Las personas que se sienten solas y socialmente aisladas tienen un riesgo 16 por ciento mayor de sufrir problemas cardiovasculares como ataques cardíacos, según una revisión reciente de múltiples estudios.
El análisis revisado por pares , publicado en la revista Scientific Reports el 4 de junio, investigó cómo el aislamiento social y la soledad afectaban el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares entre personas de mediana edad y ancianos.
Los investigadores revisaron seis estudios en los que participaron 104,511 pacientes de Australia, Suecia, Reino Unido, Dinamarca, Inglaterra y Alemania.
La prevalencia de la soledad osciló entre el 5 y el 65.3 por ciento entre los pacientes, mientras que la del aislamiento social osciló entre el 2 y el 56.5 por ciento.
Si bien la soledad se refiere al sentimiento de separación o estar solo, las personas socialmente aisladas tienen pocas personas con quienes interactuar.
Se registraron un total de 5073 eventos cardiovasculares, siendo los principales resultados “infarto de miocardio, angina de pecho, ataque cardíaco, hospitalización por insuficiencia cardíaca y muerte por [enfermedad cardiovascular]”.
Además, “las malas relaciones sociales se asociaron con un aumento del 16 por ciento” en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
“La prevalencia y el riesgo de aislamiento social y soledad parecen mayores para las personas mayores y jubiladas”, dice el estudio.
La investigación fue financiada por el Decanato de Estudios de Posgrado e Investigación Científica de la Universidad de Jazan, Arabia Saudita. Los autores del estudio no declararon conflictos de intereses.
En mayo del año pasado, el director de salud pública de Estados Unidos, el Dr. Vivek Murthy, emitió un aviso que ponía de relieve la “crisis de salud pública de soledad, aislamiento y falta de conexión” en Estados Unidos. Incluso antes de la pandemia de COVID-19, aproximadamente la mitad de los estadounidenses reportaban sentirse solos, anotó.
La falta de conexión social, mala o insuficiente puede resultar en un riesgo 29 por ciento mayor de enfermedad cardíaca, un riesgo 50 por ciento mayor de demencia entre los adultos mayores y un riesgo 32 por ciento mayor de accidentes cerebrovasculares, afirmó Murthy. La falta de conexión social también aumenta el riesgo de muerte prematura en más del 60 por ciento de la población.
“Nuestras relaciones son una fuente de curación y bienestar oculta a simple vista, una fuente que puede ayudarnos a vivir una vida más sana, más plena y más productiva”, dijo el Dr. Murthy en ese momento.
“Dadas las importantes consecuencias para la salud de la soledad y el aislamiento, debemos priorizar la construcción de conexiones sociales de la misma manera que hemos priorizado otros problemas críticos de salud pública como el tabaco, la obesidad y los trastornos por uso de sustancias”.
Soledad en Estados Unidos
Una encuesta de enero de 2024 realizada por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) encontró que casi un tercio de los ciudadanos estadounidenses se sintieron solos al menos una vez a la semana durante el año pasado, y el 10 por ciento dijo que se sentía solo todos los días.
Se encontró que las personas más jóvenes eran más propensas a experimentar el sentimiento de soledad: el 30 por ciento de las personas de entre 18 y 34 años dijeron que se sentían aisladas todos los días o varias veces a la semana. Los adultos solteros tienen casi dos veces más probabilidades que los adultos casados de decir que se sintieron solos todas las semanas durante el año pasado.
El presidente de la APA, Petros Levounis, dijo que la encuesta confirma que la soledad está muy extendida en Estados Unidos, especialmente entre los jóvenes. Murthy tenía “razón” al calificar la soledad como un problema de salud pública con resultados preocupantes, afirmó.
“Los médicos y otros profesionales sanitarios pueden marcar una gran diferencia en el bienestar y la salud física de sus pacientes cuando preguntan sobre la soledad y cómo mitigar sus efectos. Ayudar a las personas a sentirse menos solas es sencillo y profundamente gratificante”.
En un comentario de mayo de 2023 para The Epoch Times, Timothy S. Goeglein, vicepresidente de relaciones externas y gubernamentales del grupo de defensa Focus on the Family, dijo que la familia y la fe desempeñan un papel importante para mantener a las personas conectadas, lo que ayuda a prevenir sentimientos de aislamiento.
Señaló que la pérdida de la religión y los matrimonios rotos contribuyen a la soledad y la depresión.
“Si nosotros, como nación, tomamos en serio abordar/enfrentar la soledad y si queremos reducir el suicidio juvenil, la mejor manera de hacerlo es mediante el fortalecimiento de las familias, el matrimonio, la crianza de los hijos y la profundización de nuestra fe, sin ignorar estos factores críticos para nuestra salud mental y espiritual en general”, escribió.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., la soledad y el aislamiento social entre los adultos mayores son “graves riesgos para la salud pública” que afectan a una proporción significativa de la población estadounidense.
Las personas de este grupo corren un mayor riesgo de aislamiento social y soledad, ya que es más probable que enfrenten situaciones como vivir solas, enfermedades crónicas, pérdida de familiares o amigos y pérdida de audición, señaló la agencia.
Casi todos los adultos mayores de 50 años interactúan con el sistema de atención médica. Para las personas sin conexiones sociales, una visita a un médico podría ser uno de los pocos encuentros cara a cara que tienen, dijeron los CDC.
“Esto representa una oportunidad única para que los médicos identifiquen a las personas en riesgo de soledad o aislamiento social”, dijo.
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