El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que ha desplegado una fuerza fronteriza especial pocos días antes de que expire esta semana la orden sanitaria pública del Título 42 que hizo retroceder a millones de inmigrantes ilegales en los últimos años.
Abbott, un republicano que se ha mostrado crítico con las políticas fronterizas del presidente demócrata Joe Biden, dijo que los miembros de la recién acuñada Fuerza Táctica Fronteriza de Texas serán enviados en helicópteros Black Hawk a zonas próximas a la frontera entre Estados Unidos y México. La fuerza es una unidad especialmente entrenada dependiente de la Guardia Nacional de Texas.
La fuerza fronteriza, dijo, será enviada a «focos a lo largo de la frontera para ayudar a interceptar y repeler a grandes grupos de migrantes que intentan entrar ilegalmente en Texas» antes de criticar a la Administración Biden por permitir que el Título 42 terminara. «La Fuerza Táctica Fronteriza de Texas reforzará nuestros esfuerzos de la Operación Estrella Solitaria para asegurar la frontera de Texas en medio del caos provocado por la eliminación del Título 42 por parte del presidente Biden», añadió.
Una táctica similar se utilizó con éxito en El Paso el pasado diciembre, dijo en una conferencia de prensa el lunes. En los últimos dos días, añadió Abbott, la Guardia Nacional identificó y reprimió un aumento de cruces en Brownsville, la misma ciudad donde un conductor arrolló a un grupo de inmigrantes ilegales —en su mayoría procedentes de Venezuela— el domingo.
El equipo de élite de la Guardia Nacional se centrará en cualquier oleada de este tipo que se produzca, identificando los puntos de cruce y cerrándolos, dijo el gobernador de Texas. Tendrán acceso a aviones, barcos, equipos de visión nocturna y material antidisturbios, añadió Abbott.
Programado para finalizar el jueves, el Título 42 permite a los agentes fronterizos federales expulsar rápidamente a los inmigrantes ilegales a México. Se implementó por primera vez en marzo de 2020 al comienzo de la pandemia para frenar la propagación del COVID-19 en entornos de detención abarrotados.
Se espera que su derogación provoque un aumento de las llegadas a la frontera como resultado de la demanda reprimida y la percepción entre los que cruzan ilegalmente —muchos de los cuales proceden de México, Venezuela y Centroamérica— de que se les permitirá entrar en Estados Unidos. Desde que Biden asumió el cargo, los republicanos han criticado lo que califican de políticas laxas de la Administración en torno a la inmigración ilegal y la aplicación de las leyes federales.
«Estas fuerzas adicionales reforzarán a los miles de miembros de la Guardia Nacional de Texas que ya ayudan a las fuerzas policiales locales y estatales a asegurar la frontera, detener el contrabando de drogas, armas y personas en Texas, y prevenir, detectar e interceptar el comportamiento criminal transnacional entre los puertos de entrada», dijo la Guardia Nacional de Texas en un comunicado el lunes.
«Hemos ampliado nuestras capacidades para incluir equipos de barcos que patrullan cientos de millas de río, drones y helicópteros que detectan actividades ilícitas desde el aire, y equipos de revisión, puntos de seguridad y patrullas itinerantes que bloquean e interceptan el contrabando ilegal (drogas, armas y personas) en Texas», continúa el comunicado.
En la rueda de prensa del lunes, Abbott dijo que seguiría transportando en autobús a los inmigrantes ilegales desde la frontera hasta ciudades como Chicago y Nueva York. Pero en un giro de los acontecimientos, las autoridades de Nueva York anunciaron la semana pasada que enviarían a cientos de inmigrantes ilegales a una pequeña ciudad del condado suburbano de Rockland, lo que provocó el rechazo de las autoridades locales, que declararon el estado de emergencia.
Dijo que estaba trabajando con legisladores estatales para tipificar como delito grave la entrada ilegal en Texas desde México o la participación en los llamados escondites para inmigrantes que han cruzado ilegalmente la frontera. Otra medida impondría una pena mínima de 10 años de cárcel a cualquier persona declarada culpable de introducir ilegalmente personas en Texas.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la oficina de Abbott para obtener más comentarios sobre qué poderes tendrá la Fuerza Táctica Fronteriza de Texas para repeler a los inmigrantes ilegales. El gobierno federal es la única entidad que hace cumplir las leyes fronterizas y de inmigración de Estados Unidos, mientras que los estados tienen poco margen para hacerlo.
«Los cárteles saben que es el gobierno federal el que controla el proceso de inmigración. Los cárteles trabajan en colaboración con el presidente Biden y el gobierno federal para facilitar que los ilegales crucen la frontera», dijo Abbot, añadiendo que su estado está siendo «socavado» por el gobierno federal.
El gobernador también respaldó los esfuerzos de la asamblea legislativa de Texas para impulsar leyes estatales contra los ilegales que cruzan la frontera. Una medida tipificaría como delito la entrada ilegal en Texas desde México, mientras que otra impondría una pena mínima de 10 años de prisión a las personas condenadas por contrabando de personas.
Las declaraciones de Abbott se producen cuando un sospechoso de 34 años, George Alvarez, ha sido acusado de la muerte de ocho personas que se encontraban cerca de un refugio para inmigrantes ilegales y personas sin hogar en Brownsville, al otro lado de la frontera con Matamoros (Texas). Las autoridades han revelado pocos detalles sobre el sospechoso, pero han dicho que no coopera.
Durante una conferencia de prensa el lunes, la policía de Brownsville mostró lo que parecía ser la hoja de antecedentes penales de Alvarez, mostrando una serie de cargos en su contra. Anteriormente, Alvarez ha sido acusado de cargos de asalto, asalto agravado, posesión de drogas, robo de vehículos, conducir en estado de ebriedad, robo, resistencia a la autoridad, y más, de acuerdo con un cartel que los funcionarios mostraron el lunes.
Las autoridades dijeron que no podían verificar las afirmaciones de los testigos de que Alvarez gritó insultos contra los inmigrantes ilegales y levantó el dedo medio antes de arremeter contra los peatones. Al mismo tiempo, las autoridades dijeron que están a la espera de un informe toxicológico para determinar si estaba bajo la influencia de drogas o alcohol en el momento del accidente.
En la conferencia de prensa del lunes, Abbott también hizo referencia al tiroteo masivo en Allen, Texas, que dejó ocho muertos. Abbot dijo que se reunió con funcionarios locales para «llegar al fondo de lo que está pasando».
Con información de Reuters.
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