Tras el terremoto político y social que culminó con la declaración unilateral de independencia de Cataluña en octubre de 2017 -suspendida por el Constitucional-, este martes, más de un año después, empieza en el Supremo español el juicio que sentará en el banquillo a los cabecillas del procés.
No estarán el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ni los otros procesados que, como él, optaron por el exilio, ni los que están en manos del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, pero sí más de la mitad de los miembros del anterior Govern.
Por ello y porque se acusa de un delito de rebelión, algo inédito desde el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, la expectación ante el procedimiento es de las mayores de la historia de la democracia española.
Están acreditados más de 600 periodistas, todo un «reto organizativo» para el Supremo, en palabras de su presidente, Carlos Lesmes. «Todavía no ha empezado y ya forma parte de la historia», dicen desde el tribunal sobre la denominada jurídicamente como la causa especial 20907/2017.
Con el fin de garantizar la transparencia y la publicidad, el juicio del procés contará con una delegación de representantes del Parlamento Vasco que harán de informadores y será retransmitido en directo a través de la página web del Poder Judicial. Además, contará con una señal de televisión institucional para que todos los medios de comunicación que lo deseen puedan ofrecer el procedimiento en vivo.
De los 600 periodistas acreditados, medio centenar son extranjeros, mayoritariamente alemanes, franceses, suizos y holandeses.
Acusaciones: Fiscalía, Abogacía del Estado y Vox
Las tres acusaciones que ejercen la acusación penal en el juicio contra los 12 líderes soberanistas son la Abogacía del Estado, la Fiscalía y Vox.
La primera defiende que los hechos que se juzgan constituyen un delito de sedición, mientras que las dos últimas consideran que se trata de rebelión.
Los cuatro fiscales que han dirigido la causa son Consuelo Madrigal, Jaime Moreno, Javier Zaragoza y Fidel Cadena. En la Abogacía del Estado está al frente Rosa María Simeone, jefa de lo Penal, y en Vox, quien encabeza la estrategia procesal es el número dos del partido, Javier Ortega, junto al abogado Pedro Fernández.
Acusados: 12 líderes del movimiento soberanista
Los acusados en el juicio del procés son un total de 12. En ausencia de Puigdemont, quien se prevé que acapare más atención es el exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras, para quien la Fiscalía pide 25 años de prisión.
Están también la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, líderes de la ANC y Òmnium Cultural respectivamente. Para ellos, el Ministerio Público solicita 17 años de cárcel.
El resto son exconsellers, y para cinco la Fiscalía pide una condena de 16 años: Joaquim Forn (Interior), Jordi Turull (Presidencia), Josep Rull (Territorio), Raül Romeva (Exteriores) y Dolors Bassa (Trabajo y Asuntos Sociales). Para Santi Vila (Empresa), Carles Mundó (Justicia) y Meritxell Borràs (Gobernación), la pena solicitada por el Ministerio Público es de siete años.
El Tribunal
La Sala de lo Penal del Supremo, encargada de dirimir la responsabilidad de los 12 acusados, está formada por seis hombres y una mujer con una media de edad de 63 años, y presidida por Manuel Marchena.
De talante conservador, Marchena archivó la causa de los supuestos cobros del exjuez Baltasar Garzón del Banco Santander durante su estancia en Nueva York e integró el tribunal que le condenó a 11 años de inhabilitación por las escuchas de Gürtel.
También presidió el tribunal que sentenció al exconseller Francesc Homs por el 9-N. Los demás miembros de la sala son Andrés Martínez Arrieta, Antonio del Moral, Juan Ramón Berdugo, Luciano Varela, Ana Ferrer y Andrés Palomo.
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