El 4 de octubre, se suspendió la negociación de las acciones del gigante inmobiliario chino en problemas Evergrande en la Bolsa de Hong Kong (HKEX), ya que el endeudado promotor no cumplió los plazos de pago de intereses y continuó con sus esfuerzos para reembolsar a los inversores.
Una presentación reglamentaria (pdf) en HKEX dice que «la suspensión de las operaciones se produjo antes de un anuncio que contenía información privilegiada sobre una transacción importante».
Las acciones de la empresa han caído casi un 80%, hasta los 2.95 dólares de Hong Kong por acción, desde el inicio de este año a 14.14 dólares de Hong Kong. También se ha suspendido la cotización de las acciones de su unidad de gestión inmobiliaria Evergrande Property Services, según mostró una declaración reglamentaria independiente (pdf).
El índice Hang Seng de Hong Kong se hundió un 2.2% tras la suspensión de Evergrande, mientras que el Nikkei 225 de Tokio cayó un 1.1%. Las acciones cayeron un 1% en Taiwán. Los mercados estuvieron cerrados por vacaciones en Shanghai y Corea del Sur.
El mes pasado, Evergrande no pagó los intereses requeridos de 83.5 millones de dólares y 47.5 millones de dólares a los tenedores de bonos internacionales, que vencían el 23 y el 29 de septiembre, respectivamente.
Sin embargo, el silencio de la empresa sobre sus obligaciones de pago de intereses ha dejado a los inversores preguntándose si tendrán que reconocer pérdidas significativas cuando expiren sus periodos de gracia de 30 días, lo que aumenta la perspectiva de un impago masivo en octubre.
Los inversores han estado lidiando con las incógnitas, incluyendo lo que el régimen del Partido Comunista podría hacer en respuesta. S&P Global Ratings predice que un rescate es improbable, afirmando que Evergrande «no es demasiado grande para quebrar».
Como mayor promotor inmobiliario en términos de ventas, Evergrande posee actualmente 1300 proyectos en más de 280 ciudades de toda China. Además, el negocio del gigante inmobiliario se ha ampliado a parques temáticos, vehículos eléctricos, servicios financieros y un equipo de fútbol.
Evergrande ha estado luchando para evitar el impago de sus deudas mientras liquida activos para hacer frente a su crisis de liquidez. La empresa debe miles de millones de dólares a bancos, clientes y contratistas.
Con un pasivo de 305,000 millones de dólares, equivalente al 2% del producto interior bruto (PIB) anual del país, Evergrande ha despertado la preocupación de que sus problemas puedan extenderse por el sistema financiero y repercutir en todo el mundo.
El problema va más allá de las deudas de Evergrande. El vasto sector inmobiliario de China, que contribuye al 29% del PIB del país, está tan sobresaturado que amenaza con abandonar su antiguo papel de motor principal del crecimiento económico chino y, en cambio, convertirse en un lastre para el mismo.
Los precios de la vivienda en China se han disparado en los últimos 15 años, a menudo más del 10% anual en las grandes ciudades. Sin embargo, los promotores se han endeudado considerablemente en el proceso. La deuda total del sector es de unos 2.8 billones de dólares, según Morgan Stanley, un banco de Wall Street.
Con información de Reuters y Dorothy Li.
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