El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el jueves que el estado pausará sus esfuerzos por reabrir su economía a medida que el número de infecciones por el virus del PCCh aumenta y se llenan las camas de los hospitales.
«A medida que experimentamos un aumento tanto de casos positivos de COVID-19 como de hospitalizaciones, nos centramos en estrategias que frenen la propagación de este virus y al mismo tiempo permitan a los tejanos seguir ganando un sueldo para mantener a sus familias», dijo el republicano Abbott en un comunicado. «Lo último que queremos hacer como estado es retroceder y cerrar negocios. Esta pausa temporal ayudará a nuestro estado a acorralar la propagación hasta que podamos entrar con seguridad en la siguiente fase de apertura de nuestro estado para los negocios».
Describiendo las decisiones como una «pausa temporal», el gobernador dijo que se ocupará de la propagación del virus para que Texas pueda abrirse de nuevo.
«Pido a todos los tejanos que hagan su parte para frenar la propagación del COVID-19 usando una mascarilla, lavándose las manos regularmente y distanciándose socialmente de los demás. Cuanto más sigamos estas pautas, más seguro será nuestro estado y más podremos abrir los negocios para Texas».
Los comentarios de Abbott se produjeron después que el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS), Alex Azar, dijera que no cree que los estados tengan que cerrar de nuevo por el reciente aumento diario de casos de virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
«Se verán los avances de reapertura de la comunidad local dependiendo de las circunstancias. Como dije, los focos de infección están en el 3 por ciento de los condados estadounidenses. Cerca de 110 condados en este momento son en los que estamos enfocados. Podemos volver al trabajo, a la escuela, al culto y, lo que es más importante, al cuidado de la salud, si actuamos responsablemente como individuos», dijo Azar a Fox News el jueves.
La mayoría de los casos están ocurriendo en estadounidenses mayores con problemas de salud preexistentes como obesidad, enfermedades pulmonares o diabetes, dijo Azar a la emisora, haciendo eco de los comentarios hechos por altos funcionarios de salud a principios de este año. La mayor parte del país, añadió, puede reanudar sus actividades normales con el uso de mascarillas.
Estados Unidos registró más de 38,000 casos de COVID-19 el miércoles, según el Proyecto de Seguimiento de COVID. Sin embargo, el número de muertes no ha tendido al alza, señaló el proyecto.
En todo Texas, el número de hospitalizaciones aumentó a más de 4739 el jueves, dijeron los funcionarios al Texas Tribune, y añadieron que el estado tenía 1320 camas disponibles en la unidad de cuidados intensivos.
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