Comentario
Durante una parada de campaña en Iowa, un hombre con un objeto en la mano se acercó al gobernador de Florida, Ron DeSantis. El hombre dijo sarcásticamente: «Gobernador DeSantis, quiero presentarle este trofeo de participación. Probablemente no va a ganar las elecciones. Pero estamos orgullosos de usted por intentarlo».
Mientras el equipo de seguridad de DeSantis retiraba al bromista, gritó: «Es especial. Es único y es nuestro pequeño copo de nieve». Resulta que el bromista copresenta un programa de humor sobre política. Según la página del programa en Wikipedia, «su objetivo principal es infiltrarse en mítines conservadores y actos de campaña para interactuar, entrevistar y trolear a políticos y a sus seguidores».
Este tipo de cosas demuestra por qué la gente buena, ya sea conservadora o liberal, demócrata o republicana, se niega a postularse a las elecciones. No hace falta ninguna habilidad para burlarse de un candidato político. Pero intenta convertirte en uno.
Es duro. Es agotador. Es física, emocional y espiritualmente agotador. Yo lo sé. Sin experiencia como candidato, dejé mi carrera en la radio y la televisión para presentarme a gobernador de California en 2021 y luego a presidente de Estados Unidos en 2024. Un día normal incluía varias reuniones, entrevistas en prensa, radio y televisión, un mitin para recaudar fondos o dos o tres y, lo más difícil de todo, un par de horas reservadas para pedir dinero a la gente, en persona o por teléfono.
En cuanto a los encuentros, muchos en el mismo día, los simpatizantes y posibles simpatizantes esperan un candidato vibrante, enérgico y optimista, por muy cansado que esté.
Si eres conservador, y dado que solo el 3% de los periodistas son republicanos, espera un trato injusto, una cobertura sesgada y que saquen tus palabras de contexto o las tergiversen por completo. Cuanto más cerca esté de ganar, más se centrarán los medios de comunicación en las acusaciones contra usted, por infundadas que sean.
Tanto si se postula como demócrata como republicano, no le gustará a cerca del 40% del electorado, y no solo por sus políticas, como cabría esperar, sino porque les disgusta personalmente. Si te postulas como republicano conservador, el desprecio personal se vuelve más intenso. Una encuesta de Axios de 2018 descubrió que el 61% de los demócratas ven a los republicanos como «racistas/sexistas/ intolerantes» frente al 31% de los republicanos que piensan lo mismo de los demócratas. Una encuesta de Quinnipiac de 2019 encontró que la mitad de los votantes estadounidenses consideran a Donald Trump «racista». Una encuesta del Washington Post encontró que la friolera del 83% de los negros lo consideran «racista». El entonces presentador de CNN Don Lemon dijo: «Y cualquiera que … lo esté apoyando también es cómplice de su racismo».
Suponiendo que no esté bien financieramente y que haya dejado en suspenso su carrera, empleo o trabajo, pierde dinero. Muchos votantes creen que los gastos personales, ya sea la hipoteca, el alquiler, la matrícula universitaria, el seguro del coche, etc., se pagan con fondos de campaña. Hay un término para eso: robar.
Los votantes y los medios de comunicación esperan que un candidato que se postula a un cargo nacional esté bien informado sobre una serie de cuestiones, estatales, nacionales e internacionales. Esto incluye, pero no se limita a: los precios de la gasolina, la inflación, el presupuesto, los impuestos, el gasto, las fronteras, la delincuencia, la educación, la atención sanitaria, la inmigración, Ucrania, China, Taiwán, Rusia, Irán, Israel, Hamás, los hutís, las relaciones raciales, el aborto, el comercio, la «insurrección» del 6 de enero, el clima, el cambio climático, el cambio climático y el cambio climático. 6 de enero; el cambio climático; la seguridad social; Medicare; Medicaid; los indigente; la Primera Enmienda; la Segunda Enmienda; la Cuarta Enmienda; la Quinta Enmienda; la Decimocuarta Enmienda; si las elecciones de 2020 fueron «robadas»; si tenemos un sistema de justicia de dos niveles y muchos otros temas. El candidato, mientras hace campaña, debe estar al tanto de la actualidad y comentar las últimas noticias.
Y al final, una persona gana. Todos los demás pierden.
Ron DeSantis fue un miembro de la Cámara de Representantes y es un exitoso gobernador. Es un veterano condecorado de la Marina que sirvió en una zona de guerra y, entre otros reconocimientos, obtuvo una Estrella de Bronce. Así que, ¿qué tal un poco de respeto?
En cuanto al tipo que intentó entregar el trofeo de participación, parece que no se ha postulado ni siquiera a inspector de popó de San Francisco y no se presentó voluntario al servicio militar. Tal vez el teniente comandante DeSantis debería haber aceptado el trofeo y haberle dado un chupón al imbécil.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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