Opinión
Los legisladores estadounidenses están estudiando la posibilidad de prohibir TikTok. Sin embargo, se han mostrado dispuestos a permitir que la empresa matriz china de la aplicación de video, ByteDance, con sede en Beijing, siga operando con una condición—que ByteDance renuncie a la propiedad.
No obstante, la prohibición total sigue siendo la única opción sensata, independientemente de quién sea el propietario de ByteDance.
Las amenazas de TikTok
Estamos hablando de una aplicación que a menudo se describe como el equivalente digital de la cocaína.
TikTok se ha ganado la reputación de difundir material inadecuado, lo que ha llevado a su prohibición en múltiples naciones, entre ellas Nepal, India, Bangladesh, Pakistán e incluso China, su país de origen.
El hecho de que el Partido Comunista Chino (PCCh) no permita a sus propios ciudadanos utilizar TikTok debería llamar la atención. En su lugar, los ciudadanos chinos utilizan Douyin, una versión suavizada de su controvertido hermano.
TikTok es problemático en varios sentidos.
Recopilación de datos
Aunque la recopilación de datos es habitual entre las aplicaciones, es crucial reconocer que TikTok lleva esta práctica a un nuevo nivel.
Antes de su última actualización, la aplicación recopilaba activamente datos de las aplicaciones de los usuarios, incluso cuando no estaban en uso. Esto implicaba que cualquier información sensible, como contraseñas o conversaciones privadas copiadas y pegadas por adultos o niños, era grabada, guardada por TikTok y posiblemente compartida con el PCCh.
De hecho, un artículo reciente de The Wall Street Journal advertía que es probable que TikTok siga compartiendo datos de usuarios estadounidenses con empleados de ByteDance en Beijing, a pesar de los esfuerzos por segregar estos datos.
Además, según las normas de ciberseguridad de China, TikTok y otras aplicaciones de propiedad china están obligadas a compartir todos los datos de los usuarios con el PCCh si así se solicita. Estos datos pueden convertirse en armas y utilizarse contra el pueblo estadounidense, incluidos los niños.
Guerra cognitiva
El año pasado, The Guardian habló de la posible implicación de TikTok en la última forma de guerra del PCCh: la guerra cognitiva.
En los últimos tiempos, TikTok se ha convertido en un componente notable de las operaciones militares cognitivas del PCCh, donde la mente humana es el nuevo campo de batalla. Explotar una aplicación utilizada actualmente por aproximadamente 150 millones de estadounidenses, muchos de los cuales son niños jóvenes impresionables, es un movimiento estratégico.
En otras palabras, casi la mitad de la población estadounidense utiliza TikTok, un hecho que probablemente no pase desapercibido para el PCCh, un régimen peligroso que podría aprovechar la aplicación para influir en las próximas elecciones.
Retos peligrosos en línea
Además de su amplia recopilación de datos, TikTok es conocida por varios retos inseguros que han surgido en la plataforma.
Por ejemplo, los desafíos en barco, que últimamente se han convertido en una tendencia preocupante. Personas no iniciadas participan en actos audaces, saltando o dando volteretas desde embarcaciones en rápido movimiento con el objetivo de grabar estos esfuerzos potencialmente mortales. Desgraciadamente, este reto en concreto ha provocado numerosas muertes trágicas, ya que los participantes han sufrido lesiones graves como roturas de cuello y ahogamientos tras chocar con la superficie del agua.
Otra tendencia peligrosa es el “Scarf Game”, también conocido como «Blackout Challenge». La mayoría de los participantes son muchachos jóvenes que restringen deliberadamente su ingesta de oxígeno utilizando una bufanda o un cinturón, lo que provoca una pérdida temporal de conciencia. Desgraciadamente, esta actividad también ha tenido consecuencias trágicas, como muertes por asfixia.
Una tercera tendencia, el «Reto Benadryl», insta a los usuarios de TikTok a consumir cantidades excesivas del medicamento antihistamínico de venta libre. Este peligroso reto puede tener graves consecuencias, como problemas cardíacos, convulsiones e incluso sobredosis. En EE.UU. se han documentado numerosos incidentes en los que los participantes buscaron ayuda médica de urgencia debido a los efectos nocivos de este reto. En abril de 2023, en Ohio, un niño de 13 años murió tras participar en esta tendencia de TikTok.
Los informes de Amnistía exponen los riesgos para la salud mental
Dos informes patrocinados por Amnistía Internacional—«Conducidos a la oscuridad: Cómo TikTok fomenta las autolesiones y las ideas suicidas» y «Me siento expuesto: Atrapado en la red de vigilancia de TikTok»—demuestran claramente que el sistema de recomendación de contenidos y los métodos intrusivos de recopilación de datos de TikTok suponen una grave amenaza para los jóvenes usuarios.
Esto se debe a la ampliación del contenido depresivo y suicida, que podría exacerbar problemas de salud mental preexistentes. Los niños están siendo inundados con contenidos que presentan una percepción muy distorsionada del mundo, los estándares de belleza y el bienestar mental.
Para millones de estadounidenses, TikTok se ha convertido en la lente distorsionada a través de la cual ven el mundo y a sí mismos. En palabras de Lisa Dittmer, investigadora tecnológica de Amnistía, las conclusiones de los informes «ponen de manifiesto las prácticas de diseño manipuladoras y adictivas de TikTok, diseñadas para mantener a los usuarios enganchados el mayor tiempo posible».
Advirtió de que «el sistema algorítmico de recomendación de contenidos de la plataforma, al que se atribuye el rápido auge mundial de la plataforma, expone a niños y adultos jóvenes con problemas de salud mental preexistentes a graves riesgos de sufrir daños».
Teniendo en cuenta que TikTok es, con gran diferencia, la aplicación de redes sociales más popular en Estados Unidos, y que la salud mental de los niños estadounidenses sigue un preocupante declive, la prohibición total de TikTok se presenta como la única opción sensata.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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