La acción generalizada contra las historias sobre los correos electrónicos y otro material de una laptop que se cree que es propiedad del hijo del presidente Joe Biden tuvo un impacto en las elecciones de 2020, dijo el exfiscal general William Barr el 17 de marzo.
Después de que el New York Post reportara sobre los materiales, Twitter bloqueó la circulación de la historia y otros medios de comunicación pusieron en duda la veracidad o se negaron a reportar sobre los acontecimientos, esbozando afirmaciones que incluían que la revelación era parte de un esfuerzo de desinformación rusa o no tenía importancia.
«Eso definitivamente tuvo un impacto en las elecciones la supresión de esa noticia», dijo Barr, que sirvió durante las Administraciones de Trump y George H. W. Bush, en Fox News.
«Y no se trata de si fue criminal o no, cierto. Los hechos por sí solos fueron vergonzosos. Y la mayoría de los estadounidenses verían inmediatamente lo que estaba pasando y lo repulsivo que era, y habría tenido un efecto. La cuestión de la criminalidad es un asunto diferente», añadió Barr.
Una encuesta realizada tras las elecciones reveló que el 17% de los votantes de Biden no habrían votado por él si hubieran conocido la historia de Hunter Biden u otras similares que fueron minimizadas o ignoradas por los medios de comunicación hegemónicos y las grandes empresas tecnológicas.
Más tarde, los directivos de Twitter dijeron que habían cometido un error al considerar que la historia del Post se basaba en material pirateado y que no debían haber interrumpido su circulación. Algunos medios de comunicación están cambiando drásticamente su información sobre los materiales de la laptop; el New York Times, uno de los medios de comunicación que impulsó el ángulo de la desinformación rusa, reportó esta semana que había autentificado los materiales.
El Post dijo que había obtenido una copia del disco duro de la laptop a través del abogado del expresidente Donald Trump, Rudy Giuliani, y que había proporcionado materiales que demostraban que el FBI había incautado la laptop. Hunter Biden ha evitado responder a preguntas directas sobre la computadora y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, que afirmó en 2020 que los rusos parecían estar implicados, declinó el jueves abordar los nuevos reportes.
Psaki fue una de las personas que impulsó una carta ofrecida por un grupo de exfuncionarios de inteligencia, incluido el exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper, que dijo que el momento de la publicación y otros factores apuntaban a un esfuerzo ruso para influir en las elecciones de 2020. El primer reporte se publicó unos dos meses antes de que los votantes acudieran a las urnas.
John Ratcliffe, el director de inteligencia nacional (DNI) en ese momento, dijo que la comunidad de inteligencia no había obtenido «ninguna inteligencia» que apoyara la noción de desinformación rusa y el FBI dijo que no tenía nada que añadir a la declaración de Ratcliffe.
«Tan pronto como salió esta carta de estos supuestos especialistas en inteligencia, el DNI, John Radcliffe en ese momento, y el FBI, que trabajó para mí, ambos salieron a decir que esto no era el resultado de la desinformación, la desinformación rusa», dijo Barr el jueves. «Los medios de comunicación lo ignoraron por completo, simplemente siguieron con la línea de desinformación».
Nick Shapiro, que en su día trabajó como alto asesor de John Brennan cuando éste dirigía la CIA, y que facilitó la carta en cuestión a los medios de comunicación, no respondió a una solicitud de comentarios.
Richard Grenell, el DNI interino durante la presidencia de Trump en su momento, dijo que, a la luz de los últimos acontecimientos, los republicanos necesitan celebrar audiencias con todos los funcionarios que firmaron la carta si el partido cambia el control del Congreso en las próximas elecciones de mitad de período.
«Todos dijeron que la laptop de Hunter Biden era desinformación rusa. Y no tenían ni una sola información de inteligencia que lo sugiriera», escribió en Twitter. «¡Hagan que la gente rinda cuentas por manipular la inteligencia para obtener beneficios políticos!».
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