El presidente Donald Trump firmó el viernes una orden ejecutiva autorizando a los secretarios de Seguridad Nacional y de Defensa a llamar a los reservistas militares y de la Guardia Costera al servicio activo.
«Esto nos permitirá movilizar personal médico de respuesta a desastres y emergencias para ayudar a librar nuestra batalla contra el virus activando a miles de miembros experimentados del servicio, incluyendo a los jubilados», dijo Trump en una reunión informativa del viernes del grupo de trabajo del COVID-19.
Según la orden, los dos secretarios están autorizados a ordenar a los reservistas del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Guardia Costera que presten servicio activo durante un máximo de dos años «sin exceder 1.000.000 de miembros en servicio activo en un momento dado».
El anuncio se realiza en un momento en el que el brote del COVID-19 se está propagando en Estados Unidos, con más de 104.000 infecciones confirmadas y más de 1700 muertes, según un conteo continuo de Johns Hopkins.
«Tenemos muchos jubilados, grandes militares, que están regresando», dijo Trump, y añadió: «No dicen: ‘¿Cuánto?’ No dicen: «¿Cuánto nos van a pagar? Solo quieren volver a entrar. Es algo realmente increíble de ver. Es hermoso».
El portavoz del Pentágono Jonathan Hoffman dijo en una declaración citada por el Military Times que, tras la orden ejecutiva, «las decisiones sobre qué individuos se pueden poner activos nuevamente todavía se están revisando».
Hoffman dijo que las tropas consistirán principalmente en unidades y personal con capacidades médicas de alta demanda cuya movilización no afectará negativamente a sus comunidades civiles.
«Mi administración está reuniendo todo el poder del gobierno estadounidense, y lo haremos, y eso es lo que hemos hecho, y seguiremos haciéndolo hasta que ganemos la guerra. Economía, ciencia, medicina, ejército y seguridad nacional, se usará todo esto para vencer el virus», dijo Trump en la sesión informativa del viernes.
A principios del viernes, los oficiales del ejército dijeron que más de 9000 exsoldados con entrenamiento médico expresaron su interés en ayudar con la respuesta del COVID-19.
Esto sucedió después de un anuncio del Ejército a principios de la semana sobre que tres de sus instalaciones hospitalarias expedicionarias recibieron órdenes de despliegue y se dirigirán a Nueva York y al estado de Washington para ayudar en los esfuerzos de respuesta al COVID-19.
La división de Asuntos Públicos del Ejército de EE. UU. dijo el 24 de marzo que se desplegaría el Hospital 531 de Fort Campbell, Kentucky, el Hospital 627 de Fort Carson, Colorado, y el 9º Hospital de Fort Hood, Texas,.
«A medida que más personas están expuestas al COVID-19, el Ejército de Estados Unidos se prepara para proporcionar apoyo médico y capacidad hospitalaria para ayudar a los estados y otras agencias nacionales a contener el virus y proteger a la nación», dice la declaración.
The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19, como el virus del PCCh porque el encubrimiento y la mala gestión del Partido Comunista Chino permitieron que el virus se propagara por toda China y provocara una pandemia mundial.
Reuters contribuyó con este informe.
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