Un juez federal de Washington D.C. reprobó el jueves a una cárcel de distrito por no haber proporcionado pruebas a un acusado que fue detenido por estar supuestamente implicado en la irrupción al Capitolio del 6 de enero y que ha permanecido allí durante meses.
Jorden Mink, el acusado del caso, fue imputado (pdf) por varios cargos federales, entre ellos destrucción de propiedad gubernamental y robo. Mink, que se ha declarado inocente, lleva en la cárcel desde enero. Las autoridades alegan que Mink utilizó un bate de béisbol para romper las ventanas del Capitolio y que pasó muebles a través de las ventanas rotas a la multitud que estaba fuera.
«No puedo permitir que alguien esté en prisión durante tanto tiempo sin acceso al material», dijo el juez Randolph Moss en una audiencia judicial el jueves, diciendo que el retraso en las pruebas era «totalmente inaceptable» y «no es consistente con el debido proceso».
Durante la audiencia del jueves, los fiscales dijeron que habían entregado las pruebas a la cárcel en mayo y que no entendían por qué Mink no había podido obtener los documentos. A Mink se le ofreció un acuerdo de culpabilidad, señalaron los fiscales, pero dijeron que no puede decidir si acepta el acuerdo porque no ha visto las pruebas en su contra.
Randolph ordenó a los fiscales que trabajen con la cárcel para conceder al acusado acceso a las pruebas en su contra antes del final del jueves, informó CNN. Si Mink no accede pronto a los documentos, dijo el juez, su detención podría ser reconsiderada.
Ha habido otros informes sobre acusados del 6 de enero que no han podido acceder a las pruebas en su contra, negándoles esencialmente el debido proceso en virtud de la Quinta Enmienda de la Constitución. Los fiscales han sugerido que, debido al gran número de detenciones relacionadas con el incidente, se han producido retrasos.
Hasta ahora, más de 500 acusados en casi todos los estados de EE.UU. han sido acusados en los últimos seis meses por la irrupción del 6 de enero, según informó el Departamento de Justicia a principios de julio.
La noticia se produce cuando los abogados afirmaron anteriormente durante el mes que decenas de personas bajo custodia federal tras el incidente del 6 de enero están actualmente recluidas en régimen de aislamiento, se les niega el acceso a la asistencia jurídica y se les niega atención médica.
«Hay unos 50 más o menos que están detenidos, que han estado en prisión durante meses y que probablemente seguirán en prisión durante muchos más meses hasta que llegue su día en el tribunal», dijo el abogado John Pierce al programa «The Nation Speaks» de EpochTV.
Estaba programado que Mink compareciera ante Randolph en abril, pero faltó a la cita con el tribunal porque dio positivo en la prueba de COVID-19. Su abogado, Michael Mosher, dijo que Mink tenía dificultades para acceder a la medicación que toma regularmente mientras está en la cárcel.
«Toma medicamentos para tratarlos, pero desde que llegó a Virginia y DC, no ha estado recibiendo esos medicamentos según lo prescrito», dijo Moser al tribunal en ese momento, según medios locales.
En enero, Mink fue detenido en su casa de Bridgeville, Pensilvania, y fue recluido en la cárcel del condado de Butler. Los registros del tribunal federal dicen que fue trasladado de la cárcel del condado a la cárcel de Washington.
The Epoch Times se puso en contacto con la cárcel de D.C. para solicitar comentarios.
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