Para quienes padecen enfermedad inflamatoria intestinal (EII), es posible que una nueva forma de alivio no provenga de un frasco de pastillas sino del consultorio del psicoterapeuta.
Una nueva investigación ha descubierto evidencia significativa de que las intervenciones psicológicas como la terapia cognitivo-conductual (TCC) pueden reducir los niveles de inflamación en personas que padecen EII.
La investigación proporciona un gran aliento para los más de 3 millones de estadounidenses que padecen estas dolorosas afecciones gastrointestinales, entre las que se incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Nueva esperanza para quienes padecen EII
Los síntomas de la EII incluyen diarrea, dolor abdominal, náuseas, pérdida del apetito y hemorragia rectal. El padecimiento afecta gravemente la salud mental y la calidad de vida de los pacientes. Cada año se diagnostican más de 720 casos nuevos por cada 100.000 habitantes (es decir, casi uno de cada 100).
El estudio del King’s College de Londres fue una revisión sistemática y un metaanálisis de investigaciones en las que participaron más de 1.700 en 28 ensayos controlados aleatorios. Examinó el efecto de las intervenciones en el estado de ánimo sobre biomarcadores inflamatorios como la proteína C reactiva, una proteína producida por el hígado, y la proteína fecal calprotectina, que muestran la actividad de la EII.
Los resultados muestran que las terapias psicológicas como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de aceptación y compromiso y la reducción del estrés basada en la atención plena redujeron la inflamación mejor que los antidepresivos y el ejercicio. Los beneficios fueron más pronunciados con los enfoques de psicoterapia que mejoraron el estado de ánimo.
«Nuestro estudio demostró que las intervenciones que tratan la salud mental reducen los niveles de inflamación en el organismo», dijo en un comunicado de prensa Natasha Seaton, autora principal del estudio y candidata doctoral en el King’s College de Londres. «Esto indica que las intervenciones en el estado de ánimo podrían ser una herramienta valiosa en nuestro enfoque para ayudar a los enfermos de EII».
Los autores destacaron la ventaja económica de la terapia en comparación con medicamentos caros como el infliximab, que tiene efectos secundarios graves.
Si bien los medicamentos son estándar, existen otras intervenciones como acupuntura, ejercicio, sueño y terapia, dijo a The Epoch Times el Dr. Andrew Boxer, gastroenterólogo de Gastroenterology Associates de Nueva Jersey. «Como se ve en este estudio, estoy de acuerdo en que la psicoterapia es muy eficaz en el control de los síntomas de la EII», afirmó.
La TCC ayuda a los pacientes a romper los ciclos de pensamiento vinculados a los síntomas
Si bien el estrés «ciertamente» juega un papel en el empeoramiento de los síntomas, también ocurre lo contrario, ya que el empeoramiento de los síntomas de la EII puede repercutir en los niveles de estrés, según Esther Stein, gastropsicóloga del Centro Clínico de EII Susan y Leonard Feinstein de EII del Hospital Mount Sinai.
«Esta relación puede ser bidireccional», dijo. «Gran parte de lo que hacen los gastropsicólogos en la práctica clínica es modificar esta respuesta de excitación y mejorar el afrontamiento y el manejo del estrés para que los síntomas se puedan controlar mejor y se pueda mantener la remisión».
La TCC, que se centra en pensamientos, sentimientos y conductas, es un tratamiento psicológico primario que se utiliza para mejorar los síntomas de la EII, añadió Stein.
Los pacientes con EII a menudo desarrollan patrones de pensamiento inútiles y la TCC los reentrena para pensar y actuar de manera diferente en respuesta a los síntomas.
Herramientas de TCC para usar en la vida diaria
Si bien la TCC a menudo implica trabajar con un profesional, algunas técnicas se pueden adaptar a la vida diaria, como por ejemplo:
• Reestructuración cognitiva: Esta técnica ayuda a cambiar los pensamientos sustituyendo los que provocan estrés con perspectivas más equilibradas. Comienza identificando una situación estresante, pensamientos y sentimientos asociados. Luego, estos pensamientos se examinan para determinar qué es cierto o no. Y finalmente, se crea un modelo de raciocinio más equilibrado para brindar alivio.
• Llevar un diario para lidiar con los pensamientos negativos: Llevar un diario implica escribir pensamientos y sentimientos para comprenderlos mejor. Para quienes luchan contra las emociones negativas, puede ayudar a ganar control y mejorar la salud mental.
• Relajante: Otras técnicas se centran en los beneficios de la relajación para aliviar el estrés. La Sra. Stein recomendó estrategias como respiración diafragmática, ejercicios de atención plena e hipnoterapia dirigida al intestino.
«Cuando la salud mental y el estrés del paciente están bien controlados, pueden gestionar mejor su enfermedad», dijo.
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