Toda la tripulación del portaaviones estadounidense afectada por el virus ha sido sometida a pruebas que arrojaron más de 800 resultados positivos, un mes después de identificarse el primer caso de COVID-19 a bordo.
«Hasta hoy, el 100% de los tripulantes del USS Theodore Roosevelt (CVN 71) han sido sometidos a la prueba de COVID-19, con un total de 840 resultados positivos y 4098 negativos (un pequeño número de resultados aún están pendientes)», dijo un comunicado de la Marina del 23 de abril.
El número de tripulantes hospitalizados por la nueva enfermedad, causada por el virus del PCCh, ha bajado de nueve a cuatro, sin marineros internados en la UCI.
Un marinero asignado al portaaviones del Pacífico afectado por el virus murió el 13 de abril, cuatro días después de que se lo encontrara sin signos vitales y fuera admitido en cuidados intensivos.
El contramaestre mayor, Charles Robert Thacker Jr., fue el primero y hasta ahora el único miembro en servicio activo de las fuerzas armadas que murió a causa del virus del PCCh.
El USS Theodore Roosevelt está actualmente apartado de su misión en el Pacífico mientras que el portaaviones nuclear es sistemáticamente evacuado y limpiado después de un brote de COVID-19 a bordo.
Un alto general de Estados Unidos dijo el 14 de abril que los 90 barcos de la Marina de Estados Unidos que se encuentran actualmente en el mar están libres de virus.
Sin embargo, los marines asignados a 26 barcos de la Armada en el puerto han dado positivo para el virus, dijeron los funcionarios de la Armada a los medios de comunicación el 22 de abril.
Cada uno de esos barcos tiene «un número muy pequeño de casos a bordo», dijo la Armada, según The Hill, y los marines asignados a otros 14 barcos de la Armada han dado positivo pero se han recuperado.
A pesar de que actualmente se encuentra temporalmente fuera de servicio en Guam debido a un brote a bordo, el Roosevelt todavía podría ser desplegado rápidamente si fuera necesario, dijo anteriormente a los periodistas el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto.
«El único problema importante de COVID-19 que tenemos en cualquiera de las naves, al menos hasta hoy, es el Theodore Roosevelt», dijo durante una sesión informativa el 14 de abril. «Los otros barcos que están en el mar están libres de COVID».
Los grupos de portaaviones son actores clave en la proyección de poder de Estados Unidos en el extranjero y en la lucha geopolítica con China en el Pacífico.
Para asegurar que la Armada tenga al menos dos portaviones en el mar y listos para salir en cualquier momento, el grupo de portaviones USS Harry S. Truman se mantiene actualmente en el Atlántico a pesar de haber terminado su despliegue, manteniendo a la tripulación a salvo del alcance del COVID-19 y lista para la acción.
«El barco está entrando en un período en el que necesita estar listo para responder y desplegarse en cualquier momento», dijo el vicealmirante Andrew Lewis, comandante de la 2ª Flota de EE.UU. en un comunicado el 13 de abril. «Normalmente podemos hacer eso en el muelle, pero de frente a COVID-19, necesitamos proteger nuestro activo más valioso, nuestra gente, manteniendo el barco en el mar».
La Marina está investigando cómo comenzó el brote en el USS Theodore Roosevelt.
Muchos han señalado una ahora controvertida escala en un puerto de Vietnam.
Sin embargo, los oficiales de la Marina han dicho a los medios de comunicación que no han encontrado pruebas concluyentes de un vínculo entre el brote y esa escala. El brote comenzó 15 días después de que el portaaviones dejara el puerto en Vietnam. Se cree que el virus tiene un período de incubación de 14 días.
Los oficiales de la Marina están considerando la posibilidad de que el virus subiera a bordo a través de las entregas regulares de suministros al avión, conocidas como entregas a bordo del transportista (COD) desde Filipinas o Japón.
Los oficiales dijeron que los primeros casos fueron entre miembros del ala aérea del portaaviones, según The Wall Street Journal.
Los líderes del Pentágono dicen que a pesar de que el portaaviones está fuera de combate, en general, la preparación de los militares no se ve disminuida por la pandemia, aunque admitieron que podría disminuir en los próximos meses.
«Si nuestros adversarios piensan que este es nuestro momento de debilidad, están peligrosamente equivocados», dijo el subsecretario de Defensa David L. Norquist el 9 de abril. «A aquellos que nos desean daño, no se equivoquen: incluso con los desafíos que esta enfermedad ha traído a nuestras costas, el Departamento de Defensa está listo para enfrentar cualquier amenaza y defender nuestra nación».
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