Un funcionario del condado de Butler dijo el miércoles que las autoridades locales informaron al Servicio Secreto de Estados Unidos que la policía local carecía de personal para ayudar a asegurar el edificio utilizado por el tirador que intentó asesinar al expresidente Donald Trump el fin de semana pasado.
El Servicio Secreto «fue informado de que el departamento de policía local no tenía personal para ayudar a asegurar ese edificio», dijo el fiscal de distrito del condado de Butler, Richard Goldinger, a Washington Post.
El portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, confirmó este relato al medio y proporcionó detalles adicionales, indicando que estacionar una patrulla y un oficial afuera del edificio sería parte de la propuesta de planificación de seguridad avanzada de la agencia.
La policía local estacionada dentro del edificio informó sobre una persona sospechosa con un distanciómetro y una mochila y envió una fotografía de él al equipo del Servicio Secreto entre 20 y 30 minutos antes del tiroteo, dijo el Sr. Guglielmi.
El edificio de Agr International tiene un techo grande, ligeramente inclinado, que brindó una vista sin obstáculos a menos de 150 metros de distancia del podio desde donde el expresidente Trump habló a los asistentes de la manifestación.
El condado de Butler es la ciudad donde el expresidente Trump celebró su mitin de campaña el sábado, cuando Thomas Matthew Crooks, de 20 años, de Bethel Park, Pensilvania, subió al techo del edificio Agr International, justo fuera del perímetro de seguridad, y disparó múltiples tiros. Sus balas rozaron la oreja del candidato presidencial republicano, mataron a un asistente a la manifestación e hirieron a dos más antes de que agentes del Servicio Secreto mataran a Crooks en una rápida respuesta.
El fiscal Goldinger también dijo en exclusiva a The New York Times que un oficial local disparó contra el Sr. Crooks. Su identidad no fue revelada por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). «Nuestros muchachos se enfrentaron a él», dijo el fiscal.
El condado de Butler proporcionó cuatro equipos de contra-francotiradores, cuatro equipos de respuesta rápida y oficiales para ayudar al Servicio Secreto en el mitin del 13 de julio. Ellos fueron desplegados cerca de un granero cerca del encuentro.
Después del tiroteo, surgieron videos que mostraban a personas viendo al tirador en el techo y alertando a las autoridades.
El sheriff del condado de Butler, Michael Slupe, dijo a Reuters que un oficial subió al techo gracias a su compañero, pero volvió a bajar cuando el tirador apuntó con su rifle al oficial, que estaba agarrado al borde del techo y no podía acceder a su arma reglamentaria bajo tales circunstancias. Después de eso, Crooks disparó rápidamente contra el expresidente Trump, que estaba hablando ante los asistentes a la manifestación a unos 400 pies de distancia.
El Servicio Secreto es el «único responsable» de la seguridad general
La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, dijo que el Servicio Secreto decidió mantener a los oficiales fuera del techo inclinado porque la posición boca abajo presentaba un problema de seguridad.
«Se tomó la decisión de asegurar el edificio desde el interior», dijo la Sra. Cheatle a ABC News el 17 de julio.
En otra entrevista con CNN, la directora afirmó que su agencia era la única responsable de los planes de seguridad en la manifestación y asumió toda la responsabilidad por el ataque. Anteriormente, declaró que, como parte de los planes, a las autoridades locales se les había encomendado la tarea de asegurar el área donde el tirador subió al techo del edificio para dispararle al expresidente.
Si bien las autoridades locales brindaron apoyo, el Servicio Secreto fue responsable de la seguridad general del evento, dijo la Sra. Cheatle.
«El Servicio Secreto respeta las fuerzas del orden locales y no podríamos hacer nuestro trabajo, ni en la investigación, ni en nuestra misión de protección, sin ellos».
«En ese sitio en particular, dividimos áreas de responsabilidad», agregó, «pero el Servicio Secreto es el único responsable del diseño, la implementación y la ejecución del sitio, y eso es lo que estaba tratando de enfatizar, es que nosotros simplemente dividimos áreas de responsabilidad y brindamos apoyo a esas áreas de responsabilidad”.
La jefa del Servicio Secreto también confirmó que no se había cambiado ningún agente del equipo de seguridad del expresidente Trump para unirse al equipo del Servicio Secreto asignado para proteger a la primera dama en Pittsburgh y a otros protegidos, incluida la vicepresidenta Kamala Harris.
«No hubo ningún activo del Servicio Secreto que fuera desviado», afirmó.
A pesar de los informes de una amenaza creíble por parte de actores respaldados por Teherán, la Sra. Cheatle, que se negó a “entrar en los detalles de cualquier amenaza”, sostuvo que se habían implementado medidas apropiadas.
“Lo que aumentamos fue lo que consideramos apropiado para el expresidente y para ese evento en particular de ese día”, dijo la directora.
La Sra. Cheatle declaró a los periodistas que el Servicio Secreto ha seguido aumentando sus recursos para el expresidente antes de las elecciones de noviembre. “Eso es lo que puedo decirles”.
Investigaciones federales
Las autoridades federales iniciaron múltiples investigaciones sobre la falla de seguridad del Servicio Secreto, que se considera la más grave desde el intento de asesinato del presidente Ronald Reagan en 1981.
El FBI encabezó la investigación criminal y el presidente Joe Biden solicitó una investigación independiente sobre el tiroteo y las medidas de seguridad.
El miércoles, el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional anunció una investigación sobre los esfuerzos de seguridad del Servicio Secreto de Estados Unidos (USSS) y el equipo de contra francotiradores para evaluar su preparación y respuesta a las amenazas. El inspector general también está considerando revisiones adicionales de otros programas y operaciones del USSS.
El Congreso también tomó medidas para investigar las fallas de seguridad. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), anunció la formación de un grupo de trabajo bipartidista que examinaría el intento de asesinato y el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, James Comer (R-Ky.), emitió una citación a la Sra. Cheatle para el miércoles.
“Los estadounidenses exigen rendición de cuentas y transparencia respecto de los fracasos del Servicio Secreto que llevaron al intento de asesinato del presidente Trump. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional del presidente Biden no ha proporcionado esto”, dijo el representante Comer en una declaración. «Nosotros tenemos numerosas preguntas para la directora Cheatle sobre este importante fracaso, por lo que ella deberá comparecer ante el Comité de Supervisión de la Cámara la próxima semana».
Está previsto que la Sra. Cheatle comparezca ante el Congreso para responder preguntas el 22 de julio.
Con la contribución de Jack Phillips.
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