Varias empresas de EE. UU. están lidiando con las crecientes presiones inflacionistas, siendo los principales impulsores el aumento de los costes de los insumos, la escasez de materiales y los problemas de suministro no resueltos.
Entre los fabricantes, el 86.4 por ciento declaró que su principal reto empresarial actual era el aumento de los precios de las materias primas, según la encuesta de perspectivas del tercer trimestre realizada por la Asociación Nacional de Fabricantes (NAM).
Una de las raíces del aumento de los precios proviene de las fluctuaciones energéticas.
«La subida de los costes de la energía afectará a todo», dijo a The Epoch Times Dan Eberhart, consultor energético y CEO de Canary, una empresa de servicios petroleros con sede en Denver.
Con los costes de los insumos en alza y la inestabilidad en el aire, muchas empresas no pueden mantener sus cotizaciones, lo que dificulta a los fabricantes la planificación y la fijación de previsiones. Por ejemplo, en el pasado, un proveedor puede haber proporcionado una cotización de 80,000 dólares para tuercas y tornillos, y la oferta era válida durante 90 días. Con tanta incertidumbre, hay una tendencia a fijar la cotización en función del precio actual y no mantenerla. En otras palabras, la cotización es buena hasta el final de la llamada telefónica, o el final del día.
La escasez es otra causa subyacente del aumento de los gastos en materias primas.
«He visto aumentar los costes de los proveedores, pero lo que es peor es la falta de disponibilidad de las piezas», dice Jon Quigley, fundador de Value Transformation, que ofrece experiencia en el desarrollo de productos y la gestión de proyectos.
«Una cosa es negociar el coste de un subconjunto y otra cosa es no poder conseguir ese subconjunto», dijo Quigley a The Epoch Times.
El aumento del coste de los suministros, unido a la escasez y a los grandes atascos en los principales puertos que provocan retrasos, es preocupante para los consumidores.
«La congestión en los puertos es como la congestión en la hora punta», dijo a The Epoch Times el Dr. Tenpao Lee, profesor emérito de economía de la Universidad de Niágara. «No hay nada malo, pero se tarda dos horas en recorrer tres kilómetros».
El efecto es el resultado del aumento de la demanda, que los fabricantes se apresuran a satisfacer.
«La solución a corto plazo en los puertos será una mejor gestión», dijo Lee. Si la demanda se mantiene, «la solución a largo plazo es ampliar la capacidad portuaria».
Resolver los problemas actuales no se hará de la noche a la mañana.
En cuanto a la cadena de suministro, «va a empeorar antes de mejorar», según Eberhart.
La encuesta de perspectivas de la NAM encontró que los fabricantes esperan una tasa de crecimiento del 5.4 por ciento de media para los precios de sus productos en los próximos 12 meses. Los fabricantes también prevén una tasa de crecimiento del 6.5 por ciento para los precios de las materias primas y otros costes de los insumos durante el próximo año. De cara al próximo año, el 31 por ciento espera que los precios de las materias primas y otros costes de los insumos aumenten más del 10 por ciento.
En última instancia, los consumidores podrían pagar la factura de estas subidas. La encuesta del segundo trimestre indicó que el 56.6 por ciento de los fabricantes estaba trasladando parte de los costes adicionales al consumidor, mientras que el 34.5 por ciento de los encuestados dijo que estaba trasladando la mayoría o todos los costes adicionales al consumidor.
«Con la subida de los costes energéticos, laborales y logísticos, se crea la tormenta perfecta para que los precios al consumidor suban», dijo Eberhart. «Los consumidores deben planificar en consecuencia».
De hecho, el Índice de Precios al Consumo (IPC) subió un 5.4 por ciento interanual en septiembre.
Aunque el IPC es un reflejo de la economía en general, los sectores y productos individuales pueden experimentar un impacto distinto en los precios.
«Algunos de los sectores tendrán una inflación más severa y otros tendrán menos inflación», dijo Lee.
En el caso de algunos artículos, como el entretenimiento, el aumento del precio puede hacer que los consumidores no compren una película, un juego o una entrada.
«Si el artículo es elástico, o flexible, entonces los consumidores pueden cambiar y comprar otras cosas», dijo Lee.
Por ello, segmentos como el del entretenimiento pueden no sufrir tanta inflación. Para los sectores que tienen una demanda inelástica, como el petróleo y los alimentos, el precio puede subir más. En estos sectores, la demanda continúa, aunque el precio sea alto.
«No importa lo caro que sea, hay que comer», dijo Lee.
Algunos artículos de la tienda de comestibles que se producen localmente pueden aumentar de precio, pero no tanto como los bienes que se importan. La fruta fresca de una granja cercana, por ejemplo, puede tener un coste menor que los alimentos traídos de otros países.
Aunque las soluciones a largo plazo pueden aumentar la estabilidad y provocar un cambio de la inflación, por el momento, los consumidores podrían optar por deliberar las necesidades y comprar los precios. Si un artículo sube, podría ser el momento de preguntarse: «¿Es esto necesario?» Podría ser posible cambiar a un artículo diferente, de menor precio, o prescindir de él a corto plazo.
«Mucho depende de lo que los consumidores crean sobre el producto», dijo Quigley. Si creen que no hay alternativa, «puede que acepten el aumento del coste».
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