La crisis que se desarrolla entre Ucrania y Rusia y la participación de Estados Unidos en ella han suscitado nuevas preocupaciones en el Indo-Pacífico, una región que Washington ha declarado como su foco estratégico a largo plazo, especialmente en lo relativo a contrarrestar al régimen chino.
Algunos expertos y legisladores estadounidenses temen que la crisis en Europa distraiga a Estados Unidos de sus compromisos con el Indo-Pacífico, sobre todo en relación con Taiwán, el autogobierno que China pretende para sí, compartiendo así una situación similar a la de Ucrania con respecto a Rusia.
En medio de estas preocupaciones, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se dirigió al sur, a Australia, el 8 de febrero, para reforzar las políticas y objetivos de Washington en el Indo-Pacífico. Aterrizó en Melbourne el miércoles para mantener reuniones con sus homólogos de la agrupación «QUAD»: Australia, India y Japón.
El vínculo entre la crisis de Ucrania y la geopolítica en el Indo-Pacífico se puso de manifiesto antes, cuando justo antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, el presidente ruso Vladimir Putin se reunió con el líder chino Xi Jinping. En una declaración conjunta, ambos líderes se apoyaron mutuamente en sus intereses sobre Ucrania y Taiwán.
«La parte rusa reafirma su apoyo al principio de una sola China, confirma que Taiwán es una parte inalienable de China y se opone a cualquier forma de independencia de Taiwán», decía una declaración conjunta emitida por el Kremlin el 4 de febrero.
Los dos países rechazaron conjuntamente la estrategia para el Indo-Pacífico de Washington y la calificaron de amenaza. También se opusieron a la interferencia externa en sus «regiones adyacentes comunes», señalando indirectamente a Ucrania y Taiwán.
«Las partes se oponen a la formación de estructuras de bloques cerrados y campos opuestos en la región de Asia-Pacífico y permanecen muy atentas al impacto negativo de la estrategia para el Indo-Pacífico de Estados Unidos para la paz y la estabilidad de la región», decía la declaración conjunta.
Mientras tanto, en medio de las crecientes tensiones entre Ucrania y Rusia, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ordenó el 28 de enero a su Consejo de Seguridad Nacional que creara un grupo de trabajo para estudiar cómo podría afectar el enfrentamiento a su disputa de larga data con el régimen chino.
Blinken, tras su reunión con sus homólogos de la QUAD el viernes, destacó que si se permite a Rusia invadir Ucrania, tendría consecuencias más amplias, ya que «envalentonaría» a países como China para seguir con su agresión militar.
En una indirecta a las políticas de Rusia hacia Ucrania y de China hacia Taiwán, Blinken dijo que «un país no puede simplemente cambiar las fronteras de otro por la fuerza» o «imponer a otro sus opciones, sus políticas, con quién se asociará».
«Si permitimos que esos principios se desafíen impunemente, aunque sea en el otro extremo del mundo, en Europa, eso tendrá un impacto aquí también; otros están observando», dijo Blinken a los periodistas.
«Otros nos miran a nosotros para ver cómo respondemos. Por eso es tan importante que tengamos esta solidaridad: que hagamos todo lo posible, a través de la diplomacia, para tratar de evitar un conflicto y prevenir la agresión, pero igualmente, que seamos decididos si Rusia renueva su agresión».
¿Está Estados Unidos distraído?
En medio de estas crecientes preocupaciones, algunos expertos culpan a Estados Unidos de crear «histeria» en torno a Ucrania, y añaden que esto beneficia a China. Otros afirman que Washington está ampliamente centrado y tiene intereses tanto en Europa como en el Indo-Pacífico.
Walter Lohman, director del Centro de Estudios Asiáticos de The Heritage Foundation, un think tank con sede en Washington, dijo a The Epoch Times que Estados Unidos no se distrae del Indo-Pacífico.
«Estados Unidos es una potencia mundial con intereses en ambas regiones. China sigue siendo la principal amenaza mundial para los intereses y valores de Estados Unidos, y nuestro enfoque estratégico a largo plazo seguirá siendo Asia», dijo Lohman en un correo electrónico.
Sin embargo, Madhav Das Nalapat, asociado del think tank United Services Institution, con sede en Nueva Delhi, dijo que Estados Unidos se convirtió en el «principal animador» de la crisis entre Ucrania y Rusia y que debería haberse comportado mejor.
«La histeria avivada por el gobierno de Biden sobre Ucrania, incluyendo sus comentarios, repetidos a menudo pero sin fuentes, de que ‘cien mil soldados rusos están preparados para invadir la frontera ucraniana’. Esto cuando tales despliegues dentro del territorio ruso han tenido lugar durante varios años», dijo Nalapat a The Epoch Times en un correo electrónico.
«Desde Asia, parece como si Biden buscara devolver a Washington a un mundo pasado, aquel en el que el Atlántico fue el punto central de la tensión y la actividad global durante casi tres décadas; ahora el Indo-Pacífico ha asumido ese papel», añadió.
El senador republicano Josh Hawley (R-Miss.) parece compartir la misma preocupación. En una carta enviada el 2 de febrero a Blinken en la que pedía aclaraciones sobre el apoyo de la administración estadounidense a la candidatura de Ucrania a la OTAN, el senador advertía que «una China cada vez más poderosa busca la hegemonía en el Indo-Pacífico».
Para frustrar esto, «Estados Unidos debe desplazar recursos hacia el Indo-Pacífico para negar el intento de China de dominar la región», escribió Hawley.
«Esto significa que Estados Unidos ya no puede llevar la pesada carga que antes tenía en otras regiones del mundo, incluida Europa. Por el contrario, debemos hacer menos en esos escenarios secundarios para dar prioridad a negar las ambiciones hegemónicas de China en el Indo-Pacífico», continuó.
Mientras tanto, la Administración Biden ha seguido alertando sobre los acontecimientos en Ucrania. El 10 de febrero, el presidente Joe Biden declaró a la cadena de televisión NBC News que todos los ciudadanos estadounidenses que permanecen en Ucrania deberían abandonar el país inmediatamente.
«No es que estemos tratando con una organización terrorista. Estamos tratando con uno de los mayores ejércitos del mundo. Es una situación muy diferente, y las cosas podrían descontrolarse rápidamente», dijo Biden.
El Departamento de Estado también emitió el jueves un aviso en el que advertía de que la administración «no podrá evacuar a los ciudadanos estadounidenses en caso de acción militar rusa en cualquier lugar de Ucrania».
Después de la reunión del QUAD el viernes, Blinken advirtió que había «signos muy preocupantes de la escalada rusa».
«Estamos en una oportunidad en la que una invasión podría comenzar en cualquier momento, y para ser claros, eso incluye durante los Juegos Olímpicos», dijo.
Nalapat dijo que las naciones asiáticas están observando la situación de cerca. Cualquier «rebote» del enfoque estadounidense del Indopacífico hacia Europa, lo que significa un reenfoque de China a Rusia, no sería bienvenido por aquellas naciones que se oponen al expansionismo del Partido Comunista Chino en el Indopacífico, dijo.
Alianza antiestadounidense
Andrés Ortega Klein, investigador principal del Real Instituto Elcano, con sede en Madrid, escribió en un comentario el 8 de febrero que China ha adoptado una postura compleja en la crisis de Ucrania que está vinculada a sus agendas en el Indo-Pacífico.
«Tiene dos objetivos principales: medir la reacción de EE. UU. ante una posible crisis entre Beijing y Taiwán; y evitar que la OTAN como tal se inmiscuya en el Indo-Pacífico, una de las principales cuestiones que deben resolverse de aquí a la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid el próximo mes de junio», dijo Klein.
Lohman, de la Fundación Heritage, dijo que el apoyo de China a Rusia se deriva de su antagonismo mutuo hacia Estados Unidos.
«El interés de China es apoyar a Rusia en general como parte de un encuentro de mentes antiestadounidenses. Desde la perspectiva de Beijing, los problemas para Estados Unidos son buenos para China», dijo.
Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos en Ucrania no significa que Beijing vaya a lanzarse a hacer un movimiento militar hacia Taiwán, dijo Lohman, ya que cualquier acción requeriría «una evaluación de la capacidad de sus propios militares para prevalecer sobre Taiwán y Estados Unidos».
Nalapat cree que es incorrecto sostener que si Washington no responde en apoyo de Ucrania, envalentonará los designios de China sobre Taiwán.
«La histeria sobre Ucrania está desviando la atención necesaria de las actividades de China, al igual que el 11 de septiembre le quitó la atención a Oriente Medio y Afganistán», dijo, y añadió que China gana más si la atención de EE.UU. se desplaza de Asia Oriental y el mar de China Meridional a Ucrania.
«Cuanto más desplace Biden la atención de China a Rusia y a los grupos extremistas en Af-Pak y en Oriente Medio, mejor servirá Washington a los intereses estratégicos de Beijing».
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