Se ha convertido en un tópico que cuando un alumno incumple una norma, un profesor o administrador puede amenazarle con un castigo que quedará en su «expediente permanente». Para un niño de 6 años de Alabama, esa amenaza parece plausible, y el padre del niño no lo está tolerando.
«Etiquetaron a mi hijo de seis años como un alumno potencialmente violento y peligroso porque se comportaba como un niño pequeño y jugaba a policías y ladrones con otro alumno (que también fue suspendido) y utilizaba sus dedos como una pistola», escribió Jarrod Belcher, el padre del niño, en un comunicado publicado el viernes 8 de septiembre.
Según un formulario de la Junta de Educación del Condado de Jefferson «Remisión de debido proceso por infracciones de clase III» publicado por Gun Owners of America (GOA), el hijo del Sr. Belcher estaba «usando los dedos de pistola para disparar a otro estudiante».
El niño fue suspendido de la escuela a la espera de una audiencia con sus padres.
El distrito escolar del condado de Jefferson no respondió a una solicitud de comentarios.
Tras la queja de los padres, la medida disciplinaria se ha rebajado a una infracción de clase II menos grave. Pero el Sr. Belcher dijo que no es suficiente.
«Cabe señalar que dar un puñetazo o golpear a un alumno solo habría sido una infracción de clase II, por lo que, a ojos de estos administradores escolares, una pistola de dedos es más grave que golpear a un compañero en la nariz», dice la declaración del Sr. Belcher.
Dijo que su hijo no debería ser castigado ya que nadie resultó herido.
«Se han roto muchas narices a puñetazos, pero en los últimos 600 años, desde la invención de las armas de fuego, ni una sola persona ha resultado herida por una ‘pistola de dedos'», escribió.
Gun Owners of America (GOA) y Freeland Martz Attorneys de Oxford, Mississippi, se han unido al Sr. Belcher para exigir al distrito escolar del condado de Jefferson que limpie el expediente disciplinario del chico.
Los defensores de los derechos de las armas se involucraron porque dicen que este tipo de acción retrata las armas y los propietarios de armas negativamente para los niños.
Perpetuando la «mentalidad antiarmas
«Este incidente demuestra lo arraigada que está la mentalidad antiarmas en muchas comunidades, incluso en estados rojos como Alabama. Imagino que la mayoría de los hombres… pueden recordar haber jugado de forma similar en su propia juventud», escribió Erich Pratt, vicepresidente senior de GOA, en una declaración publicada el 8 de septiembre. «Seguiremos exigiendo que se tomen medidas hasta que se presente una disculpa completa y se destruyan permanentemente todos los expedientes disciplinarios relacionados con este incidente».
Un abogado que representa al Sr. Belcher envió una carta de demanda al Distrito Escolar del Condado de Jefferson. En esa carta, califica la acción disciplinaria como una reacción » asnal» a «un juego apropiado para la edad de dos niños pequeños».
«Sinceramente, pensé que la historia podía ser un engaño hasta que revisé la documentación generada por la escuela», escribió el abogado M. Reed Martz en la carta de demanda.Según la carta, el 1 de septiembre de 2023, dos niños estaban jugando a «policías y ladrones» durante el recreo en la escuela primaria Bagley.
«Durante el transcurso de su juego, los niños supuestamente extendieron sus dedos índice y pulgar y se dijeron ‘bang-bang’ el uno al otro», se lee en la carta.
Clase III: Drogas, armas, explosivos
El niño, identificado como J.B., fue suspendido y acusado de cometer una infracción de clase III. Se trata de la infracción más grave del distrito. Según el Manual para Padres de Alumnos del Distrito Escolar del Condado de Jefferson, las infracciones de Clase III incluyen posesión de armas o explosivos, agresión sexual, agresión a un empleado del distrito escolar y robo, entre otras.
El niño sólo podría volver a la escuela después de una audiencia con sus padres y el distrito.
El Sr. Martz escribió que rebajar la infracción a una Infracción de Clase II era «demasiado poco, demasiado tarde». Señaló que el distrito debe asegurarse de que el expediente disciplinario del alumno esté limpio y de que ningún otro alumno sea sancionado por este motivo en el futuro.
«Además, el distrito escolar debe confirmar que permitirá actividades de juego apropiadas para la edad y el contexto que no causen ninguna interrupción sustancial, no contengan ninguna amenaza real, implícita o percibida y no supongan ningún peligro para nadie, y que, en el futuro, ningún estudiante se enfrentará a un castigo o expulsión, independientemente de si los estudiantes o el personal preferirían que los niños pequeños no usaran ‘pistola de dedos’ como parte de su juego», dice la carta del Sr. Martz.
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