WASHINGTON, Estados Unidos – El presidente Donald Trump advirtió de nuevas represalias contra China y acusó a Beijing de intentar influir en las elecciones de medio período que se desarrollarán en noviembre, al apuntar a los agricultores y trabajadores industriales de Estados Unidos, en una escalada de la guerra comercial.
El 18 de septiembre Trump publicó dos tuits culpando a China, ya que ambas partes anunciaron que se aplicarían abultadas tarifas entre sí.
«China declaró abiertamente que está intentando activamente impactar y cambiar nuestras elecciones al atacar a nuestros campesinos, rancheros y trabajadores industriales debido a su lealtad hacia mí», escribió Trump.
«Lo que China no comprende es que estas personas son grandes patriotas y entienden completamente que China se ha estado aprovechando de Estados Unidos en el comercio por muchos años. También saben que yo soy el que sabe cómo detenerlo», continuó.
«¡Habrá una gran y rápida represalia económica contra China si nuestros campesinos, rancheros y/o trabajadores industriales son atacados!»
La tensión comercial entre los Estados Unidos y China aumentó cuando Trump anunció el 17 de septiembre que su administración procedería a imponer aranceles sobre otros 200.000 millones de dólares a los productos chinos. Las tarifas comenzarán el 24 de septiembre con un impuesto del 10 por ciento, y luego subirán al 25 por ciento el 1 de enero del próximo año.
Esta segunda ronda de aranceles se suma al 25 por ciento sobre USD 50.000 millones en productos chinos que Washington anunció en junio.
Trump también advirtió que si China toma represalias contra los agricultores de Estados Unidos y otras industrias, él impondrá aranceles a otros USD 267.000 millones a las importaciones chinas.
En respuesta, Beijing dijo el 18 de septiembre que planea tomar represalias con aranceles contra productos estadounidenses por un valor de USD 60.000 millones.
Los nuevos aranceles de Trump sorprendieron a los líderes chinos, que planeaban enviar una delegación encabezada por el vice primer ministro Liu He a Washington la próxima semana para una nueva ronda de conversaciones. Como resultado, China podría rechazar la invitación del secretario del Tesoro Steven Mnuchin y no enviar una delegación, informó South China Morning Post el 18 de septiembre.
Según Xia Yeliang, académico liberal y exprofesor de economía en la Universidad de Beijing, los líderes chinos buscarán guardar las apariencias, ya que fueron sorprendidos por el anuncio de Trump. Los comentarios de Trump sobre la interferencia electoral son correctos, dijo Xia, ya que «el régimen chino intenta hacerle las cosas difíciles a Donald Trump con algunas represalias contra los agricultores de Estados Unidos».
China no tiene un plan B, aparte de prolongar las negociaciones, según Xia.
«No tienen mucha opción. Tienen grandes expectativas de que Trump fracasará en las elecciones. Ellos esperan cambiar a los presidentes de Estados Unidos», argumentó Xia.
Sin embargo, él cree que la estrategia china no será efectiva.
Las tarifas de Estados Unidos llegan en un período difícil para la economía china. El crecimiento económico se está desacelerando y se espera que la actual guerra comercial ejerza más presión sobre este crecimiento. Además, la tasa de desempleo en China está en aumento, lo que pronto puede llevar a manifestaciones de trabajadores y veteranos en todo el país, dijo Xia.
Estados Unidos puede llegar a un acuerdo en cualquier momento, dijo Trump durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente polaco Andrzej Duda en el Salón Oval, el 18 de septiembre.
«Estamos avanzando mucho con China. China quiere venir y hablar, y siempre estamos dispuestos a hablar. Pero tenemos que hacer algo. Tenemos un tremendo desequilibrio comercial con China», explicó el mandatario.
‘No es solo un tema de Trump’
Durante meses China ha rechazado las exigencias de Estados Unidos para que cambie sus prácticas comerciales desleales.
La administración de Trump acusa a China de robar tecnologías clave y propiedad intelectual de empresas estadounidenses utilizando tácticas que incluyen robo físico y cibernético, transferencias forzadas de tecnología, evasión de controles de exportación de Estados Unidos, restricciones a la exportación de materias primas, e inversiones en empresas de alta tecnología.
«Estados Unidos ha tenido déficits comerciales por valor de 10 billones de dólares en los últimos 20 años. Eso tiene un enorme impacto nocivo en la creación de empleo en este país», dijo Patrick Mulloy, ex sub secretario de la Administración de Comercio Internacional del Departamento de Comercio de Estados Unidos, en una entrevista con NTD, parte del Epoch Media Group, al que pertenece La Gran Época.
Según Mulloy, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, debería estar a cargo de estas negociaciones en lugar del secretario Mnuchin, y piensa que los chinos también comenzaron a darse cuenta de eso.
«Se necesita un esfuerzo multilateral para hablar con los chinos sobre algunas cosas que están haciendo, y creo que eso es lo que Lighthizer tiene en mente. Pero tiene que lograr este acuerdo TLCAN antes de que pueda dedicar su atención a ese tema a tiempo completo «, dijo.
Mulloy cree que hay un fuerte apoyo bipartidista para las tarifas de Trump sobre China.
«Esto no es solo un asunto de Trump», dijo, añadiendo que demócratas clave como el líder de la minoría del Senado Chuck Schumer de Nueva York, y el senador Sherrod Brown de Ohio, son «muy partidarios de una visión más firme sobre China».
Incluso si los demócratas obtienen el control del Congreso en noviembre, dijo Mullay, los legisladores no se apartarán de la necesidad de abordar el conflicto comercial con China.
«Creo que ambas partes están ahora profundamente inmersas en este tema».
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