Texas ejecutó a un preso del corredor de la muerte que fue condenado por el asesinato de cinco personas, incluidos niños, el jueves por la noche después de que la Corte Suprema de los Estados Unidos denegara una solicitud de suspensión de la ejecución.
Abel Ochoa, de 47 años, fue declarado muerto a las 6:48 p.m. hora local después de que se le administrara una dosis letal de pentobarbital en una prisión de Huntsville, Texas, según The Associated Press.
«Quiero disculparme con mi familia política por haber causado todo este dolor emocional», dijo Ochoa en su declaración final antes de que se iniciara el proceso. «Los quiero a todos y los considero como las hermanas que nunca tuve. Quiero agradecerles que me hayan perdonado».
Ochoa fue condenado por los asesinatos de su esposa, dos hijas y tres familiares de su esposa, señaló AP.
«Acepté el hecho de niño, a los 12 años, cuando enterré a mi madre, mis hermanas, mi tía y mi abuelo», dijo un miembro de la familia, Jonathan Duran. «Nada los traerá de vuelta. Depende de nosotros mantener su memoria viva, reconstruir lo que perdimos. Nunca podré reemplazar a mi madre o a mis hermanas».
Añadió: «Después de 17 años, yo, mi familia, (…) todo el árbol. Finalmente podemos decir que tenemos un cierre, tenemos justicia».
Los fiscales dijeron que en agosto de 2002, Ochoa se puso furioso en su sala de estar después de fumar crack.
La policía detuvo a Ochoa mientras conducía poco después de que abriera fuego contra sus familiares.
«Ochoa le dijo al oficial que lo detuvo que la pistola que usó estaba en su casa sobre la mesa, que ya no podía soportar el estrés y que se había cansado de su vida», según los registros del tribunal, informó Reuters.
Más tarde, según AP, le dijo a la policía que había llegado a gastar hasta 300 dólares en crack y que incluso pidió un préstamo para apoyar su adicción a las drogas.
«Mientras estaba acostado en la cama, mi cuerpo empezó a querer más crack. Sabía que si le pedía más dinero a mi esposa para comprar más crack, ella no me dejaría que lo tomara», dijo Ochoa cuando confesó los hechos a los agentes.
La Corte Suprema rechazó su caso alrededor de las 6 p.m. del jueves, estableciendo la ejecución unos minutos después.
«El Sr. Ochoa presentó un caso convincente para la conmutación de una sentencia de por vida dado su profundo y sincero remordimiento por su crimen, el impacto positivo que ha tenido en los guardias y otros reclusos, su historia personal de redención, y su notable fe y relación con Dios», escribió su abogado, Jeremy Schepers, al tribunal superior el miércoles, informó The Texas Tribune. «Dada su historia única, el Sr. Ochoa contrató a un camarógrafo profesional para realizar una entrevista filmada con el Sr. Ochoa para presentarla a la Junta de Clemencia».
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