Texas reforzó la seguridad a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México cerca de El Paso agregando contenedores de transporte a lo largo de Río Grande, además de la milla de alambre de púas instalada anteriormente para evitar cruces ilegales.
Los contenedores de transporte comenzaron a instalarse a principios de esta semana, de acuerdo a una declaración emitida el jueves por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, que ha estado al frente de los esfuerzos para asegurar la frontera sur en medio de un aumento de la inmigración ilegal.
«Texas está añadiendo contenedores de transporte a la frontera entre Estados Unidos y México en El Paso», dijo Abbott en un mensaje publicado el jueves en Twitter. «Esto se suma al alambre de púas y la Guardia Nacional. Juntas, las estrategias están haciendo que la inmigración ilegal en ese lugar caiga en picada».
Mientras el muro fronterizo improvisado se levanta en Texas, este se derrumba en Arizona, donde el gobernador republicano saliente, Doug Ducey, accedió a desmantelar una barrera de contenedores marítimos en respuesta a una demanda de la administración Biden.
La inmigración ilegal se disparó bajo la presidencia de Joe Biden, con 2.76 millones de cruces no autorizados en el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP).
La exorbitante cifra batió el récord anterior de cruces ilegales en más de un millón y fue más del doble del nivel más alto registrado durante el mandato del presidente Donald Trump, que hizo de la contención de la afluencia una parte importante de su plataforma política.
El año fiscal 2023 está en camino de batir el récord de cruces ilegales del año pasado, ya que tanto octubre como noviembre marcaron récords en sus respectivos meses por el número de encuentros con extranjeros ilegales.
Abbott, que lleva mucho tiempo tratando de reforzar la seguridad fronteriza y se ha enzarzado repetidamente con el gobierno de Biden por lo que ha descrito como sus políticas de fronteras abiertas, ordenó recientemente a cientos de soldados de la Guardia Nacional de Texas que formaran parte de una «fuerza fronteriza de contingencia».
Los soldados se han instalado a lo largo del canal fluvial que separa El Paso de Ciudad Juárez, en México, con el objetivo de impedir que la gente cruce ilegalmente la frontera.
«Esta mañana, miembros del servicio desplegados en El Paso, Texas, construyeron una barrera de concertina de tres hilos cerca de la frontera para asegurar el área de cruces ilegales», dijo el Departamento Militar de Texas, que supervisa la Guardia Nacional del estado, en un comunicado del 20 de diciembre.
Miembros de la Guardia Nacional de Texas pasaron el día de Navidad añadiendo alambre de púas al cerco fronterizo cerca de El Paso.
El mayor General Ronald «Win» Burkett, describió en un video cómo más de 400 soldados habían sido transportados por aire y más de 40 vehículos habían sido colocados en El Paso en sólo 72 horas como parte del esfuerzo para asegurar la frontera.
Burkett elogió el trabajo de los soldados, señalando que «ellos se centran en la disuasión, se centran en enviar el mensaje de que el cruce ilegal no es una opción».
This morning, service members deployed to El Paso, Texas constructed a triple-strand concertina barrier near the border to secure the area from illegal crossings. pic.twitter.com/X6JUkr9iQV
— Texas Military Dept. (@TXMilitary) December 25, 2022
Poco después de que se levantara la valla de alambre de espino cerca del Río Grande el 20 de diciembre, un grupo de unas 75 personas que pretendían entrar en Estados Unidos a través de un cruce no autorizado se enfrentó a miembros de la Guardia Nacional y policías estatales, informó Texas Tribune.
Un miembro de la Guardia Nacional dijo a la gente a través de un megáfono que no podrían entrar a través del cruce no autorizado y trató de dirigirlos a un puerto de entrada legal.
La decisión de Abbott de ordenar a más de 400 efectivos de la Guardia Nacional de Texas a El Paso como parte de la «fuerza fronteriza de contingencia» se adelantó a la expiración pendiente de las restricciones del Título 42.
El Título 42 es la regla de la era Trump que se ha utilizado alrededor de 2.5 millones de veces para bloquear a las personas de hacer solicitudes de asilo en los Estados Unidos y que ha sido ampliamente acreditada como ayudando a reducir la afluencia.
«Se espera que el fin del Título 42 conduzca a una afluencia masiva de inmigrantes ilegales que permita a los criminales explotar aún más las brechas mientras las autoridades federales están inundadas procesando a los migrantes», dijo el Departamento Militar de Texas en una declaración.
El destino del Título 42 permanece sin definir. La Corte Suprema de Estados Unidos permitió que la política de la era Trump permanezca en vigor por ahora.
Ir y venir del Título 42
Texas estaba entre los 19 estados liderados por republicanos que pidieron a la Corte Suprema de Estados Unidos que extendiera las restricciones del Título 42 más allá de su fecha de finalización programada para el 21 de diciembre. Los estados argumentaron que poner fin a la política podría conducir a un aumento en los cruces fronterizos ilegales.
La Corte Suprema permitió que la orden de inmigración y salud pública de la era Trump permanezca en vigor por el momento.
La administración Biden trató de levantar la norma del Título 42 después de que las autoridades sanitarias estadounidenses dijeran en abril que la orden ya no era necesaria para prevenir la propagación del COVID-19. Esa medida fue bloqueada por un juez federal de Luisiana nombrado por Trump, en respuesta a la impugnación legal liderada por los republicanos.
En medio de más idas y venidas legales, la Corte Suprema dictaminó el 27 de diciembre mantener la política en vigor, y los jueces anunciaron que escucharán los argumentos sobre el programa en 2023.
El juez asociado Neil Gorsuch, que disintió del fallo, dijo que la «emergencia en la que se basaban esas órdenes [del Título 42] hace tiempo que caducaron».
Gorsuch escribió que la «única razón plausible para intervenir» fue el aumento de los cruces fronterizos ilegales «pero la actual crisis fronteriza no es una crisis COVID».
La orden del Título 42 se implementó por primera vez en marzo de 2020 bajo Trump al comienzo de la pandemia COVID-19.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reaccionó a la extensión del Título 42 con la siguiente declaración: «Como lo exige la orden de hoy de la Corte Suprema, la orden de salud pública del Título 42 permanecerá en vigor y las personas que intenten ingresar ilegalmente a los Estados Unidos seguirán siendo expulsadas a México o a su país de origen».
«La gente no debe escuchar las mentiras de los contrabandistas que se aprovechan de los migrantes vulnerables, poniendo vidas en riesgo. La frontera no está abierta y seguiremos aplicando plenamente nuestras leyes de inmigración», añadió el DHS.
Mientras tanto, decenas de miles de aspirantes a cruzar la frontera se han reunido cerca de la frontera ante la expectativa de que se levanten las restricciones del Título 42.
Crisis en El Paso
Antes de que Abbott ordenara el despliegue de tropas en El Paso el 20 de diciembre, cientos de personas habían cruzado la frontera y esperado en fila para ser procesados por los agentes de la Patrulla Fronteriza. Muchos de ellos fueron liberados más tarde en la ciudad.
El alcalde de El Paso, el demócrata Oscar Leeser, advirtió que los refugios al otro lado de la frontera, en Ciudad Juárez, estaban llenos hasta los topes, con unas 20,000 personas intentando cruzar a Estados Unidos.
Leeser declaró recientemente el estado de emergencia en El Paso en medio de una oleada de cruces no autorizados que ha dejado a la gente durmiendo en las calles.
Él dijo que las medidas de emergencia permitirán a la ciudad acceder a más recursos y autoridad para albergar a la gente, añadiendo que las medidas serían aún más necesarias después de que termine el Título 42, sobre lo cual predijo que el aumento del número de cruces fronterizos ilegales sería «increíble».
En la última semana, los agentes fronterizos se han encontrado con una media de unos 1000 extranjeros ilegales al día en un tramo de 268 millas de la frontera conocido como el Sector de El Paso, según cifras publicadas por la ciudad.
Días atrás, a medida que las bajas temperaturas se apoderaban de Texas, Abbott pidió a Biden que despliegue de inmediato medios federales «para hacer frente a la grave crisis fronteriza, particularmente en la ciudad de El Paso, a medida que un vórtice polar peligrosamente frío se adentraba en Texas esta semana».
En una carta dirigida a Biden, el gobernador de Texas culpó a la «inacción federal» de poner en peligro la vida de los migrantes, advirtiendo de que el número de personas que cruzan ilegalmente la frontera aumentaría si se pusiera fin a las expulsiones contempladas en el Título 42.
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