El estado de Texas (sur de Estados Unidos) ejecutó este jueves a Brent Brewer, que fue condenado a muerte por asesinar en 1990 a un hombre durante un robo del que obtuvo 140 dólares.
A Brewer, un hombre blanco de 53 años, le declararon muerto a las 18.39 hora local (00.39 del viernes GMT) tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville -cercana a Houston-, según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
Sus últimas palabras fueron: «Me gustaría decirle a la familia de la víctima que nunca podría encontrar las palabras para arreglar lo que he roto».
El 26 de abril de 1990, Brewer, por ese entonces de 19 años, y su novia, Krystie Lynn Nystrom, se acercaron a una empresa de fabricación de suelos en Amarillo (Texas) propiedad del que iba a ser su víctima, Robert Laminack, que tenía 66 años.
Según quedó demostrado en el juicio, Brewer y Nystrom le pidieron a Laminack si les podía llevar con su vehículo a un negocio Salvation Army de la localidad, a lo que el hombre accedió.
Durante el trayecto, Brewer apuñaló mortalmente a Laminack y le robaron los 140 dólares que llevaba en su billetera.
Después del hecho, los dos individuos escaparon a Red Oak, una localidad cercana a Dallas y a unas 380 millas (más de 610 kilómetros) de Amarillo. Fueron detenidos el 8 de mayo.
Brewer fue condenado a muerte un año después, mientras que Nystrom cumple cadena perpetua en una cárcel de Texas.
En un comunicado emitido este jueves después de que el Tribunal Supremo rechazase sus últimos recursos, el abogado del reo, Shawn Nolan, aseguró que «el Brent que Texas quería ejecutar hace tiempo ya no existe. Al Brent que matan esta noche es un hombre (…) que pasó la gran mayoría de su tiempo arrepintiéndose».
La de Brewer fue la séptima ejecución del año en Texas y la número 21 en todo el país. Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo en 1976 la pena de muerte, han sido ejecutadas en Estados Unidos 1579 personas, 585 de ellas en Texas.
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