Lo que comenzó como una pequeña mancha de luz cerca de Júpiter a principios de 2021 se convirtió en el cometa más brillante del año a medida que nos acercamos a enero. Y ahora es precisamente el mejor momento para ver a este visitante celeste desde lejos, ya que hará su aparición en la Tierra antes de Navidad en su ruta hacia el Sol.
Esta bola de gas y polvo congelado, que tiene un núcleo blanco y oblongo, emite un maravilloso brillo verdoso y una característica cola de cometa. A medida que se calienta con la luz del Sol, el objeto amorfo y difuso desprende su vapor a través del sistema solar como si fueran fuegos artificiales.
Durante unos días más —especialmente en esta segunda semana de diciembre— el brillo del cometa aumentará notablemente y podrá verse con prismáticos, telescopio o incluso a simple vista en el cielo antes del amanecer. Durante este período, alrededor de las 5:30 a.m., según Space.com, el cometa, llamado «C/2021 A1 Leonard» o simplemente «Cometa Leonard», aparecerá cerca del horizonte en las cercanías de la estrella Arcturus.
El cometa «C/2021 A1 Leonard» debe su nombre al astrónomo de la Universidad de Arizona Greg J. Leonard, que el 3 de enero de 2021 lo vio por primera vez. Apenas era visible, y se dirigía hacia el Sol a la increíble velocidad de 158,084 millas por hora (254,412 km/h) -una alucinante velocidad de 43,91 millas por segundo (70,67 km/s), según EarthSky. Es una velocidad considerable, pero es minúscula en el vasto escenario celestial del espacio, los planetas y las estrellas, donde las distancias se miden en millones de kilómetros o años luz.
A esa velocidad, se acercará más a la Tierra el 12 de diciembre, aunque no estará especialmente cerca a una distancia de más de 21 millones de millas (34 millones de km). Tampoco será especialmente visible, ya que aparecerá demasiado bajo en el horizonte para que muchos de los que viven en el hemisferio norte puedan vislumbrarlo. Desde allí, el cometa Leonard continuará su viaje hacia el Sol.
(Cortesía de Spilios Asimakopoulos/Stars Over Bucks)
Exactamente un año después de verlo por primera vez, el 3 de enero de 2022 el cometa Leonard alcanzará su perihelio (la distancia más cercana al Sol a lo largo de una órbita elíptica), lo que supone una distancia de 92 millones de kilómetros. En ese momento, la observación será inútil frente al poderoso resplandor del Sol, a pesar de que el cometa alcance entonces su máximo brillo. Y tan rápido como llegó, el C/2021 A1 Leonard pasará al lado del Sol siguiendo su trayectoria en forma de parábola, y desaparecerá en el espacio profundo, (probablemente) para no regresar jamás.
Hace unos 35,000 años, este conglomerado helado de metano, amoníaco y agua se encontraba en su punto más alejado del Sol (su afelio), a unas 3500 unidades astronómicas de distancia (unos 325,000 millones de millas); las temperaturas en el espacio exterior rondan apenas una fracción de grado por encima del cero absoluto (donde no hay ningún movimiento molecular). Pero cuando el cometa Leonard se acercó a nuestro sistema, el aumento de los niveles de energía de nuestro Sol hizo que desprendiera polvo y gases a través de nuestra galaxia, causando el espectáculo superbrillante que se muestra actualmente.
Los cometas son notoriamente impredecibles en lo que respecta a su brillo (magnitud). Con una magnitud prevista de +4,3, según Space.com (dentro del límite a simple vista, que aún podría aumentar en órdenes de magnitud a mediados de diciembre), el cometa Leonard no ha decepcionado a los observadores de estrellas en lo más mínimo: se espera que mejore. Pero no pierdan su oportunidad. El 12 de diciembre terminará la visibilidad matutina del cometa, que regresará para una breve repetición durante las noches del 15 de diciembre por debajo del planeta Venus.
El Año Nuevo 2022 anunciará el final de este espectáculo de fuegos artificiales cósmicos de 2021, que ha sido épico.
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