Tardará en caramelizar las cebollas para la base de esta sopa, pero el resultado es un plato de profundo sabor que le calentará el alma.
El caldo de carne es también una parte esencial de la receta. Si usa caldo comprado en la tienda, como hago yo aquí, pruébelo antes de usarlo para ver si le gusta. Si quiere potenciar el sabor, hiérvalo a fuego lento con las puntas y las cáscaras de las cebollas durante unos 20 minutos, y luego cuélelo.
Las cebollas se glasean con vino blanco seco o jerez, y la sopa suele servirse con un chorrito de brandy. Se puede omitir el alcohol; el sabor será ligeramente menos intenso.
He servido la sopa de cebolla francesa en muchas variantes, dependiendo de la ocasión: soperas individuales, platos suflados más grandes para servir a un grupo más numeroso, e incluso cazuelas rectangulares, al estilo de la lasaña. Sea como sea, termine con baguettes tostadas cubiertas con masas de queso Gruyère derretido.
Para 2 a 4 personas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de mantequilla
- 3 ó 4 cebollas amarillas grandes, cortadas en rodajas finas
- 1 cucharadita de sal marina
- 4 1/2 tazas de caldo de carne de alta calidad
- 1 hoja de laurel
- 1/2 taza de vino blanco o jerez seco
- 3 cucharadas de brandy
- 6 rebanadas de baguette
- 12 onzas de queso Gruyère, rallado
- 3 onzas de queso parmesano rallado
En una olla grande a fuego medio, derrita la mantequilla y el aceite de oliva. Añada las cebollas y remuévalas para combinarlas. Sazone con sal. Baje al fuego, tape la olla y cocine las cebollas, revuelva de vez en cuando, hasta que estén blandas y doradas y ligeramente caramelizadas, unos 60 minutos.
Añada el vino y cocine a fuego lento, raspe el fondo de la olla, hasta que el vino se evapore. Añada el caldo, la hoja de laurel y el tomillo y deje cocinar a fuego lento durante 30 minutos. Añada el coñac y pruebe para ajustar la sazón.
Precaliente el horno a 350 °F.
Coloque las rebanadas de baguette en una bandeja para galletas y tueste en el horno durante unos 5 minutos, o hasta que estén doradas. Reparta los quesos sobre las rebanadas de pan.
Retire la hoja de laurel y las ramitas de tomillo del caldo y deséchelas. Reparta el caldo en los cuencos para horno de su elección, cubra con las rebanadas de baguette y vuelva al horno hasta que el queso se haya derretido. Sirva muy caliente.
Victoria de la Maza es una galardonada autora de libros de cocina, columnista y presentadora de televisión internacional. Apasionada de la buena comida, combina las tradiciones americanas con su herencia europea para crear recetas clásicas con un toque de humor e ideas para un entretenimiento con estilo en casa. Suscríbase a su boletín semanal, «Diary of a Serial Hostess», en VictoriaDeLaMaza.substack.com
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