Un tribunal militar de EE.UU. dictaminó que las culatas de choque, o dispositivos que pueden aumentar la velocidad de disparo en algunas armas de fuego semiautomáticas, no las convierten en ametralladoras (armas totalmente automáticas) a pesar de que el gobierno federal en 2018 emitió una norma que dice lo contrario.
El 9 de septiembre, el Tribunal de Apelaciones Penales de la Marina y el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, en el caso de EE.UU. V. Ali Alkazahg, anuló el cambio de 2018 “de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos [ATF] que reinterpretó una regla -contradiciendo una interpretación anterior de la ATF- que regía la legislación desde la década de 1930”.
«Este cambio en la interpretación de la ley por parte del Ejecutivo pretendía prohibir las armas con culata de choque, sin modificar las leyes existentes», dictaminó el tribunal, sugiriendo que la ATF se saltó el Congreso al crear una ley cuando sólo el Congreso tiene esa potestad según la Constitución.
En el caso, Akazahg, un soldado de la infantería de marina, fue condenado por posesión de dos ametralladoras, que en realidad eran armas con culatas de choque, en violación de los artículos 83, 107 y 134 del Código Uniforme de Justicia Militar. Los abogados de la Infantería de Marina argumentaron que las armas con culata de choque no cumplían con la definición de ametralladoras.
En última instancia, el tribunal estuvo de acuerdo con los abogados de Akazahg y emitió un fallo unánime.
«En 1986, el Congreso aprobó la Ley de Protección de los Propietarios de Armas de Fuego [FOPA], que prohibía la posesión de ametralladoras que no hubieran sido adquiridas antes de 1986», escribieron los jueces. «La FOPA también prohibió cualquier pieza, que facilitara la inclusión de marcos y receptores, en ametralladoras o que estuvieran diseñados para convertir un arma en una ametralladora».
Y añadía: «Por tener un arma con culata de choque, el apelante fue acusado en virtud de la ley que establece que una ametralladora es «cualquier arma que dispara, está diseñada para disparar, o puede ser fácilmente restaurada para disparar, automáticamente, más de un tiro, sin recarga manual, por una sola función del gatillo». Sin embargo, dijeron que un arma con culata de choque no cumple con esa definición.
A fines de 2018, el entonces fiscal general en funciones, Matthew Whitaker, enmendó una regla de la ATF que determinaba que las armas con culata de choque entran dentro de la definición de ametralladora según la ley federal.
«Estos dispositivos permiten que un tirador de un arma de fuego semiautomática inicie un ciclo de disparo continuo con un solo tirón del gatillo», dice el sitio web de la ATF sobre la regla. La nueva definición se estableció después del tiroteo masivo en Las Vegas en 2017, en el que un hombre armado presuntamente usó rifles semiautomáticos con culatas de choque para matar a 58 personas.
No obstante, en marzo de 2021, el Tribunal de Apelaciones del Sexto Circuito anuló la prohibición a las culatas de choque, en desacuerdo con la interpretación de la ley por parte de la ATF. A pesar de la orden judicial, el sitio web de la ATF todavía caracteriza las armas con estos dispositivos como ametralladoras.
«No es el papel del ejecutivo, en particular del estado administrativo no electo, dictar al público lo que está bien y lo que está mal», declararon los jueces Alice Batchelder y Eric Murphy, de la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito de EE.UU., quienes escribieron la opinión mayoritaria 2 a 1 de la corte frente al caso. «Otorgar al ejecutivo el derecho tanto de determinar el significado de una ley penal como de hacer cumplir esa misma ley penal representa un grave riesgo para las libertades individuales», señalaron.
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