La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, aseveró hoy martes que la isla «no cederá ante la presión» de China y destacó que durante su mandato ha trabajado para «mantener la paz y la estabilidad regional sin provocar ni actuar precipitadamente».
Tsai pronunció este martes un discurso en Taipéi con motivo del Día Nacional taiwanés, en el que se festeja el 112º aniversario del Levantamiento de Wuchang, en Wuhan, que acabó con el imperio Qing y trajo la primera República de China, nombre oficial de Taiwán.
«Desde 2016, mi administración ha cumplido sus promesas y ha mantenido el ‘statu quo’. No provocamos ni actuamos precipitadamente. Pero no cederemos a la presión. Hemos profundizado la cooperación con países democráticos de todo el mundo y trabajado para mantener la paz y la estabilidad regional», dijo Tsai en su último discurso antes de dejar el poder, dado que no puede aspirar a un tercer mandato y la isla celebra elecciones en enero de 2024.
El actual vicepresidente, William Lai, lidera las encuestas para imponerse en las próximas elecciones presidenciales y legislativas de la isla, que se celebrarán el 13 de enero de 2024 para decidir la dirección de la política taiwanesa hacia China, en momentos de fuertes tensiones entre Taipéi y Beijing.
Según Tsai, desde que accedió al cargo «los obstáculos no han cesado», pero eso «no ha impedido que dejemos de relacionarnos con el mundo».
«Tanto los aliados diplomáticos como los países con ideas afines han expresado su apoyo a Taiwán en el escenario internacional. Los logros democráticos de Taiwán han establecido un punto de referencia para el mundo», señaló.
La mandataria indicó que Taiwán tiene que estar «tranquila y segura de sí misma a la hora de hacer frente a China, creando condiciones para la coexistencia pacífica».
«Es mi deber como presidenta salvaguardar nuestra soberanía nacional y el modo de vida democrático y libre de los 23 millones de habitantes de Taiwán. Con una coexistencia pacífica, con interacciones libres, sin restricciones y sin cargas entre las personas al otro lado del Estrecho», agregó.
La presidenta taiwanesa afirmó que «la paz es la única opción al otro lado del Estrecho» y que «mantener el ‘statu quo’ es la clave fundamental para garantizar la paz».
«Creo profundamente que el apoyo internacional a Taiwán no hará más que fortalecerse. El mundo observa con preocupación. Debemos aprovechar el momento para gestionar el riesgo y permitir que todas las partes contribuyan a la paz», dijo.
Tsai apuntó que durante su gobierno la isla ha conseguido logros pero que también ha habido áreas en las que no ha cumplido las expectativas: «Como presidenta, no puedo eludir mis responsabilidades. Este es un país democrático y quienes están en el poder nunca pueden ser complacientes. Mi mandato finalizará pero nuestro país seguirá adelante», apuntó.
Las tensiones entre Taipéi y Beijing, constantes desde la llegada al poder de Tsai en 2016, se recrudecieron desde el verano pasado a cuenta de la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, fuertemente protestada por las autoridades chinas.
Desde entonces, Taipéi ha notificado un aumento de las incursiones del Ejército chino en sus inmediaciones, alcanzando un récord de 103 aeronaves el pasado 18 de septiembre.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.
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