Los investigadores de las explosiones del oleoducto Nord Stream han encontrado rastros de material explosivo en el sitio, dijo el viernes el Servicio de Seguridad de Suecia, describiendo el incidente como un acto de «grave sabotaje».
Las autoridades de Dinamarca y Suecia están investigando los daños sufridos por los dos gasoductos Nord Stream que unen Rusia y Alemania a través del Mar Báltico, después de que las potentes explosiones de finales de septiembre provocaran cuatro rupturas en las tuberías.
Los investigadores de la escena encontraron «objetos extraños» en los sitios de las explosiones y, después de analizarlos, encontraron rastros de explosivos, dijo el Servicio de Seguridad de Suecia en un comunicado del 18 de noviembre.
“La investigación demuestra que se trata de un caso de grave sabotaje”, concluyó la agencia.
«Un suceso muy grave»
Se están realizando análisis más avanzados sobre los objetos extraños para sacar más conclusiones sobre el incidente, dijo el servicio de seguridad, calificando la investigación como “extensa y compleja”.
“Lo que sucedió en el Mar Báltico es muy grave”, agregó.
La Fiscalía sueca emitió un comunicado similar en el que confirma que las explosiones fueron un acto de sabotaje.
“La investigación en curso determinará si se puede identificar a algún sospechoso”, dijo la agencia.
La oficina se negó a hacer más comentarios.
Sospechas previas de sabotaje
El anuncio se produce tras la confirmación anterior, por parte del Servicio de Seguridad Sueco, de que se habían realizado incautaciones de evidencia en los sitios de las explosiones y que serían analizadas.
Los gobiernos de Dinamarca y Suecia dijeron anteriormente que sospechaban que varios cientos de libras de explosivos estaban involucrados en la realización de un acto deliberado de sabotaje.
Si bien durante mucho tiempo se sospechó que el sabotaje fue la causa de las rupturas, la especulación continúa girando en torno a quién podría estar detrás de las explosiones.
Estados Unidos y sus aliados europeos han negado su participación y han sugerido que Rusia podría estar involucrada.
El Kremlin ha calificado tales acusaciones como «previsiblemente estúpidas», ya que los oleoductos son de propiedad rusa y el gas natural que contienen proviene de Rusia.
Rusia ha culpado durante un tiempo considerable a Occidente por las explosiones y, a fines de octubre, acusó a la armada británica de volar los oleoductos.
Londres ha dicho que las acusaciones de Moscú son falsas y diseñadas para distraer la atención de los reveses militares rusos en Ucrania.
Enfrentamiento energético
Las rupturas ocurrieron en medio de un enfrentamiento energético entre Rusia y la Unión Europea tras el inicio de la guerra en Ucrania. Occidente acusa a Moscú de instrumentalizar la energía para ganar influencia en el conflicto.
Los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 tienen una capacidad anual conjunta de 110 mil millones de metros cúbicos, que es más de la mitad de los volúmenes normales de exportación de gas natural de Rusia.
La Unión Europea, que en los últimos años se ha vuelto muy dependiente de los flujos de energía rusos, se enfrenta a una caída de los precios de la energía mientras lucha por reemplazar esos suministros con otras fuentes.
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