COLUMBIA, Carolina del Sur. —Susan Smith podría obtener la libertad condicional el mes que viene, casi 30 años después de haber sido condenada por dejar caer su automóvil a un lago de Carolina del Sur y ahogar a sus dos hijos, que iban atados a sus asientos.
Smith, de 53 años, cumple actualmente una cadena perpetua después de que un jurado decidiera no condenarla a muerte en su juicio por asesinato en 1995. Según la ley de aquella época, puede pedir la libertad condicional tras cumplir 30 años de prisión.
La audiencia de Smith está prevista para el 20 de noviembre, según informó el lunes el Departamento de Libertad Condicional y Servicios de Indultos del estado. Las audiencias de libertad condicional se realizan virtualmente en Carolina del Sur, con la participación del recluso a través de una videollamada desde la prisión.
La libertad condicional en Carolina del Sur solo se concede en un 8 por ciento de las ocasiones y es menos probable en la primera comparecencia de un recluso ante la junta, en casos notorios o cuando los fiscales y las familias de las víctimas se oponen. Smith entra en todas esas categorías.
«El jurado consideró que había sido condenada a cadena perpetua y que eso es lo que debía cumplir», declaró Tommy Pope, el principal fiscal del juicio de Smith y actual presidente republicano interino de la Cámara de Representantes de Carolina del Sur.
«En segundo lugar, señalaría su conducta en prisión para demostrar, desgraciadamente, lo que un jurado esperaba que ocurriera, que se arrepintiera y pensara en esos niños. Ella ha demostrado que sólo piensa en Susan Smith», dijo Pope.
Smith saltó a los titulares internacionales en octubre de 1994 cuando dijo que le habían robado el auto a altas horas de la noche cerca de la ciudad de Union y que un hombre se había dado a la fuga con sus hijos dentro.
Durante nueve días, Smith hizo numerosas y a veces llorosas súplicas pidiendo que le devolvieran sanos y salvos a Michael, de 3 años, y Alex, de 14 meses.
Pero durante todo ese tiempo, los niños y el auto de Smith estuvieron en el fondo del cercano lago John D. Long, según las autoridades.
Los investigadores dijeron que la historia de Smith no tenía sentido. Los ladrones de autos normalmente solo quieren un vehículo, así que los investigadores se preguntaron por qué dejarían salir a Smith pero no a sus hijos. El semáforo donde Smith dijo que se había detenido cuando se llevaron su vehículo solo estaría en rojo si otro auto estuviera esperando para cruzar y Smith dijo que no había otros vehículos alrededor. Y otras partes de la historia no tenían sentido.
Smith confesó haber dejado que su auto rodara por una rampa para barcos y cayera al lago. Una recreación de los investigadores demostró que el Mazda tardó seis minutos en sumergirse bajo la superficie del agua, mientras que las cámaras del interior del vehículo mostraban cómo el agua entraba por las rejillas de ventilación y subía sin cesar. Los cuerpos de los niños aparecieron colgando boca abajo en los asientos del vehículo, con una pequeña mano apretada contra la ventanilla,
Según la fiscalía, Smith mantenía una relación con el adinerado hijo del propietario de la empresa en la que trabajaba. Él termino la relación porque ella tenía dos hijos pequeños y Smith decidió que así era como resolvería ese problema.
Los fiscales pidieron la pena de muerte y el juicio de la joven madre se convirtió en una sensación nacional y en un referente del crimen real, a pesar de que no fue televisado gracias a un juez preocupado por lo que las cámaras hacían al juicio por asesinato de O.J. Simpson que se celebraba al mismo tiempo. Un jurado condenó a Smith pero decidió que no merecía la pena de muerte.
Los abogados de Smith dijeron que estaba arrepentida, que sufría un colapso mental y que pretendía morir junto a sus hijos, pero abandonó el auto en el último momento.
Los 30 años que Smith lleva en prisión también han sido agitados. Las normas penitenciarias de Carolina del Sur no permiten la emisión de entrevistas, pero Smith ha escrito con frecuencia a periodistas, aficionados al crimen real y posibles pretendientes que luego hablaban de las cartas públicamente.
Intentó sin éxito apelar su condena, alegando que su marido, David Smith, abusó de ella. Él lo negó rotundamente y las autoridades dijeron que no había pruebas.
Pope dijo que David Smith planea unirse a él para oponerse a la libertad condicional de su exmujer.
En una entrevista con Court TV, David Smith dijo que le cuesta recordar a sus hijos. Dijo que, aunque perdonó a Susan Smith, eso no quita el hecho que ella mató a sus hijos y merece pasar más de 30 años en prisión por ello.
«No tienes ni idea del daño que has hecho a tanta gente», dijo David Smith en la entrevista de Court TV. «En la medida de mis posibilidades voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que permanezcas entre rejas».
Pope tiene previsto decir a la junta de libertad condicional que, cuando los miembros del jurado rechazaron la pena de muerte, pensaron que una cadena perpetua significaba el resto de su vida y no creyeron que pudiera salir en libertad tras solo 30 años.
Pope espera que Susan Smith presente sus propios argumentos ante la junta de libertad condicional. Cree que intentará utilizar la misma simpatía y dificultad para creer que una madre haría algo así a sus hijos para convencer a la junta que le conceda la libertad condicional.
«Lleva 30 años ensayando lo que dirá a la junta de libertad condicional», dijo Pope.
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