La empresa estadounidense JCPenney puede seguir pagando al personal y a los proveedores después de que se declaró en bancarrota el 15 de mayo, dictaminó un tribunal.
El juez de quiebras de Estados Unidos, David Jones, aprobó las peticiones del famoso minorista de seguir pagando a los empleados y permitiendo a los vendedores entregar la mercancía.
«Usted dice que es rápido, pero justo. Quiero que sepan que al menos mi observación dice que no es lo suficientemente rápido», dijo Jones sobre el plan de JCPenney. «Estoy muy preocupado por esto. Es por eso que voy a tener una audiencia el sábado», señaló, añadiendo que la compañía puede usar 500 millones de dólares de su efectivo disponible, informó Reuters.
La empresa, según los informes, emplea a unas 85,000 personas y tiene más de 800 sucursales a lo largo de Estados Unidos.
Un abogado de la cadena con sede en Texas, dijo que JCPenney necesita salir del proceso de quiebra en unos pocos meses, para sobrevivir a la tensión de los cierres de tiendas en medio de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
«Esta compañía necesita moverse increíblemente rápido a través de esta reestructuración. Si no lo hacemos, los resultados podrían ser desastrosos», dijo Joshua Sussberg, un abogado de Kirkland & Ellis LLP, representante de JCPenney.
Antes de declararse en quiebra, en los últimos años la empresa ya se había visto abrumada por la deuda, mientras la caían las ventas.
«La pandemia del coronavirus (COVID-19) ha creado desafíos sin precedentes para nuestras familias, nuestros seres queridos, nuestras comunidades y nuestro país. Como resultado, la industria minorista estadounidense ha experimentado una nueva realidad profundamente diferente, que requiere que JCPenney tome decisiones difíciles en la gestión de nuestro negocio para proteger la seguridad de nuestros asociados y clientes y el futuro de nuestra empresa», dijo su directora, Jill Soltau, durante un informe del 15 de mayo, cuando se declaró en quiebra.
«Hasta que ocurriera esta pandemia, habíamos hecho un progreso significativo en la reconstrucción de nuestra compañía, bajo nuestra estrategia del Plan de Renovación y nuestros esfuerzos ya habían comenzado a dar frutos», agregó. «Mientras que estábamos trabajando en paralelo en las opciones para fortalecer nuestro balance y ampliar nuestra pista financiera, el cierre de nuestras tiendas debido a la pandemia requería una revisión más completa que incluyera la eliminación de la deuda pendiente».
JCPenney se une a las cadenas de grandes almacenes Neiman Marcus y Stage Stores, como víctimas de la pandemia del virus del PCCh. Varios estados han forzado el cierre de los minoristas considerados no esenciales, en un intento por contener la propagación de la enfermedad, lo que ha llevado a más de 30 millones de personas a declararse desempleadas.
Por otra parte, la compañía Nordstrom anunció este mes que se verá obligada a cerrar 16 tiendas. El director de la empresa, Erik Nordstrom, citó también la pandemia como la razón de su decisión.
«Hemos estado invirtiendo en nuestras capacidades digitales y físicas para mantener el ritmo de las expectativas de los clientes, que cambian rápidamente. El impacto de COVID-19 no hace más que acelerar la importancia de estas capacidades en el servicio a los clientes», dijo Nordstrom.
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