Han aparecido nuevas pruebas del presunto tráfico de influencias y faltas éticas de la familia Biden, según los registros obtenidos por America First Legal (AFL) en el marco de su demanda contra la Administración Nacional de Archivos y Registros.
Los nuevos registros se producen en medio de la investigación en curso de AFL sobre los negocios en el extranjero de Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, durante la administración del presidente Barack Obama, cuando el mayor de los Biden ocupaba el cargo de vicepresidente.
Durante el gobierno de Obama, Hunter Biden participó en la planificación de visitas oficiales de Estado de países como China, Alemania y Turquía. Los nuevos documentos sugieren que el hijo del presidente aprovechó su participación en esos compromisos oficiales para obtener beneficios personales e influyó en las reuniones y el calendario de su padre.
Entre los nuevos registros hay correos electrónicos que muestran que el entonces vicepresidente Biden accedió a pronunciar un discurso de apertura en un acto organizado por una organización en cuya junta directiva figuraba el Sr. Biden, quien presionó a su padre para que aceptara la invitación a través de su agenda en la Oficina del Vicepresidente.
Otro registro recientemente revelado muestra que el Sr. Biden trató de utilizar la oficina del vicepresidente para prestar un servicio personal a un exsocio comercial de Rosemont Seneca.
«Estos registros confirman que no había separación entre los negocios privados de Hunter y los asuntos oficiales de la Casa Blanca Obama-Biden y proporcionan una ventana a la magnitud de la influencia de Hunter en la Oficina del Vicepresidente», dijo la AFL en un comunicado.
El trasfondo del impeachment
Los documentos llegan en un momento en que la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, ha formalizado recientemente su investigación de impeachment contra el presidente Biden, después de que una investigación revelara registros bancarios que revelaban al menos 20 millones de dólares en pagos de entidades extranjeras a miembros de la familia del presidente y a sus socios comerciales.
Se descubrió que los pagos, que procedían de países como Rusia, China, Rumanía y Ucrania, tuvieron lugar durante la etapa del presidente Biden como vicepresidente y, en algunos casos, coincidieron con sus viajes a esos países.
Los republicanos han intentado vincular al presidente Biden con los negocios de su familia, afirmando que mintió cuando negó cualquier implicación.
Recientemente, el presidente Biden calificó las acusaciones contra él de «sarta de mentiras», mientras que la Casa Blanca publicó un memorándum en el que refutaba las acusaciones y acusaba a los republicanos de perseguir una «maniobra infundada de destitución» para atacar al presidente sin aportar ninguna prueba sólida de mala conducta.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Casa Blanca y con el abogado de Biden para pedirles comentarios sobre los nuevos documentos publicados.
Las nuevas pruebas parecen socavar aún más las afirmaciones del presidente Biden de que nunca estuvo involucrado en los negocios de su hijo y plantea más preguntas sobre los pagos realizados desde más de 20 países a más de 20 empresas fantasma controladas por la familia Biden.
Uno de los registros, fechado el 5 de marzo de 2015, es una invitación al entonces vicepresidente Biden para dar un discurso por parte del presidente del Proyecto de Seguridad Nacional Truman, entre cuyos miembros de la junta se encontraban el señor Biden y Sally Painter, una lobista del gigante energético ucraniano Burisma. El Sr. Biden también sirvió una vez en el consejo de Burisma.
Luego, el 7 de marzo de 2015, el señor Biden envió un correo electrónico a la oficina del vicepresidente, dirigido a la planificadora del entonces vicepresidente Biden, Kathy Chung.
«Para la planificadora. Por favor, hágame saber si es posible. Gracias», dice el correo electrónico, firmado con las iniciales RHB, que corresponden a Robert Hunter Biden, el nombre completo del menor de los Biden.
El entonces vicepresidente Biden accedió a pronunciar el discurso de apertura después de hablar con su planificadora, según un correo electrónico firmado por Anne Marie (Person) Muldoon, que trabajó como asistente general en la empresa del señor Biden, Rosemont Seneca, desde 2009 hasta que se unió al personal del entonces vicepresidente Biden como asistente en mayo de 2014.
No hay indicios de que el entonces vicepresidente Biden buscara u obtuviera asesoramiento ético respecto a si era apropiado que pronunciara un discurso en un acto organizado por una organización en cuya junta directiva figuraban su hijo y otros agentes de Burisma.
Más pruebas
Otro registro obtenido por AFL muestra que los miembros de la junta del Proyecto Truman pidieron a Biden en 2014 que hablara con el embajador japonés en nombre de su organización privada, en un momento en que tenía acceso a los canales diplomáticos oficiales.
Aunque no se consiguió financiación en 2014, otro registro muestra que el Sr. Biden habría tenido otra oportunidad de cabildeo mientras asistía a la Ceremonia de Llegada del Estado de Japón en 2015.
Varios meses después, el Proyecto Truman logró conseguir 100,000 dólares del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, según un correo electrónico obtenido por AFL.
Por último, los registros obtenidos por AFL muestran que Biden presionó a la oficina del vicepresidente para que prestara un servicio personal a Caryn Suffredini, una exsocia de Rosemont Seneca.
La petición consistía en que el entonces vicepresidente Biden autografiara una foto suya con la hija de una amiga de Suffredini.
En última instancia, la solicitud fue denegada, según un correo electrónico enviado por la planificadora, aunque refleja la estrecha relación entre el Sr. Biden y la oficina de su padre.
«Nuestra demanda crítica ha revelado pruebas de hasta qué punto Hunter Biden y sus socios comerciales utilizaron la Oficina del Vicepresidente —con el aparente pleno conocimiento del propio Joe Biden— como palanca para su enriquecimiento personal», declaró en un comunicado Gene Hamilton, vicepresidente y consejero general de la AFL.
«Esto es particularmente problemático porque los registros establecen que partes sustanciales del enriquecimiento en cuestión fueron el resultado de favores y conexiones con ciudadanos extranjeros. Biden primero, América después, por lo visto», añadió Hamilton.
Aunque el presidente ha negado cualquier implicación en los negocios de su familia, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes ha publicado más de 20 pruebas que vinculan al presidente con los negocios de su hijo.
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