Los soldados estadounidenses están siendo alentados pero no obligados a recibir la dosis de refuerzo de la vacuna contra COVID-19, según un memorando recientemente publicado.
Los soldados fueron informados a principios de este mes, según el memorando publicado por el ejército el martes, que «la recepción de una dosis de refuerzo de la vacuna contra COVID-19 no es obligatoria”.
El memorándum dirigido por el subsecretario de defensa de Estados Unidos, Gilbert Cisneros, al personal y los subordinados, dice que no se requiere la dosis de refuerzo para que alguna persona sea considerada completamente vacunada.
Cisneros señaló que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomendaron el mes pasado que todos los adultos de 18 años o más reciban una dosis de refuerzo debido a la disminución de la eficacia de la vacuna contra la infección y la enfermedad grave, de acuerdo a lo observado entre quienes recibieron un régimen primario.
Las personas pueden recibir una dosis de refuerzo de Pfizer o Moderna seis meses después de finalizar la serie primaria de vacunas o una dosis de refuerzo de Johnson & Johnson dos meses después de su única inyección.
Los adolescentes de 16 o 17 años también pueden recibir una dosis de refuerzo, aunque no se recomienda explícitamente en este momento.
Los altos funcionarios del Pentágono han debatido la posibilidad de exigir a los soldados que se vacunen con una dosis de refuerzo.
«Hay discusiones activas aquí en el departamento a nivel de política sobre las vacunas de refuerzo y si es obligatorio o no», dijo a los periodistas John Kirby, el portavoz del Departamento de Defensa, el 10 de diciembre.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, anunció en agosto una orden de vacunación que requería que los soldados recibieran un tratamiento primario de la vacuna contra COVID-19.
Se establecieron excepciones para quienes solicitaran exenciones médicas, religiosas o administrativas.
El ejército concedió miles de exenciones médicas y administrativas, pero todavía no ha aprobado ninguna sola exención religiosa, algo que los abogados que representan a los soldados dicen que viola la ley federal.
«Yo creo que esto demuestra que el ejército cree ahora que está por encima de la ley, que no tiene que seguir la Constitución o la ley federal cuando se trata de aplicar sus normas o sus políticas», dijo Mike Berry, abogado del First Liberty Institute, a The Epoch Times.
El Pentágono defendió su reticencia a conceder exenciones religiosas, alegando que su proceso no ha cambiado desde antes de la pandemia.
«Una exención religiosa es en realidad una decisión de solicitud individual y las decisiones se toman individualmente. Estas no se toman en masa», dijo Kirby la semana pasada.
«Cada exención solicitada por motivos religiosos es evaluada por un capellán, por una cadena de mando, por expertos médicos y se reflexiona bastante y se decide caso por caso», añadió.
Los plazos para vacunarse se vencieron para todos los soldados en servicio activo. Los plazos de los reservistas varían según la rama a la que pertenezcan. Los plazos para los componentes de reserva de la Fuerza Aérea, la Armada y la Infantería de Marina se cumplieron a principios de este mes. Los reservistas del Ejército, incluida la Guardia Nacional del Ejército, tienen una fecha límite hasta el 30 de junio de 2022 para vacunarse.
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