El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo que las ya derogadas medidas de supervisión que implementó el gobernador de Texas en la frontera entre EE. UU. y México eran «contrarias al libre comercio».
El 6 de abril, Abbott ordenó al Departamento de Seguridad Pública (DPS) realizar “inspecciones de seguridad reforzadas de los vehículos” que cruzaran los puertos internacionales de entrada a Texas, como una medida para frenar la ola de inmigración ilegal ante el fin de las expulsiones por el Título 42, dijo Abbott en un comunicado.
La medida implementada por Abbott causó un gran retraso en los camiones mexicanos que esperaban en largas colas que se extendían por millas. Ante ello, los gobernadores de los cuatro estados mexicanos que comparten frontera con Estados Unidos–Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, y Chihuahua–firmaron acuerdos en el transcurso de la semana pasada para regularizar la situación.
Sin embargo, este lunes el presidente AMLO criticó la orden establecida por Abbott.
«Son totalmente contrarias al libre comercio, les diría que son como ‘chicanadas’ [procedimiento de mala fe] de parte del gobierno de Texas», dijo López Obrador, respondiendo a la pregunta de un periodista de por qué el gobierno de México no intervino en las medidas que tomó Abbott.
El mandatario mexicano, dijo que aunque legalmente pueden llevar a cabo las medidas, el proceder fue «muy vil».
«¿Por qué lo hacen? Yo creo que el gobernador de Texas aspira a ser candidato del Partido Republicano. Entonces piensan que con eso van a ganarse simpatía, aunque perjudica», agregó, señalando que los estados no tendrían facultad para hacer acuerdos con un país extranjero.
La medida de Texas hizo que tanto el gobierno de México, la Casa Blanca, y varias Cámaras de Comercio mexicanas presionaran a Abbott ante las «pérdidas millonarias» ocasionadas por las inspecciones tras las largas horas de espera en la frontera, pero Abbott defendió la medida argumentando que Texas se ha visto desbordado “por un número récord de inmigrantes que cruzan ilegalmente de México a Texas con la ayuda de los cárteles”.
«Texas comenzará de inmediato a tomar medidas sin precedentes para hacer lo que ningún estado ha hecho en la historia de los Estados Unidos para asegurar nuestra frontera. Las nuevas estrategias (…) fortalecerán aún más nuestra ya sólida respuesta a el desastre fronterizo de Biden, y utilizaremos todos y cada uno de los poderes legales para reducir el flujo de drogas, traficantes de personas, inmigrantes ilegales, armas y otro contrabando a Texas», dijo Abbott durante su anuncio de la medida el 6 de abril.
Los memorandos de entendimiento (MOU) entre Texas y los cuatro estados mexicanos fronterizos destacaron el «mejorar las medidas de seguridad fronteriza» que evitarán la inmigración ilegal de México a Texas.
«Los gobernadores fronterizos logran resultados cuando trabajamos juntos. Mientras Biden ignora la crisis fronteriza, Texas sigue trabajando con los jefes de Estado de México para enfrentarla», escribió Abbott en un tuit tras la firma del último MOU con el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el viernes.
Abbott afirmó también que si los estados mexicanos no cumplen con sus acuerdos para detener la inmigración ilegal, podría restablecer las inspecciones adicionales de seguridad.
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