Son desatendidos ciudadanos chinos que requieren atención médica urgente durante un cierre estricto

Por Olivia Li
12 de febrero de 2021 8:37 PM Actualizado: 12 de febrero de 2021 8:37 PM

El 8 de enero, varias ciudades de la provincia de Hebei, al norte de China, fueron cerradas entorno a un resurgimiento de casos por COVID-19. Luego, a mediados de enero, las autoridades locales de la ciudad de Xingtai, provincia de Hebei, endurecieron los controles cuando los casos confirmados continuaron aumentando.

The Epoch Times obtuvo una serie de documentos clasificados del gobierno municipal de Xingtai que revelaban que muchos residentes que no se vieron afectados por el COVID-19 habían luchado desesperadamente para obtener tratamiento para enfermedades cardíacas, insuficiencia renal y tumores debido a las duras e inhumanas medidas de encierro que se impusieron.

Muerte durante una llamada a la línea directa de ayuda del alcalde

En el documento, titulado “Registros de manejo de la línea directa de la ciudad de Xingtai”, un registro del 16 de enero indicaba que un residente tenía que llamar a la línea directa del alcalde por la noche debido a que un residente anciano tenía fiebre y todos los intentos de recibir tratamiento habían fallado. El paciente falleció durante esa llamada.

Un residente de apellido Qin, que está familiarizado con la situación, explicó a The Epoch Times que el paciente era un anciano de apellido Guo que vivía en la zona rural de Xingtai. De repente tuvo fiebre alta y mostró síntomas de asma, aunque no tenía antecedentes médicos de asma y en general había gozado de buena salud. Sin embargo, su familia no pudo encontrar un hospital que lo admitiera para recibir tratamiento.

“Dejó atrás a su esposa y a un nieto de seis años. Sus hijos, que viven fuera de la ciudad, querían volver a casa para organizarle un funeral, pero las autoridades de la aldea se negaron a ayudar”, dijo Qin. “Además, su familia no sabe qué enfermedad tenía el Sr. Guo. Pudo haber sido el nuevo coronavirus, pero no pudieron verificar”.

El distrito de Guo estaba estrictamente cerrado desde la noche del 16 de enero. Se les ordenó a los residentes que se pusieran en cuarentena en casa y a todos los trabajadores esenciales que permanecieran en sus lugares de trabajo y no volvieran a casa.

Numerosas tragedias

Guo no fue el único que experimentó una situación desesperada bajo el cierre. Según los documentos internos, las familias de varios pacientes gravemente enfermos también llamaron a la línea directa del alcalde buscando ayuda desesperadamente.

Una paciente con cáncer de apellido Yan necesitaba ir a Beijing para recibir quimioterapia de tercera fase a inicios de enero. Sin embargo, el distrito de la ciudad de Xingtai en el que vive era un foco de virus. Ella le dijo a The Epoch Times que llamó a la oficina local de control de pandemias muchas veces para obtener permiso para ir a Beijing, pero ninguna de sus llamadas telefónicas fueron atendidas.

Según el documento interno, un paciente con enfermedad cardíaca, de apellido Feng, y que vive en una zona rural de la ciudad de Xingtai, tuvo un ataque cardíaco cerca del 20 de enero. Su familia llamó tanto a la línea de emergencia 120 como a las oficinas del gobierno local, solo para se les dijera que había escasez de ambulancias. El hermano menor de Feng, quien volvió a llamar a la línea directa de ayuda de la ciudad el 23 de enero, reveló que la enfermedad de su hermano había empeorado hasta el punto de que a menudo se quedaba sin aliento.

Un registro del 23 de enero del documento interno del gobierno municipal de Xingtai mostró que el Sr. Feng, que sufrió un ataque cardíaco, no pudo ir al hospital debido a la escasez de ambulancias. El hermano menor de Feng llamó a la Línea de Ayuda de la Ciudad, tratando de obtener ayuda. (Proporcionado a The Epoch Times)

Un residente de apellido Zhang tuvo que ir al hospital de medicina china para recibir quimioterapia por un tumor maligno de estómago. El 22 de enero, había estado en contacto con la línea de emergencia 120 todos los días durante una semana, pero todavía estaba en lista de espera.

La escasez de ambulancias y camas de hospital podría indicar que la situación epidémica local es mucho peor de lo que muestran las cifras oficiales. La ciudad de Xingtai informó tan solo unos pocos casos al día; y el número más alto fue de cerca de 24 en un solo día.

El 23 de enero, un residente de apellido Qi pidió ayuda a la línea directa de ayuda. Su hermano tiene insuficiencia renal y necesita diálisis con urgencia. Los médicos del hospital del condado dijeron que no brindan ese servicio, y el hospital de medicina china local se negó a aceptar pacientes de las aldeas que habían confirmado pacientes con COVID-19.

Una residente de apellido Yang llamó a la línea directa de ayuda el 22 de enero. Un padre anciano, que recientemente se sometió a una cirugía para extirpar un tumor, estaba experimentando hinchazón. Cuando consultó con los médicos en un hospital local, le dijeron que era una situación de emergencia y que el paciente tenía que ir al Hospital Great Wall en la cercana ciudad de Shijiazhuang para recibir tratamiento. Sin embargo, como Xingtai estaba cerrado, Yang tuvo que llamar a la oficina local de control de pandemias para obtener permiso para salir de la ciudad. Nadie en la oficina contestó nunca el teléfono, dijo Yang, al informar el problema a la línea directa de ayuda de la ciudad.

También había un joven, de apellido Wang, que no podía entrar a Xingtai, su ciudad natal, mientras sus padres estaban en extrema necesidad.

Wang trabaja en Shijiazhuang, la capital de la provincia de Hebei, y sus padres viven en Xingtai. Wang le dijo a The Epoch Times que el 20 de enero, su madre tuvo una hemorragia cerebral y se desmayó. La llevaron a un hospital, por lo que dejó al padre de Wang, que está paralizado y postrado en cama durante años, en casa sin vigilancia.

Wang organizó rápidamente una prueba de ácido nucleico por COVID-19 en Shijiazhuang, la cual es necesaria para viajar. Tan pronto como obtuvo el resultado negativo de la prueba dos días después, se puso en contacto con los funcionarios de la aldea Xikang de Xingtai. A pesar de que toda la aldea no tenía pacientes confirmados con COVID-19 y fue designada como un área de bajo riesgo, los funcionarios locales aún así impusieron estrictas medidas de cierre y le prohibieron regresar a casa. Como a todos se les ordenó quedarse en casa, Wang tampoco pudo hacer arreglos para que alguno de los vecinos cuidara de su padre.

Los anteriores son solo una fracción de los casos de pacientes en estado crítico informados a través de la línea directa de ayuda de la ciudad de Xintai en enero.

Además, decenas de camioneros que intentaban regresar a sus hogares en Xingtai estaban atrapados en la carretera, a pesar de que algunos de ellos habían presentado resultados negativos en las pruebas para demostrar que estaban sanos. La línea de ayuda de la ciudad de Xingtai registró varias llamadas de estos conductores de camiones de larga distancia, que se quejaron de que el personal de control de la pandemia en otras ciudades no les permitía pasar y que habían estado varados sin comida ni alojamiento durante días.

Propaganda de la «victoria»

Las autoridades locales de Xingtai ajustaron recientemente las clasificaciones de nivel de riesgo de muchos vecindarios, reduciendo todas las áreas de riesgo alto y medio a la designación de bajo riesgo. Sin embargo, los residentes dijeron a The Epoch Times que las designaciones fueron tan solo un espectáculo político antes del Año Nuevo chino, que cae el 12 de febrero este año.

Un residente de apellido Wang de Nangong, una ciudad satélite de Xingtai, reveló que muchos residentes de Nangong pasarán un miserable Año Nuevo chino.

“Todos nos quedamos en casa y hay tiras de papel en la puerta para encerrarnos adentro. No estoy hablando de tiras de papel en la entrada del edificio. Cada hogar tiene una tira de papel en la puerta”, dijo Wang a la edición la víspera del Año Nuevo lunar.

Él y sus vecinos se habían sometido a las pruebas de ácido nucleico muchas veces y todos los resultados de las pruebas fueron negativos.

Según Wang, no saber cuándo se levantará el cierre y tener que pasar el Año Nuevo bajo «detención domiciliaria» hizo que la gente se sintiera muy triste.

«Algunos no pueden soportarlo más», dijo Wang, «sé de personas que se han deprimido por el encierro».

Si bien los residentes locales experimentaron de primera mano lo grave que es la situación, los medios estatales chinos promocionaron la victoria sobre la gestión del COVID-19 por parte de las autoridades cerca del Año Nuevo chino, asegurando a la gente que el «encierro al estilo de China» es un método eficiente que sin duda vencerá la enfermedad en tres semanas.

Con información de Gu Qing-er.


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