El congresista James Comer (R-Ky.) declaró que el testimonio del exsocio de Hunter Biden, Devon Archer, proporciona una hoja de ruta para los próximos pasos de la investigación del Comité de Supervisión sobre los negocios de la familia Biden.
El Sr. Comer, presidente del Comité de Supervisión, dijo en una entrevista con Just The News que el explosivo testimonio del Sr. Archer proporcionó una serie de pistas en la investigación de la familia Biden que los investigadores del Congreso seguirán.
Estas pistas incluyen la ampliación de la investigación del panel para incluir a los hermanos del presidente Joe Biden, las ventas de obras de arte de Hunter Biden y una reunión que el presidente y su hijo mantuvieron con un oligarca ruso en 2014.
Testimonio de Archer
El Sr. Archer formó parte del consejo de la empresa ucraniana de gas Burisma junto con Hunter Biden, y más tarde ambos fundaron juntos la empresa de inversiones Rosemont Seneca, en la que el Sr. Archer fue director gerente.
Los republicanos lo consideran desde hace tiempo un testigo clave en su búsqueda de una conexión directa entre el presidente Joe Biden y los diversos negocios internacionales de su hijo.
El presidente ha negado repetidamente cualquier implicación en los negocios de su hijo, afirmaciones que los republicanos han tachado rotundamente de falsas, y su búsqueda de pruebas irrefutables que demuestren que el Sr. Biden mentía les ha llevado hasta el Sr. Archer.
El Sr. Comer envió una citación al Sr. Archer en junio, diciendo que su testimonio sería fundamental para la investigación de la comisión sobre la familia Biden.
Algunas de las revelaciones clave del Sr. Archer en su testimonio a puerta cerrada del 31 de julio ante el Comité de Supervisión incluyen que Hunter Biden puso a su padre, que entonces era Vicepresidente, en el altavoz durante las reuniones de negocios más de 20 veces y que el mayor de los Biden fue puesto en la llamada para vender «la marca».
Los republicanos consideraron que el testimonio del Sr. Archer era una prueba de que el presidente mentía sobre su supuesta implicación en los asuntos empresariales de su hijo, mientras que los demócratas dijeron que el testimonio del Sr. Archer no demostraba tal cosa y que Hunter Biden se limitaba a vender la «ilusión de acceso» a su padre, cuyas interacciones con los socios empresariales de su hijo equivalían a conversaciones triviales «casuales».
La Casa Blanca restó importancia al testimonio del Sr. Archer, y su portavoz, Ian Sams, dijo que no aportaba el tipo de pruebas contundentes de irregularidades que afirmaban los republicanos.
«Parece que el propio testigo de los republicanos de la Cámara de Representantes, del que tanto se ha hablado, ha declarado hoy que nunca oyó que el presidente Biden hablara de negocios con su hijo o con los socios de su hijo ni que hiciera nada malo», dijo Sams en un comunicado.
Pero en sus comentarios a Just The News, el Sr. Comer dijo que el capítulo final de la saga de Hunter Biden aún está por escribir, pues prometió seguir una serie de pistas que el testimonio del Sr. Archer arrojó a la luz.
¿Y ahora qué?
El Sr. Comer dijo al medio que intentaría entrevistar a miembros de la familia Biden, incluido James Biden, hermano del presidente.
«Estén atentos a los hermanos», dijo el Sr. Comer. «Es una familia criminal. Quiero decir, realmente lo es. Y el delito es vender acceso a nuestro gobierno federal, a adversarios de todo el mundo».
El Sr. Comer dijo que el testimonio del Sr. Archer demuestra que los miembros de la familia Biden han estado vendiendo acceso al gobierno durante unas dos décadas y que el presidente conocía personalmente a todas las personas cuyos registros bancarios muestran supuestas transferencias de millones de dólares a empresas fantasma creadas por miembros de la familia Biden.
Esta familia ha estado haciéndolo activamente durante dos décadas. Y Joe Biden conocía a todos y cada uno de los implicados en el envío de esas transferencias, y creo que eso lo hemos sabido hoy», dijo el Sr. Comer sobre el testimonio del Sr. Archer.
En mayo, el Sr. Comer anunció la publicación de un memorándum sobre registros bancarios (pdf) en el que se analiza cómo los registros financieros obtenidos por el Comité demuestran que la familia Biden y sus asociados establecieron una complicada red de empresas durante la vicepresidencia de Joe Biden y recibieron millones de dólares de fuentes extranjeras.
«Los Biden trataron intencionadamente de ocultar, confundir y disimular sus planes de tráfico de influencias, pero los registros bancarios no mienten. Los Biden ganaron millones de ciudadanos extranjeros que les proporcionaron lo que no parecen ser más servicios que el acceso y la influencia», declaró Comer a mediados de mayo.
El Sr. Comer alegó en la entrevista con Just The News que uno de los receptores de los pagos era James Biden, hermano del presidente.
The Epoch Times no ha podido ponerse en contacto con James Biden para que hiciera comentarios, pero Abby Lowell, abogada de Hunter Biden, dijo a los medios de comunicación en una declaración de mayo que los republicanos no habían revelado ninguna prueba de irregularidades con la publicación de su memorándum sobre los registros bancarios y las revelaciones que lo acompañaban.
«Las llamadas ‘revelaciones’ de hoy son falsedades en nuevas versiones y reempaquetadas de reuniones y negocios perfectamente correctos de ciudadanos particulares», dijo entonces el Sr. Lowell.
Ventas de arte de Hunter Biden
Otro aspecto que el Sr. Comer dijo que se investigaría más a fondo es la cuestión de las ventas de arte de Hunter Biden, que han formado parte de la investigación del Comité de Supervisión sobre los negocios de la familia Biden.
El Sr. Comer ha cuestionado si Hunter Biden utilizaba obras de arte de gran valor para eludir las sanciones estadounidenses como parte de un plan de tráfico de influencias a adversarios extranjeros.
A medida que aumentaban las preguntas sobre las ventas de arte de Hunter Biden, la Casa Blanca anunció en julio de 2021 que todas las ventas se gestionarían a través de una galería y que ni el presidente ni su hijo sabrían quién compraba el arte.
«Creemos que es un sistema razonable que se ha establecido y que permite a Hunter Biden trabajar en su profesión con las salvaguardias adecuadas», declaró la entonces secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Pero el acuerdo preocupó a los republicanos, que seguían sin estar convencidos de que las ventas de arte fueran legítimas y no una forma de canalizar sobornos al presidente.
«A pesar de ser un artista principiante, Hunter Biden recibió cantidades exorbitantes de dinero por la venta de sus obras de arte, las identidades de los compradores siguen siendo desconocidas y usted parece ser el único encargado de registrar estas lucrativas transacciones», escribió Comer en una carta del 25 de enero (pdf) al marchante de arte de Hunter Biden, Georges Berges, de la Galería Georges Berges, con sede en Nueva York.
El Sr. Comer pidió al Sr. Berges que testificara ante el Comité y que facilitara diversas comunicaciones entre él y Hunter Biden que arrojaran luz sobre las transacciones.
El Sr. Berges declaró a USA Today que empezó a trabajar con Hunter Biden antes de que su padre fuera propuesto para la presidencia y elogió al más joven de los Biden por la calidad de su arte.
«Sé que en este momento hay mucha política de por medio, lo cual es una pena porque su trabajo no sólo es bueno, sino importante», dijo Berges al medio en aquel momento. «Hunter Biden se convertirá en uno de los artistas más importantes de este siglo porque el mundo necesita su arte ahora más que nunca».
Pero el Sr. Comer sigue sin estar convencido, y en la última entrevista ha dicho a Just The News que el tema de las ventas de arte de Hunter Biden merece un examen más detenido.
«Todos los estadounidenses deberían sentirse insultados por el hecho de que Joe Biden piense que van a creer que ningún interés especial ni ningún extranjero son los compradores de esas obras de arte», dijo el Sr. Comer al medio.
«Por supuesto, la gente que compra esa porquería de obra de arte del hijo del presidente lo hace para recibir un beneficio», añadió.
El Sr. Comer dijo que teme que algunos de los cuadros hayan sido adquiridos por compradores chinos que pretendían aprovechar las compras para influir políticamente.
«Si fueran compradores de arte legítimos, creo que el galerista ya habría defendido su buen nombre y lo habría admitido», dijo el Sr. Comer.
El Sr. Berges se negó a comentar la anterior solicitud de entrevista del Sr. Comer en declaraciones a USA Today, pero añadió que se compromete a proteger la intimidad de los coleccionistas de arte.
El Sr. Lowell, abogado de Hunter Biden, dijo en una declaración anterior a los medios de comunicación que la galería «fija los precios y gestiona todas las ventas basándose en las normas éticas más estrictas del sector, y no revela los nombres de ningún comprador al Sr. Biden».
Reunión con una oligarca rusa
El testimonio del Sr. Archer también reveló que el presidente, su hijo y otros asociados asistieron a una reunión en el Café Milano de Washington en 2014 con Elena Baturina, una oligarca rusa viuda del ex alcalde de Moscú.
«En particular, la lista pública de sanciones de la Administración Biden a los oligarcas rusos no incluye a Baturina», declaró el lunes el Comité de Supervisión en un comunicado tras el testimonio del Sr. Archer.
El Sr. Comer declaró a Just The News que los investigadores del Congreso también seguirán esa pista.
Una investigación anterior de los republicanos del Senado alegó que la Sra. Baturina envió 3.5 millones de dólares como parte de un «acuerdo de consultoría» en 2014 a una empresa llamada Rosemont Seneca Thornton, de nombre similar a la Rosemont Seneca Advisors que Hunter Biden cofundó con el Sr. Archer.
El abogado de Hunter Biden en aquel momento, George Mesires, declaró a la CNN que su cliente «no tenía ningún interés en Rosemont Seneca Thornton ni era «cofundador» de la misma, por lo que la afirmación de que se le pagaron 3.5 millones de dólares es falsa».
La cuestión de quién se embolsó los 3.5 millones de dólares sigue sin respuesta.
El nombre de la Sra. Baturina apareció en correos electrónicos recuperados de la famosa laptop de Hunter Biden, en el contexto de un posible negocio inmobiliario en Nueva York y una empresa de cacao en Latinoamérica, según The New York Post.
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