El régimen comunista chino persigue una doctrina de guerra sin restricciones contra Estados Unidos en un esfuerzo por socavarlo y eventualmente desplazarlo, según un próximo documental que presenta al general de brigada retirado de la Fuerza Aérea de EE. UU. Robert Spalding.
La película de investigación de The Epoch Times titulada “The Final War: The 100-Year Plot to Defeat America” acompaña a Spalding y al periodista de The Epoch Times Joshua Philipp al examinar lo que creen que es un plan de varias generaciones del Partido Comunista Chino (PCCh) para derrocar a Estados Unidos.
La clave de este esfuerzo, dijo Spalding, es la doctrina de guerra sin restricciones del PCCh, a través de la cual el régimen convierte en armamento a la academia, la economía, la diplomacia, a los medios de comunicación y la tecnología para lograr fines militares sin medios militares más convencionales.
“La guerra sin restricciones es una doctrina sobre cómo el Partido Comunista Chino libra la guerra, que en muchos sentidos es fundamentalmente diferente de las formas en que las sociedades occidentales emprenden la guerra”, dijo Spalding, también colaborador de The Epoch Times.
Mientras que las naciones occidentales suelen considerar la fuerza militar como un medio para lograr objetivos políticos, Spalding dijo que el PCCh estaba utilizando medios políticos y de otro tipo para lograr la victoria militar sobre Estados Unidos sin efectuar un disparo.
“Nuestra infraestructura, particularmente nuestra infraestructura digital, es altamente insegura y no resistente, lo que la convierte en una vulnerabilidad muy peligrosa frente a China”, dijo Spalding.
«Han sido capaces de aprovechar la vinculación [entre naciones]… para luego lograr sus fines sin tener que recurrir a la violencia».
Esto supone un reto único para Estados Unidos y los estados democráticos afines, dijo Spalding. La naturaleza abierta de estas sociedades hace que sus sistemas económicos, políticos y mediáticos sean innatamente vulnerables a la propaganda del PCCh, al robo de la propiedad intelectual y a la coacción.
En tal escenario, dijo Spalding, el único camino que Estados Unidos podría seguir hacia la victoria era desvincularse y cortar el acceso del régimen a los mercados estadounidenses, los medios de comunicación e incluso el mundo académico.
“No hay manera de contrarrestar una guerra sin restricciones o ganar una guerra sin restricciones cuando tienes un Partido Comunista Chino que tiene acceso a cualquier parte de la sociedad estadounidense, ya sea política, académica, corporativa, comercial [o] financiera”, dijo Spalding.
“Si tienen algún acceso a la sociedad estadounidense, entonces utilizarán ese acceso para socavar a la sociedad estadounidense. La única forma de tener éxito… es eliminar su acceso a la sociedad estadounidense”.
Spalding, quien anteriormente se desempeñó como director senior del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que el PCCh no podía coexistir pacíficamente con Estados Unidos porque los valores de este último de libertad, libertad de expresión y gobierno multipartidista eran necesariamente antitéticos a la dominación comunista.
Final War se proyectó por primera vez el 13 de octubre en un evento patrocinado por The Heritage Foundation, un grupo de expertos conservador. Aún no se ha anunciado una fecha de lanzamiento oficial.
Spalding dijo que esperaba que el pueblo chino algún día tuviera acceso a tales películas, y que después de desvincularse del PCCh, Estados Unidos podría hacer llegar esta información al país continental.
“Una vez que hayamos establecido algunos límites seguros con China, creo que corresponde a Estados Unidos y sus aliados comenzar a buscar formas de llevar una narrativa alternativa al pueblo chino como una forma de ayudarlos a comprender que la verdad que se les da no es necesariamente toda la verdad o incluso la verdad en absoluto”, dijo Spalding.
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