergente podría ser considerada como una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. Algunos ejemplos podrían incluir armamentar vagones de tren hechos en China para paralizar las principales ciudades de Estados Unidos y manipular refrigeradores inteligentes hechos en China para que se apaguen cuando se les ordene que maten de hambre a las ciudades estadounidenses.

Enviar tropas del Ejército de Liberación Popular a las calles de Hong Kong para intimidar a los manifestantes estudiantiles trae recuerdos de la represión militar de 1989 en la Plaza Tiananmen, en China, que dejó miles de manifestantes estudiantiles muertos. El público estadounidense estaba tan indignado por la matanza televisada que el expresidente George H.W. Bush se vio obligado a imponer sanciones a China, Estados Unidos anunció la venta de F-16 a Taiwán en 1992, y China en 1993 perdió su candidatura para organizar los Juegos Olímpicos de verano de 2000 en Beijing.

Chriss Street es un experto en macroeconomía, tecnología y seguridad nacional. Se ha desempeñado como CEO de varias empresas y es un escritor activo con más de 1500 publicaciones. También ofrece regularmente conferencias de estrategia a estudiantes de postgrado en las mejores universidades del sur de California.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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