WASHINGTON— El presidente electo Donald Trump dijo que le es indiferente el número de proyectos de ley de reconciliación necesarios para aprobar su agenda, que se ha convertido en una cuestión clave para los republicanos en el Congreso antes de su toma del mando.
Trump visitó el Capitolio de EE. UU. el 8 de enero para reunirse con los líderes republicanos del Senado y, presentar junto con la primera dama entrante, Melania Trump, sus respetos al fallecido presidente James Earl «Jimmy» Carter, Jr. que yace en la rotonda del Capitolio. Como los demás expresidentes de EE. UU., Trump tiene previsto asistir a su funeral de Estado, el 9 de enero.
Tras la reunión, Trump habló con los periodistas —flanqueado por el vicepresidente electo JD Vance y los líderes del Partido Republicano en el Senado— y se refirió a la reconciliación a raíz de una pregunta de The Epoch Times.
«Ya sea un proyecto de ley o dos, se va a hacer de una manera u otra», dijo Trump. «Se habla mucho de dos y se habla mucho de uno, pero no importa. El resultado final es el mismo. Vamos a conseguir algo que va a ser reducir los impuestos y crear un montón de puestos de trabajo, y todas las otras cosas».
El proceso de conciliación presupuestaria es un método mediante el cual el Congreso puede promulgar fácilmente leyes sobre asuntos que afectan a la fiscalidad, el gasto y el endeudamiento, sin el requisito de obtener 60 votos en el Senado para superar un obstruccionismo. Los efectos de una ley de este tipo no pueden durar más de 10 años, y el Senado solo puede examinar una ley de este tipo al año.
Trump había pedido anteriormente un proyecto de ley de reconciliación para los tres temas.
Técnicamente, ambas cámaras pueden aprobar proyectos de reconciliación separados para cada tema, aunque las normas del Senado suelen limitarlos a dos proyectos por Congreso. El proceso de reconciliación se utilizó por última vez para promulgar los proyectos de ley más importantes de la agenda legislativa del presidente Joe Biden: la Ley del Plan de Rescate Estadounidense de 2021 y la Ley de Reducción de la Inflación de 2022.
La inmunidad de un proyecto de ley de reconciliación a los requisitos de debate lo ha convertido en un método atractivo para promulgar la agenda política de los republicanos, dado que solo tendrán 53 miembros en el Senado y no desean reformar el proceso de votación secreta. Aun así, la conciliación está sujeta a limitaciones sustantivas. Las disposiciones no relacionadas con el tema fiscal, el gasto y el endeudamiento no pueden incluirse en un proyecto de ley de este tipo.
Las decisiones del parlamentarian del Senado —un funcionario no partidista que asesora al Senado sobre el procedimiento parlamentario— se consideran autorizadas para decidir si una disposición puede permanecer válidamente en un proyecto de ley de reconciliación o no. Durante el 117º Congreso, las decisiones del parlamentarian impidieron que los demócratas del Senado incluyeran controles y sanciones de los precios de los medicamentos farmacéuticos en la Ley de Reducción de la Inflación, que era una prioridad clave para la administración Biden.
Por lo tanto, las sentencias del parlamentarian podrían plantear complicaciones a los republicanos del Senado si pretenden incluir medidas no fiscales relativas a la seguridad fronteriza y la política energética, que también son prioridades destacadas del GOP.
Es probable que cualquier proyecto de ley de reconciliación se presente después de la toma de mando de Trump.
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