El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que los países de ideas afines deberían montar un «frente unido» contra el régimen chino. La propuesta de Trudeau busca evitar que China utilice los intereses comerciales con el propósito de que las naciones amigas se ‘enfrenten’ entre sí.
En una entrevista transmitida el día de Navidad, Trudeau dijo que el régimen comunista de China ha estado «enfrentando» a las democracias capitalistas amigas entre sí para verlas competir por el acceso a las oportunidades económicas en China debido a su creciente clase media.
«Hemos estado compitiendo, y China ha estado, de vez en cuando, jugando de manera muy inteligente con nosotros en un mercado abierto y competitivo», dijo a Global News, una división de Canadian Global Television Network.
«Necesitamos hacer un mejor trabajo juntos y mantenernos fuertes para que China no pueda usar todos sus recursos y dividirnos unos contra otros».
«Competimos entre nosotros», observó el primer ministro canadiense, dando un ejemplo: «Estamos tratando de ver cómo podríamos vencer a Australia a la hora de llevar la carne vacuna canadiense… a ese mercado».
Dijo que hay cuestiones sobre las que Canadá seguirá desafiando a China: «Los derechos humanos, la democracia en Hong Kong, la libertad de prensa, la no injerencia en los acontecimientos de los países independientes de Asia».
Canadá y China no se han llevado bien desde que Canadá arrestó a Meng Wanzhou, directora financiera del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei e hija del fundador de la empresa, con una orden de extradición de Estados Unidos. Poco después, China arrestó a dos canadienses, en lo que muchos críticos han llamado «la diplomacia de rehenes».
El caso de extradición se abandonó después de que Meng llegara a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en septiembre. China liberó a los dos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, pocas horas después del acuerdo.
En medio del conflicto, el Partido Comunista Chino (PCCh) también bloqueó las importaciones agrícolas canadienses a China, lo que provocó miles de millones de dólares en pérdidas de ingresos para los productores canadienses, incluidos al menos USD 4000 millones en 2019.
Trudeau dijo que estas detenciones arbitrarias hicieron que las democracias capitalistas se unieran para declarar: «No, la diplomacia coercitiva no está bien», lo que marcó la diferencia para hacer frente a las amenazas del PCCh.
A principios de este mes, Canadá se unió a sus aliados en un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing de 2022, que se llevarán a cabo en febrero de 2022, con el fin de expresar su preocupación por los actos de genocidio y crímenes de lesa humanidad en curso que está llevando a cabo el PCCh contra muchos de los propios eruditos, abogados y especialistas de China, y contra activistas, grupos étnicos y grupos religiosos minoritarios.
Estados Unidos, Australia, Lituania, Reino Unido y Japón también se han sumado al boicot diplomático. Nueva Zelanda ha señalado que los ministros del gobierno de Ardern no asistirán, pero no llegó a declarar un boicot diplomático completo.
Trudeau le dijo a Global News que hay ciertas áreas en las que Canadá «querrá trabajar» con China, como por ejemplo en el caso del cambio climático.
“Hay formas en las que vamos a querer trabajar con China y pensar en el cambio climático, por ejemplo, donde van a ser un actor importante si vamos a ser capaces de descarbonizar nuestra economía global… Entonces, todos estos diferentes los matices van a continuar”.
David Mulroney, exembajador de Canadá en China que ha criticado el enfoque del gobierno de Trudeau hacia China, dijo que los últimos comentarios de Trudeau sobre China son un comienzo, pero cubren «alrededor del 5 por ciento del problema».
“Esperemos que refleje esto en políticas, nombramientos y asociaciones que promuevan el interés nacional en lugar de ponerlo en peligro. ¿Cuál es su objetivo para 2022?, dijo en un tweet.
El senador conservador Leo Housakos sugirió en un tuit que, si Trudeau «quiere decir lo que dice», debería prohibir a Huawei la red 5G de Canadá y apoyar la legislación propuesta por Housakos, el proyecto de ley S204, que prohíbe los productos fabricados con mano de obra esclava de la región china de Xinjiang.
Canadá es actualmente el único país en la alianza de inteligencia de los Cinco Ojos que no ha prohibido ni planeado eliminar gradualmente a Huawei de su red 5G.
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