Su teléfono celular y otros dispositivos CEM pueden estar dañando su corazón

Los equipos eléctricos y los dispositivos de alta tecnología están en todas partes y, si bien pueden facilitarle la vida, las investigaciones descubrieron que pueden dañar su corazón al emitir campos de frecuencias electromagnéticas (CEM) en el rango de radiofrecuencia.

Muchas personas no se dan cuenta de que sus síntomas cardíacos podrían ser el resultado de los campos electromagnéticos. Aun así, la investigación continúa encontrando una correlación entre las enfermedades debilitantes que sufren algunas personas y la cantidad masiva de «contaminación» electromagnética que obstruye la atmósfera hoy en día.

¿Qué es la radiación de frecuencia electromagnética?

El Dr. Nathan Goodyear, médico y experto en cáncer integral, le dijo a The Epoch Times: “Los campos eléctricos y magnéticos, conocidos como CEM, son invisibles a simple vista y, de hecho, son el resultado de la radiación. Esta radiación abarca el espectro electromagnético y aumenta de radiación no ionizante a ionizante”.

Radiación ionizante

Se sabe que la radiación ionizante causa daño a los tejidos y órganos. Las fuentes familiares de radiación ionizante incluyen diagnósticos médicos como rayos X y tomografías computarizadas/TC. Una fuente natural de radiación ionizante es el gas radón, que puede filtrarse por las grietas de los cimientos de los edificios.

Se sabe que la exposición a altas dosis de radiación ionizante o durante largos períodos de tiempo causa muchos problemas de salud.

Radiación no ionizante

La radiación no ionizante, una forma de radiación de baja frecuencia y longitud de onda larga que no es visible a simple vista, se volvió muy importante para el funcionamiento diario del mundo que nos rodea. Se encuentra en líneas eléctricas, computadoras, radios, TV, Wi-Fi y teléfonos celulares.

Los efectos acumulativos de la radiación no ionizante en el entorno que nos rodea no están claros y se necesitan estudios adicionales en curso para determinar cómo puede afectar directamente al corazón.

Efectos de los campos electromagnéticos en el corazón

“El problema con la radiación electromagnética y su efecto sobre el corazón es la exposición y el tiempo”, dijo Goodyear. “Debido a la radiación no ionizante más baja, se requiere más tiempo y exposición para acumular impacto que la radiación ionizante, que puede ser casi inmediata en dosis más altas”.

El Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) analizó recientemente varios estudios en animales y humanos que se centraron en los campos electromagnéticos, considerando cómo el cuerpo absorbe la radiación emitida y cómo afecta al corazón. Tanto los estudios de investigación en humanos como en animales muestran que el corazón es sensible a la radiación EMF y puede afectar la variabilidad de la frecuencia cardíaca, causar arritmias cardíacas, afectar la presión arterial e incluso aumentar las lipoproteínas de baja densidad (LDL), lo que lleva a la aterosclerosis y afecciones de las arterias coronarias.

“Los estudios en humanos analizados por el EWG deberían ser preocupantes porque la variabilidad de la frecuencia cardíaca puede ser una prueba de fuego no solo para la salud del corazón sino también para la salud del ser humano”, le dijo a The Epoch Times Susan Foster, consultora de CEM. Foster brinda asesoramiento externo en asuntos inalámbricos a través del bufete de abogados McCollough a Children’s Health Defense (CHD).

Goodyear cree que los estudios en animales tienden a brindar más información, ya que los tejidos pueden evaluarse inmediatamente y después de la muerte para brindar más información sobre los efectos de la radiación CEM. Por ejemplo, un estudio en ratas albinas con exposición prolongada a teléfonos celulares mostró cambios en la actividad eléctrica que resultaron en arritmias cardíacas y efectos negativos en la presión arterial (hipertensión) y la frecuencia cardíaca.

Con respecto a los campos electromagnéticos y su efecto sobre el colesterol LDL, Goodyear afirma que existe una correlación entre los campos electromagnéticos y la reducción de los antioxidantes en la sangre. Cuando hay un aumento en la oxidación de LDL y el agotamiento de los antioxidantes, hay un aumento en la aterosclerosis, el riesgo cardiovascular y la enfermedad cardiovascular.

Exposición a CEM: medidores inteligentes, torres de telefonía celular, teléfonos celulares, Wi-Fi y más

Foster entrevistó a varias personas que comenzaron a experimentar síntomas cuando estaban cerca de medidores inteligentes muy utilizados. “Los medidores inteligentes comunican datos a las empresas de servicios públicos utilizando varias interfaces aéreas de radiofrecuencia, esquemas de modulación y arquitecturas de red diferentes. Por lo general, envían señales fuertes al dispositivo de recolección por cientos y cientos de miles de veces al día”, dijo.

Una mujer con un medidor inteligente al costado de su casa no tenía antecedentes cardíacos, dijo Foster, pero después de que se instaló el medidor, su salud cambió casi instantáneamente. Entró en arritmia cardíaca, tenía dolor de pecho severo y su presión arterial estaba significativamente elevada. Otra persona tuvo un dolor de pecho agudo al estar cerca de dos posibles fuentes inalámbricas: una torre celular que utiliza frecuencias más altas en el rango 5G y una Infraestructura de Medición Avanzada (AMI) de transmisión.

Foster continuó: “Esta mujer conducía en ese momento, pensó que había tenido un ataque al corazón, fue hospitalizada, no tenía antecedentes de enfermedad cardiovascular y se le diagnosticó un posible espasmo coronario que puede desencadenar un ataque al corazón o incluso la muerte súbita”.

Una pregunta válida que muchos hacen es por qué estas personas piensan que los medidores inteligentes y las torres de telefonía celular podrían estar causando estos eventos cardíacos. Según la experiencia de Foster, el elemento temporal suele ser un indicador clave de que la torre de telefonía móvil recién construida y activada o el medidor inteligente instalado están causando síntomas cardíacos. “Cuando alguien está asintomático antes de que el operador active una torre celular y dos semanas después experimenta un evento cardíaco agudo como la fibrilación auricular por primera vez en su vida, la torre celular se vuelve sospechosa”.

Foster cree que la torre celular se convierte en el culpable innegable cuando la fibrilación auricular ocurre durante las horas de alto tráfico de telecomunicaciones, luego vuelve a ocurrir repetidamente, incluso después de la cardioversión (un procedimiento para restaurar un ritmo cardíaco normal), lo que eventualmente resulta en una intervención quirúrgica para detener la fibrilación auricular.

Nos dijo que la mayoría de las personas que se comunican con CHD o el bufete de abogados McCollough sobre eventos cardíacos relacionados con la exposición inalámbrica tienen entre 40 y 50 años. Sin embargo, su mayor preocupación es el impacto de los campos electromagnéticos en el desarrollo de los niños desde la etapa fetal temprana y durante toda la niñez.

“Los niños de hoy se desarrollan en el útero y crecen en hogares donde los padres llevan teléfonos celulares, el Wi-Fi funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los monitores inalámbricos para bebés están a pulgadas del cráneo delgado de un bebé y el cerebro y el sistema nervioso se desarrollan rápidamente. Los niños son inherentemente más vulnerables y vivirán con estas exposiciones durante toda su vida”, dijo Foster.

Goodyear citó un estudio realizado por Debra L. Blackwell y sus colegas que encontró una fuerte asociación entre la exposición acumulada a enfermedades infecciosas y toxinas ambientales en la niñez y en el útero, y la probabilidad de experimentar condiciones de salud crónicas a lo largo de la vida, incluyendo cáncer, problemas cardíacos y pulmonares. y artritis. Añadió que «De la misma manera, la exposición de por vida de los CEM al sistema cardiovascular es probablemente el punto de conexión de impacto más importante».

Se ordena a la FCC que actualice las pautas de CEM

Según Foster, el impacto de la radiación CEM en los niños y el fracaso de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para actualizar las pautas de CEM durante un cuarto de siglo es la razón principal por la que CHD demandó a la FCC en 2020. Scott McCollough argumentó el caso de demandas consolidadas presentadas por CHD y por Environmental Health Trust.

La decisión del 13 de agosto del 2021 del Tribunal de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia devolvió las pautas de radiación de CEM a la FCC con instrucciones críticas para abordar el impacto de la radiación de CEM en los niños, incluidas las implicaciones para la salud de la exposición a largo plazo a la Radiación CEM y consideración de dispositivos inalámbricos más nuevos y la ubicuidad de los dispositivos inalámbricos. Sin embargo, la FCC aún tiene que cumplir con esta orden judicial y McCollough le solicitó  nuevamente que «deje de estancarse» y explique cómo considera que las pautas actuales para los CEM protegen adecuadamente a los humanos y al medio ambiente contra los efectos nocivos de la exposición a la radiación CEM.

Sensibilidad electromagnética

Es posible que el impacto de los CEM en los niños solo se perciba por completo en la edad adulta y es posible que algunas personas nunca sientan los efectos, explicó Goodyear. Sin embargo, otros parecen ser muy sensibles. Las personas que carecen de antioxidantes, quienes padecen inflamación crónica o enfermedad cardiovascular preexistente, tienen un mayor riesgo de disfunción cardíaca y enfermedad por CEM, dijo.

Foster lo describe como sensibilidad electromagnética (EMS), que incluye muchos síntomas, como deterioro cognitivo, dolores de cabeza, letargo, interrupción del sueño, tinnitus, vértigo, depresión, ansiedad, palpitaciones, dolor de pecho, arritmia e infertilidad.

La U.S. Access Board, una agencia federal independiente que asesora al gobierno federal sobre el alojamiento de personas discapacitadas, sostuvo que la sensibilidad electromagnética podría causar síntomas graves que ocasionan un nivel de discapacidad.

Foster explicó que EMS es una condición que requiere un mayor reconocimiento y adaptación porque vivimos en un entorno cada vez más denso de lo que el Dr. Dimitris Panagopoulos, un biofísico EMF, describió como «electrosmog» (contaminación por EMF). Desde entonces, hemos pasado de 2G a 5G y sub-6G, dijo.

Se estima que entre el 3.2 y el 30 por ciento de la población de EE. UU. (pdf) cae en el espectro de EMS, incluidas entre 10 y 99 millones de personas con algún tipo de reacción adversa a la radiación inalámbrica.

Desafortunadamente, el público sigue sin estar informado acerca de la EMS, dijo Foster. “Esto se debe a que la EMS es una discapacidad invisible. Quienes la padecen tienen que permanecer recluidos. La radiación de microondas atraviesa las paredes y tiene pocos límites. Las personas con espasmos coronarios, taquicardia o fibrilación auricular no pueden defenderse yendo al Ayuntamiento porque el Wi-Fi amenaza sus vidas”, dijo.

Limitación de la exposición a los campos electromagnéticos

Ya sea que crea que es sensible a los CEM o quiera proteger a sus hijos, es importante saber cómo limitar su exposición. Existen dispositivos para bloquear o proteger la exposición a los CEM, pero tanto Foster como Goodyear sugieren que una estrategia de evitación puede ser más segura y eficaz que la protección.

Según Foster, “los dispositivos y los chips pueden tener ‘algún’ beneficio, pero la gente se deja engañar por una falsa sensación de seguridad. Es muy posible que el llamado producto de protección resulte ser una estafa”.

Foster sugiere algunas formas simples de limitar la exposición:

• Las mujeres y las niñas nunca deben llevar el teléfono en el sostén.
• No lleve su teléfono en el bolsillo de una camisa o pantalón a menos que esté en modo avión.
• Cada hogar y oficina debe tener un teléfono fijo como alternativa al uso de un teléfono celular.
• Evite los teléfonos inalámbricos DECT porque la antena actúa como una mini torre celular las 24 horas del día, 7 días a la semana.
• Si es posible, opte por no participar en un medidor inteligente AMI.
• Recargue su teléfono celular lo más lejos posible de su habitación y nunca duerma con su teléfono celular debajo de la almohada.
• Cuestione todo lo «inteligente». ¿Es realmente necesario?

Goodyear sugiere un enfoque diferente:

“Nuestra cultura está saturada con CEM y superó el punto de no retorno ya que nuestra sociedad se volvió adicta y dependiente de los dispositivos CEM. Debemos darnos cuenta de que la exposición continua a los CEM seguirá; probablemente, él y su impacto solo se acelerarán. La exposición a los CEM de nuestros padres y su impacto epigenético en nuestro legado de patología requieren un enfoque diferente a la exposición a los CEM”.

Goodyear cree que un enfoque fundamental requiere apoyar un estilo de vida saludable, incluida una dieta orgánica balanceada con vegetales ricos en antioxidantes, frutas con bajo índice glucémico y suplementos vitamínicos basados ​​en evidencia bajo la guía de un médico. También aboga por el ejercicio y una buena higiene del sueño para reducir los efectos nocivos de los campos electromagnéticos.

“Dar un paseo al aire libre en la naturaleza. Es hora de salir, al desierto, a las montañas, los bosques, los montes y deshacerse de la exposición a los CEM. No lo haga solo una vez; prográmelo como parte de su vida saludable diaria o semanal”.

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