Se demostró que el hidrógeno molecular tiene propiedades antioxidantes, capaces de neutralizar selectivamente los radicales libres nocivos del organismo. Esta propiedad puede ayudar a reducir el estrés oxidativo y la inflamación crónica, disminuyendo potencialmente el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como el cáncer.
Algunas investigaciones sugieren que la terapia de hidrógeno también puede retrasar el envejecimiento, mejorar la resistencia física y aliviar la ansiedad y el dolor, contribuyendo a una mejora general de la calidad de vida.
Los radicales libres y el estrés oxidativo
El cuerpo produce radicales libres durante los procesos metabólicos, principalmente como especies reactivas de oxígeno (ROS) y especies reactivas de nitrógeno (RNS). Estas moléculas altamente reactivas, con sus electrones no apareados, pueden causar estrés oxidativo cuando están presentes en exceso. El estrés oxidativo es un factor importante en el desarrollo de muchas enfermedades.
Por ejemplo, cuando el cuerpo metaboliza nutrientes como hidratos de carbono, proteínas y grasas para generar energía, parte del oxígeno de las células se convierte en ROS. El radical hidroxilo, un radical libre especialmente dañino, puede provocar estrés oxidativo cuando se produce en exceso. Esto daña los lípidos celulares, las proteínas y el ADN, desencadenando una inflamación crónica. Tanto el estrés oxidativo como la inflamación crónica están relacionados con enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Por eso los investigadores se centran cada vez más en encontrar antioxidantes naturales que sean biológicamente activos.
El descubrimiento del hidrógeno como antioxidante
En 2007, el profesor Shigeo Ohta y su equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Juntendo, Japón descubrieron por primera vez el potencial del hidrógeno como antioxidante preventivo y terapéutico. Sus investigaciones sugirieron que el hidrógeno puede reducir selectivamente ROS en las células, protegiéndolas así del daño oxidativo.
La capacidad del hidrógeno para neutralizar selectivamente los radicales libres tóxicos le permite eliminar los radicales hidroxilos nocivos convirtiéndolos en agua. Este proceso parece tener pocos efectos adversos en el organismo y no afecta a otros ROS que son esenciales para las funciones fisiológicas normales.
Una revisión sistemática realizada en enero de 2024 por un equipo de investigadores estadounidenses indicó que el mecanismo de acción del hidrógeno difiere del de los medicamentos convencionales. La revisión sugería que la terapia con hidrógeno podría mejorar diversas afecciones, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, además de mejorar la función hepática en pacientes con hepatitis B y la función renal en pacientes en diálisis.
Combatir la inflamación con la terapia de hidrógeno
La inflamación es un mecanismo clave de la respuesta inmunitaria del organismo, que implica interacciones entre células inmunitarias que liberan citoquinas proinflamatorias para potenciar la actividad inmunitaria. La inflamación crónica puede dañar las células y los tejidos y provocar enfermedades.
En modelos animales de inflamación, se demostró que el hidrógeno reduce la inflamación crónica al inhibir los procesos oxidativos mitocondriales y la activación del inflamasoma NLRP3, un mecanismo que puede desencadenar la inflamación. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar estos efectos en humanos.
El estrés oxidativo y la inflamación crónica subyacen a muchas enfermedades, lo que dificulta la identificación de la causa fundamental de determinados problemas de salud. A menudo, las personas experimentan síntomas persistentes como dolores de cabeza, dolor en las piernas, problemas digestivos o insomnio, incluso cuando los tratamientos habituales no producen una mejoría apreciable. Estos problemas de salud pueden tener su origen en una inflamación crónica, por lo que la terapia con hidrógeno puede ser una opción de tratamiento natural para quienes sufren estas dolencias.
Yen Hai-Yan, presidenta de AY Health Management Consultant Co., Ltd., de Taiwán, conoció la terapia de hidrógeno gracias a un médico amigo tras sufrir insomnio y reflujo gastroesofágico durante años. En poco más de dos meses de terapia de inhalación de hidrógeno, Yen experimentó mejoras significativas en sus antiguos problemas de insomnio y reflujo gastroesofágico, según compartió en un programa de YouTube.
Del mismo modo, un pariente de Yen sufrió fuertes dolores de cabeza durante más de una década, a pesar de consultar a múltiples profesionales médicos y probar numerosos tratamientos sin encontrar un alivio eficaz. Empezó una terapia de hidrógeno y, al cabo de un mes, los dolores de cabeza se resolvieron por completo y no volvieron a aparecer desde entonces.
Mejorar la evolución del cáncer con la terapia del hidrógeno
La microbiota intestinal humana produce diariamente una cantidad considerable de hidrógeno, que sirve de barrera natural contra enfermedades como los tumores. Aunque los mecanismos antitumorales exactos del hidrógeno siguen sin estar claros, algunas investigaciones demostraron que el hidrógeno podría suprimir la proliferación de células cancerosas y la metástasis mediante la eliminación de ROS y la inhibición de las vías de señalización dependientes de ROS. Además, al eliminar las ERO y reducir el estrés oxidativo, el hidrógeno puede desempeñar un papel clave en la modulación de la función inmunitaria.
Como terapia complementaria, la hidrogenoterapia podría reducir el estrés oxidativo causado por la radiación y la quimioterapia en pacientes con cáncer, reduciendo potencialmente el daño tisular y la inmunosupresión, mejorando así el pronóstico.
Las propiedades inmunomoduladoras del hidrógeno pueden prevenir el agotamiento de las células T y mejorar su función antitumoral, lo que conduce a nuevas mejoras en el pronóstico.
Un estudio realizado en 2018 en Japón administró terapia de hidrógeno a 42 pacientes con cáncer de pulmón en estadío IV. Los investigadores descubrieron que la terapia de hidrógeno podría prolongar la supervivencia general de los pacientes. En concreto, los pacientes que recibieron hidrogenoterapia tuvieron una mediana de supervivencia de 28 meses, casi el triple que los sometidos a inmunoterapia.
Otros beneficios potenciales
Una de las ventajas de la terapia de hidrógeno es su idoneidad para el uso diario, que puede ayudar a retrasar el envejecimiento, mejorar el estado de ánimo y potenciar la resistencia física, mejorando así la calidad de vida en general.
Algunos estudios exploraron los beneficios potenciales de la hidrogenoterapia para diversas afecciones, entre las que se incluyen:
– Artritis reumatoide: Un pequeño estudio sugirió que el consumo diario de agua con altas concentraciones de hidrógeno durante cuatro semanas podría reducir el estrés oxidativo y mejorar los síntomas en pacientes con artritis reumatoide.
– Rendimiento en el ejercicio: Un estudio realizado en 2019 en Japón demostró que beber agua rica en hidrógeno antes de hacer ejercicio puede reducir la fatiga y mejorar la resistencia tanto de atletas como de no atletas al estimular la producción de enzimas antioxidantes.
– Estado de ánimo y ansiedad: Otro estudio sugirió que beber agua rica en hidrógeno durante cuatro semanas, podría mejorar el estado de ánimo, la ansiedad y el bienestar emocional general. Esto se debe a que el estrés oxidativo y la inflamación crónica pueden perjudicar la función del sistema nervioso central, lo que afecta negativamente al estado de ánimo.
Uso adecuado de la terapia de hidrógeno
En la actualidad, existen varios métodos de administración de la terapia de hidrógeno, como la inhalación de gas de hidrógeno, la ingestión de agua rica en hidrógeno, los baños de hidrógeno, la inyección de solución salina saturada de hidrógeno y la aplicación de gotas de solución salina de hidrógeno en los ojos.
Existen varios métodos para producir agua rica en hidrógeno. El gas hidrógeno puede presurizarse y disolverse directamente en el agua o generarse mediante reacciones químicas. En la actualidad, la electrólisis sigue siendo el método más utilizado para producir agua rica en hidrógeno.
El agua rica en hidrógeno puede producirse mediante diversos métodos, como la presurización directa del gas hidrógeno en el agua, las reacciones químicas y la electrólisis, actualmente el método más común. Éste utiliza la corriente eléctrica para dividir las moléculas de agua en gases de oxígeno e hidrógeno.
Aunque la hidrogenoterapia puede ayudar a regular el organismo y mejorar ciertas afecciones, no es una panacea. Si aparece alguna molestia durante su uso, es crucial interrumpir la terapia o reducir la dosis inmediatamente. Las personas con problemas de salud específicos deben consultar a un médico antes de iniciar la terapia.
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